Capítulo 6

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- Cuanto tiempo joder, me tenías abandonado. - Me dijo haciendo un puchero. Se ve tan adorable.

- Lo sé, lo siento. He estado muy en mi mundo este verano. - Le dije con voz de niña pequeña.

- Bueno, he de decir que yo también.

- Lo imagino... ¿Por qué peleabas antes solo? - Pregunté y se sonrojó, esto iba a ser divertido.

- ¿Eh? Ah no, no era nada, estaba leyendo un libro y pues...

- Ya ya, un libro... - Le dije y se puso aún más nervioso. - ¿De título "Mi querido Mael"?

- ¡Coño de la madre! No me vengas con huevadas ahora, mamahueva. - Cuando se molesta conmigo  se le sale el acento latino que tanto amo escuchar.

- Oiga, quien lo oyese, a mí no me hable así, ¿Quién pinga te crees?

- Perdón... - Me dijo tirándose a la cama. Ahí pude ver un libro bastante antiguo de un tamaño considerable, dudaba de si la cama conseguía sostenerlo.

- ¿Y ese libro?

- Oh... un libro sobre poderes, supongo. - Dijo sin ningún tipo de interés.

- ¡Que divertido! A ver... - Dije y me dispuse a ojearlo. Tenía poderes ordenados alfabéticamente, era muy curioso. Pasé unas cuantas páginas. - Hidrokinesis: Poder elementalista. Control sobre el agua, humedad y cualquier sustancia acuosa. Interesante... Es un poco macabro ¿No crees?

- ¿Por qué lo dices? - Me dijo intrigado.

- Aquí pone que para conseguirlo debes morir ahogado, es un poco inútil, si mueres, ¿De que te sirve? - Dije y me eché a reír. La cara de Kyle era un poema.

- Liss, perdona por echarte así de rápido pero necesito hablar seriamente con mis hermanas, ¿Podemos hablar en otro momento? - Me dijo de repente, no entendí este comportamiento repentino.

- Em... Vale, claro, hablamos luego. - Le dije y me fui.

Salí de la casa de los Cowen, no consigo comprender porque se puso así de repente. Pero bueno, los Cowen no se caracterizan por ser personas especialmente normales, bueno, que mi familia tampoco se queda atrás. De camino a casa fui pateando una piedra negra mientras pensaba en mis cosas. Era raro que no hubiese nadie en la calle, digo, a estas horas de la tarde suele haber gente, parece un pueblo fantasma. vi a un cuervo posarse en el capó de un coche, a pocos metros de mí. Me graznó y me asusté, no quería ser atacada por un cuervo. Cogí la piedra para ahuyentarlo pero esta se desvaneció en mi mano. Que raro, resistió patadas pero no que la cogiese...

De repente, mi mano comenzó a arder por sí sola, solté un grito leve de dolor y me sobé la quemadura. El cuervo me volvió a graznar y esta vez el coche se movió hacia mí. Empecé a correr al ver que una bandada de cuervos graznando venían a por mí, empezaron a picotearme el pelo, los hombros y la ropa. Notaba como me creaban heridas y me rompían la ropa poco a poco. Era doloroso. Tropecé y caí al suelo en plancha. Torpe de mí. Instintivamente me llevé las manos a la cara para cubrirla de los cuervos, solo veía esa bandada atacándome. Comencé a gritar para pedir ayuda pero nadie parecía escucharme. Vi como un edificio se elevaba como si fuese atraído hacia mí, lo mismo hacían los coches. Me quedaba sin espacio y sin piel. Los cuervos me estaban dejando en carne viva. En un instante, alcé la mirada y logré ver fuera de la nube de los cuervos, pero lo que vi no fue algo bonito, el edificio estaba flotando encima de mí y en un momento vi como caía. Escuché a los cuervos ser aplastados, no fueron los únicos.

~ Kyle PV:

- ¡Gemelas! - Grité al rato de que Liss saliese de aquí. - ¡Subid, ya!

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