Capítulo 30

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Marzo 2018

Por suerte nuestra empresa esta marchando muy bien, todo el tiempo estamos recibiendo nuevos clientes con los cual trabajar.

Las cosas con Rose no han mejorado, ella sabiendo lo que a pasado sigue sin aceptarme y prácticamente obligo a Aaron a que pase tiempo con ella.

Después de lo sucedido Aaron no a dejado que vuelva a casa de Madison por lo que se podría decir que la convivencia con el señor gruñor va bien por ahora.

Llevo varios días sintiéndome mal al despertar, pero el día de hoy he tenido que ir a devolver lo poco que he desayunado en el local, he salido antes que Aaron para poder terminar unos arreglos para dentro de tres días.

Por la noche le digo a Ester que yo prepararé la cena hoy.

—¡Hola! —saludo a Aaron que trae cara de cansado.

—Hola. —me da un pequeño en la cabeza.

—Aaron. —me quejo cuando voltea para irse.

—¿Que? —se gira para mirarme.

—Esta mañana me he ido sin mi beso apasionado de buenos días y lo he estado deseando toda la mañana, y vienes y me das un pequeño beso —hago puchero.

—Lo siento —vuelve a acercarse—, mal día.

—Creí que tu habías puesto la regla que al pasar esa puerta todo lo malo del trabajo quedaba afuera. Si no me pongo a hacer unas cosas que me faltan.

—Nada de eso, eres mía por las noches —ahora si me besa apasionadamente, le respondo saltando a sus brazos para que me coloque sobre la isla.

—Se va a quemar la comida —digo contra sus labios.

—Pedimos pizza.

—Solo apaga la cocina —se separa molesto suspirando.

—Listo —la apaga— no me gusta que me interrumpa cuando estoy contigo.

Me da pequeños besos en el cuello haciéndome reír.

—Cenemos, así podremos pasar al postre.

—Gracias ya estoy comiendo.

Después de unos cuantos besos más logramos cenar.
Cuando terminamos de cenar mi teléfono me alerta que a llegado un nuevo mensaje.

Madison: Amiga sabes que he estado pensando en

lo que te paso está mañana...

No puedo terminar de leer el mensaje, tiro el teléfono sobre la mesa y corro al baño de la plata baja, otra vez a vomitar la cena. Aaron llega detrás de mi, varias veces había querido llevarme al doctor para saber porque estaba tan mal del estómago.

—¿Paso? —asiento levantándome del suelo— mañana iremos al doctor, no puedes seguir así Maia.

—Sabes que no me gusta ir al doctor —hago puchero— ya se me va a pasar lo prometo.

—No, ya hace días que me dices lo mismo.

Me enjuago la boca y lavo mi cara.

—Vamos por el postre...— tomó su mano para que salgamos juntos del baño— o podemos no comer nada.

—Esperemos un momento para ver como te sientes, y vemos que hacemos.

—¡Oh! Eres malo conmigo.

—Quiero verte bien princesa. —me da un pequeño beso.

Tomo el celular y vuelvo a sentarme, comienzo a leer otra vez el mensaje de Madison mientras tomó un poco de agua que Aaron me ofrece.

Madison: Amiga sabes que he estado pensando en lo que te paso está mañana. ¿No estarás embarazada?

POR SIEMPRE A MI LADO (2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora