¡Alejate, Blackburne!

1- Día 1

Narra Brendan:

-Despierta..- mencione con fastidio por séptima vez a mi hermana, la cual parecía una jodida piedra al negarse a despertarse aún con todos mis intentos.

-no quiero..- murmuró aún somnolienta, al menos ahora se que ella sigue con vida.

-vamos a llegar tarde.. y es el primer día- bastó mencionarlo para que la señorita puntualidad se levantará de golpe, ¿porque no intente con eso antes?, me pregunté antes de darme un bofetada mental.

-¿Qué esperas? Vámonos de una vez- me sobresalte al no darme cuenta de cuando se cambio y arreglo.

- Hm..- rode los ojos antes de tomar mi equipo y camine hacia la puerta, mientras ella tomaba las llaves para dárselas a la dueña de ospedaje.

"Muy buenos días, y suerte con el resto de su viaje" fue lo que nos dijo la chica antes de que partieramos hacia esa académia, como sea.. solo diré que el viaje duraría al rededor de 2 horas, ya que íbamos a pie, porque no traíamos dinero suficiente para algo más que la posada de la noche anterior, fue un viaje muy calmado, dado que ninguno de los dos hablaba, y eso era cómodo para ambos.

-Tengo hambre..- murmuró mi hermana mientras se llevaba una mano al abdomen.

- Yo también, apenas lleguemos atacaremos la cocina- mencione mientras apresuraba el paso, cosa que ella imitó.

- Brendan.. ¿cómo dices que se llama el lugar?- pregunto curiosa.

- Ahora que lo mencionas, no lo recuerdo- comente un tanto confundido, debido a que mi memoria nunca me fallaba.

-entiendo- mencionó calmada.

Pocos minutos después dimos con la academia y rápidamente entramos, dándonos con la sorpresa de que nadie custodiaba la entrada, estaba vacía, claro si no contamos a las estatuas enormes que están de pares en cada extremo de la zona de ingreso.

- supongo que no hay guardias porque nadie sería tan estúpido de venir a atacar directamente por ese lugar- opino Sara al ver la gran cantidad de alumnos en la zona "A1" de la academia.

-Parece que usan este lugar para pasar el rato y repasar algunas cosas..- deduje al ver como algunos entrenaban hechizos, movimientos de combate con diversas armas, claro y otros solo descansaban.

- ¡eh chicos!- escuchamos la voz de un hombre de mediana edad, que se acercaba a nosotros.

-Ustedes deben ser los nuevos, es un placer tenerlos aquí- el nos dedico una sonrisa antes de entregarnos una llave a cada uno.

-¿los cuartos son unitarios?- pregunto mi hermana con algo de ilusión, ya que no le gustaba mucho la idea de dormir cerca de algún extraño.

- Me temo que no, son en pares, pero es obligatorio que chicos y chicas duerman en cuartos separados, se que son hermanos, pero no podemos hacer excepciones- comento con suavidad, supongo que para que mi hermana no aborreciera la idea.

-En ese caso.. ¿quienes son nuestros compañeros?- el me vio con una sonrisa nerviosa.

-Ya casi todos tienen compañeros, a excepción de otro par, lamento el que no pudieran escoger por su cuenta- Yo le dije que no importaba, y el se retiró, no sin antes darnos un mapa del lugar a cada uno, si que el lugar es grande.

-Iré a dejar mis cosas, tú haz lo mismo y nos vemos en la cocina- Yo asentí a la petición de mi hermana, partiendo ambos a su respectiva habitación.

Sinceramente no me emocionaba la idea de un compañero de cuarto, y dudo que fuese a armar alguna amistad o lazo con el, así que lo único que me importaba era que supiera respetar mi espacio personal.