INTOXICATE || victuuri-omegaverse

20 | La Marca

Había pasado una semana, una vendita semana  llena de trabajo para Yuri, aquella noche donde durmió con Víctor... nunca la olvidaría fue la mejor noche de su vida, fue real, y sobre todo entendió que Víctor lo quería. Sonrió recordando los besos que le dio a la mañana siguiente, negó con la cabeza borrando la sonrisa de su rostro y diviso a Phichit que se encontraba en su escritorio con una mirada sería, su carismática sonrisa se había esfumado hace unas semanas y eso preocupó a Yuri. Pregunto por supuesto pero recibió un " Estoy bien" por parte de su mejor amigo. Pensó en contarle sobre Víctor, sobre la noche que tuvieron por muy vergonzoso que fuera necesitaba hablar con el, pero algo le decía al pequeño omega que sus amigo ya lo sabía. ¿Tan obvio era? Bueno no podía negar la sonrisa que se estuvo cargando toda la semana, el mismo se sorprendió cuando se miro en le espejo... ¡Tenía cara de estúpido enamorado! Su sonrisa no era para nada disimulada, el brillo de sus ojos tampoco y el pequeño rubor que acompañaba el cuadro de su cara...era realmente patético.

Sonrió de nuevo y tocó la puerta de la oficina de Víctor... escucho un dininuto "adelante" y sin pensarlo más entró.

- Buenos días - saludo de manera tímida el pelinegro dejando en la mesa del alfa una carpeta

Víctor apartó la vista del ordenador llevando su Azulada vista a Yuri que tenía es extraño rubor desde hace una semana agudizó sus sentidos aspirando el aroma de Yuri (aunque está fuera muy tenue ya que el neutralizante lo opacaba)

Víctor curvo sus labios en una sonrisa y apartando la silla del escritorio para que Yuri se acercara.

- Ven - le dijo de manera suave con la voz un tanto ronca.

Yuri enrojeció de cierto modo más y se acercó a Víctor rodeando la mesa para quedar frente a el.

Víctor extendió sus brazos lo rodeó por la cintura atrayendo su cuerpo, dejando descansar su cabeza el vientre de su omega.

- Deberías hacer una pequeña pausa, es hora del almuerzo... ¿Quires que te traiga algo de la cafetería? - ofreció Yuri a Víctor mientras llevaba sus manos al cabello del alfa y lo acariciaba lentamente con cariño.

Víctor seguía aspirando, disfrutando  cada segundo que podía estar cerca de el, fruncio su seño para después alejarlo  delicadamente, Yuri lo miró extraño mientras Víctor rebuscada en uno de los cajones de su escritorio, después de la búsqueda saco un fresquito para entregárselo a Yuri.

- Tu neutralizante está perdiendo el efecto... No quiero que te descubran y causen problemas como la otra vez - lo agarró de brazo y lo atrajo de nuevo a su cuerpo. - Abre el frasco - le dijo de manera suave, acariciando sus caderas por encima de la ropa del pelinegro.

Víctor ayudó a esparcir el neutralizante por el cuerpo y ropa del pequeño, percatandose de no dejar rastro y finalizó con un beso el su cuello, beso que el causó cosquillas a Yuri y río sonrojandose más. Yuri sabía que su ceño estaba cerca pero de alguna forma se sentía más tranquilo ahora que Víctor estaba con él.

Yuri tímidamente miró los labios de Víctor, y su vista quedó ahí por varios segundos sin percatarse que Víctor hacia lo mismo con los suyos, Yuri de una forma un tanto provocativa los mordió quedando así sus labios más rojos y apetecibles, Víctor apretó más la cintura de Yuri lamiendo sus labios, querían besarse, deseaban besarte y podían besarte pero querían seguír un poco mas con su juego, el primero en ceder sería el perdedor. Yuri llevo su mano a la nuca de Víctor y atrajo su cabeza, quedando así muy cerca el uno del otro. Víctor podía sentir la cálida respiración de Yuri sobre su boca y eso lo volvió loco. El pelinegro en cambio si se acerca tan sólo un centímetro más podría tocar los labios que tanto quería besar. Se quedaron así varios segundos observandose con deseo y amor, esperando ver quien sería el perdedor, Yuri sonrió provocativo y empujó a Víctor para que cayera de nuevo en la silla del escritorio y muriendo de la vergüenza  se sentó sobre su regazo abriendo sus piernas y sentándose a propósito en la entrepierna del alfa, volvio acercarse a su rostro y dejó descansar  sus brasos en los hombros del contrario.