Capítulo 31

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~ Kyle PV:

- ¿Habéis visto a Mael? - Pregunté tras entrar a la habitación.

- No. Vino hace un rato, pero no lo hemos vuelto a ver. - Me contestó Liss.

- Si lo vemos te avisamos. - Respondió Tessa.

- Vale, gracias. ¿Todo bien por aquí?

- Sí, mejor que en las cuevas sin duda. - Contestó Tessa.

- Dormíamos en piedras, ¡En piedras! - Me reí.

- Yo dormía bien. - Les dije.

- ¡¿Qué dices?! - Chilló Tessa.

- Tampoco era tan incómodo - Le dijo Liss.

- Estáis fatal. - Dijo Tessa riendo.

- ¿Y Darlene? - Preguntó Liss.

- Descansando, con Alice. - Contesté.

- Está pasando por un calvario la pobre. - Dijo Liss. - Menos mal nos tiene a nosotros.

- Pues sí... - Dije. - Bueno, iré a ver si encuentro a Mael.

Pasé por todas las habitaciones y no lo encontré. Decidí enviarle un mensaje. Claro, estamos sin móviles... Comencé a preocuparme. Volví a nuestra habitación, allí estaba Jaden, muerto en la cama. Creo que podría pasar por aquí una orquesta y él ni se enteraría. Decidí salir a dar una vuelta, igualmente no tenía nada que hacer hasta la cena. Salí del hotel y comencé a caminar. Intenté seguir un recorrido que pudiese recordar para volver, aunque de tantos giros y cruces perdí la orientación. Ya me las arreglaré para volver. Pasé por diversas tiendas y una me llamó bastante la atención, la tienda tiene el nombre de "Hemimorfita azul". Me llamó la atención por el hecho de que era la gema de mi poder. Entré y la tienda era un lugar bastante bohemio, el sitio olía a incienso y tenía bastantes productos naturales, todos del mar. Había una sección de gemas, todas eran hemimorfitas, de diversos colores, pero destacaba el azul. Iba a coger una, pero recordé que la última vez que toqué una piedra de estas me ahogué en mi habitación.

- Puedes estar tranquilo, no te va a quemar por tocarla. - Dijo una señora a mi espalda. La miré extrañado, tenía una apariencia muy amable, parecía la típica abuela que le daba todos los días galletas a sus nietos y les pasaba un billete como si fuese droga para que los padres no se enterasen.

- ¿Eh? Oh... Ya. - Dije y solté una risa nerviosa. - No pensaba que... Bueno, sé que no me quemará. - Dije y ella me sonrió, parecía saber sobre esto. - ¿Es su tienda?

- Así es. - Respondió ella. Esta señora me transmite mucha paz. - Me llamo Damia Waters.

- Mucho gusto. - Dije sonriéndole de vuelta. - Yo soy Kyle Cowen.

- Bonito nombre. - Respondió y volví a sonreír. - ¿Te gustan las gemas, Kyle?

- No estoy muy enterado del tema, pero esta en concreto me llama la atención. - Contesté sinceramente.

- Entiendo. Esta gema aguarda un poder enorme, como el del mar, tan imponente y gigantezco.

- Me lo puedo imaginar. - Dije pensando en cuando me ahogué.

- Seguro que sí. ¿Quieres un collar? - Dijo y abrió un cajón, de él sacó un colgante con una hemimorfita azul tallada.

- Que bonito... ¿Cuanto cuesta?

- Te lo doy como obsequio, hijo. Dicen que nuestra gema nos aumenta el poder. - Dijo ella tendiéndome el collar.

- ¿Q-Qué? ¿Cómo sabe que yo...?

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