INTOXICATE || victuuri-omegaverse

31 | Despertar

Se sentía en paz, como si hubiera dormido años, su cuerpo lo sentía entumecido, pero el aroma a sándalo siempre presente en sus sueños, velando por él, el aroma grueso de Víctor lo llenaba y lo dejaba descansar, no quería despertar y encontrase en ese feo edificio para bailarle a los alfas, tampoco quería despertar y ser el beta del señor Víctor Nikiforov. Solo quería despertar y estar en su casa en un sencillo pueblo recogiendo las flores junto a su madre o simplemente quería ser el omega de Víctor sin problemas de por medio, solo ellos dos, y quien sabe tal vez tener un cachorro propio, su cachorrito... quiso abrir sus ojos, pero los sentía tan pesados que volvió a dormir un rato más.

Víctor estuvo todos los días que Yuuri estuvo dormido, después de la operación le habían dicho que la matriz del omega fue severamente dañada, era muy probable que haya quedado estéril, el impacto de bala había causado un shock en el omega de Yuuri, por eso aún no despertaba. El olor a rosas era casi tenue, claro si Víctor se esforzaba en captar el olor lo hacía, pero era casi nula, era señal que el lobo de Yuuri se encontraba deprimido.

Fue horrible el día que ingresó al hospital con Yuuri en brazos para que se lo arrancaran, dijeron que había perdido mucha sangre, era probable que muera, pero harían todo lo posible para salvarle la vida, así vio atreves de la ventana como usaban el desfibrilador para reanimar a Yuuri, quedo grabado en su mente como el cuerpo de su omega se sacudía por los voltajes, escuchaba el nulo sonido de su corazón en la máquina, luego recuerda que fue sacado de la habitación porque iniciarían con la operación de emergencia. Habían pasado cuatro días desde la operación y no despertaba, la doctora Minako le había explicado que era muy probable que el lobo de Yuuri se haya deprimido, que no se preocupara, tomaría tiempo, pero Yuuri despertaría.

Una semana pasa muy lento si estas en la secundaria, peor aun si estas en la universidad, se hacen eternos cuando trabajas, anhelando el fin de semana, para Víctor la semana que trascurrió fue una tortura, los minutos se hacían horas, las horas semanas, y los días meses. Phichit se encargó de poner al tanto a los preocupados padres del omega, estos se encontraban en la cuidad para cuidar al omega, visitarlo al hospital.

Las cosas en una semana se arreglaron mediamente, los omegas ahora estaban en refugios, Alena se encargaba de todo, la prensa se había vuelto loca, la seguían todas partes preguntado por su ex esposo, habían dicho a los medios que sufrió un derrame cerebral.

Yurio y Otabek ahora Vivian en el apartamento del alfa, ambos felices y más cariñosos que nunca, claro está que Yurio se enteró del estado del omega pelinegro y no dudo en visitarlo igual al hospital.

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Víctor entro en la habitación con un ramo de rosas, rosas rojas y brillantes

-Hola amor, la doctora me dijo que no quieres despertar... - sonrió de medio lado- tus padres están muy preocupados – frunció un poco el ceño- sabes creo que a tu madre no le agrado, hubiera querido que me conozca en otras circunstancias- se sentó al costado del pelinegro y acaricio su mejilla pálida, beso su frente con ternura – deberías despertar para que me ayudes ... ya sabes para agradarle a tus padres... - lo contemplo por las próximas dos horas sin decir palabra.

Al día siguiente Yuuri abrió los ojos, se sentía tan pesado, un dolor en el abdomen bajo lo hizo jadear, parpadeo para acostumbrase a la luz molesta del sol, estúpido sol no tenía compasión con sus ojos. Levanto su mano vio una intravenosa en su mano... joder como ardía el suero, se sintió mareado y con unas enormes ganas de tomar agua, su cuerpo no le respondía como quería así que se quedó ahí hasta que vio como ingresaba una doctora junto con un enfermero.