INTOXICATE || victuuri-omegaverse

17 | Rechazo

Víctor abrió lentamente sus ojos, cerrandolo de golpe, por la intensa luz que lo recibió, abrió los ojos más lento y se frotó la cara con cansancio, el sol brillaba en todo su esplendor a través del enorme ventanal de su habitación. Giró la cabeza hacia la otra dirección de su cama derecha viendo ahí una hermosa vista, Yuri le daba la espalda, las sábanas revoltosas sólo lo cubrían hasta la espalda baja, dejando ver su alborotado cabello negro y su exquisita espalda llena de marcas rojas, recordándole inmediatamente  lo que hicieron ayer. Sus recuerdos se ordenaron dejándole en total desconcierto y extrañado por ello giró nuevamente su cabeza para ver el cuello de Yuri, hiso una mueca de tristeza y alivio al mismo tiempo, el cuello de Yuri estaba rojo con marcas de dientes,  un poco irritado en la zona pero nada más.... No había una herida indicándole que lo había marcado, que ahora era suyo... No había nada y eso sólo significaba que el pequeño Yuri lo había rechazado ...

Su corazón latio angustiado, desesperado, quería llorar de impotencia ya que no podía hacer nada ....¿Obligarlo? No claro que no, él había tomado la desición de rechazarlo como compañero además ¿Qué esperaba? Despertar y estar juntos por siempre, dejarlo todo para huir con él, a saber dónde... profesarle su repentino amor... ¿decirle que no lo rechaze? ¡¿Qué esperaba?! Mejor aún ¡¿En qué estaba pensado?! Víctor ya no era un chiquillo, cachorro hormonal,  al ser un alfa de rango superior debió hacer algo... sin embargo Víctor no quería lastimar a Yuri. Llevo sus manos con frustración hacia su cabeza jalando sus cabellos como acto de consuelo, reprimiendo sus ganas de gritar y llorar mientras veía al hermoso chico dormir. Una lastimera lágrima se deslizó por sus mejillas abrumado por el olor tan tóxico del omega... embriagador en todos los sentidos, tanto que dolia.

Simplemente ¿Que esperaba? Supuestamente el ya estaba comprometido con Eva, todo Rusia lo sabía, salían en las revistas, periódicos, en las noticias en la mañana, todo el mundo contaba los días para que la pareja se casará... Víctor sentía que le salían úlceras de tan sólo pensarlo antes y después de conocer a Yuri ya estaba condenado. Lloro como un niño en silencio sintiéndose indefenso, con pequeños quejidos que salían de sus labios perdiéndose en el eco de la habitación.  Quería ser egoísta y mandarlo todo a la mierda, enamorarlo de  una manera correcta al chico frente suyo, tener una vida normal ... pero aún no era tiempo y por eso lloró, lloró por todas esa personas que llevaban presas en un mundo de droga y lujuria, en los burdeles y prostíbulos de mala muerte que su padre está administrado, lloró por no poder hacer nada sólo contribuir en silencio como distracción para que su hermano menor.... el pequeño demonio rojo hiciera lo suyo, y tenía que cumplir con su responsabilidad para que todas esas personas sean libres de escoger su destino... y no estar como objetos sexuales... Lloró por que ahora no quería hacer nada de eso sólo quería estar junto al pelinegro. Pero eso sería demasiado egoísta... así que ¡¿Qué esperaba de todas formas?! Sólo metió al pequeño Yuri en problemas y más problemas, por ello sólo suspiró aliviado de no ver esa marca en su cuello pero con un sabor amargo en la boca al ver que no era suyo.

Yuri escuchaba los sollozos de Víctor, quiso voltearse y consolarlo entrecharlo en sus brasos diciéndole que todo iba a estar bien ..... aunque no sabía el motivo de sus llanto, por lo que  no hiso nada, sólo al igual que el se encogió en las sábanas y lloró en silencio sintiendo el dolor de Víctor en su pecho, en su alma, y en su mente.

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Yuri Plisetsky miraba con el ceño fruncido a ese omega que le daba mal espina. No lo había visto en ninguna de las habitaciones, presentaciones, ni siquiera como camarero... y ese extraño beta.... le ponían los pelos de punta, arrodillado en el frío piso pasaron las horas, los omegas chillaban buscando perdón por algo que no habían hecho.... ¿Un secuestro? Ya nada importaba seguro como había echo hacia algunos años lo trasladarán algún otro lugar, miro a Mila de reojo, ella se encontraba con las omegas mujeres.... y el con los hombres y nada tenía sentido. Por más que le daba vueltas en la cabeza nada lo tenía ¿Qué demonios hacían esos sujetos armados? ¿Cubiertos de negro? Con una "N" en la espalda.