INTOXICATE || victuuri-omegaverse

26 | Mío |

(☞ ͡° ͜ʖ ͡°)☞

Otabek miro a ambos lados de la pista antes de cruzar, estaba nervioso ansioso, había escuchado a Yurio llorar se le escuchaba tan roto, tan quebrado que el mismo había soltado lágrimas de impotencia y frustración. Decidio por su cuenta un plan suicida pero en fin de cuentas Yurio saldría un día antes no afectaría en nada ¿cierto? le pidió a Minami el dinero que le debía junto con otro dinero que le debía Marcus su amigo motociclista, era un disque plan algo apresurado e irresponsable de su parte pero haber escuchado a su Omega llorar y clamar por su presencia había sido todo para volar varios kilómetros su paciencia.

Fue tan rápido su estado de enojo y euforia que en un segundo ya está rugiendo su moto para ir al puto burdel, cundo llegó las luces tenues del edificio le dieron la bienvenida, fue vestido con traje, algo raro en el pero tenía que lucir apariencias, estacionó su motocicleta dos cuadros atrás, su ceño fruncido y parte de su cuello resaltaba venas de irá, su lobo está impaciente, cabreado, dando vueltas en su mente. Ajustó su corbata y entro siendo recibido por Mila, un
Déjà vu surco su mente, claro había conocido a esa pelirroja la primera vez que vio a Yurio era como una hermana para él, por lo tanto importante para otabek.

Mila lo reconoció de inmediato pero se mantuvo callada analizando su duro rostro moreno, pero tenía que hacer su trabajo las camaras que había por todas partes delatarían su nerviosismo así que lo más natural posible Mila hablo.

- ¿Tiene reservado alguna habitación?

- No.. - la voz profunda y contenida de Otabek erizó los vellos de Mila e hizo que su Omega agachara la cabeza.

- ¿Primera vez, señor? Uhm le recomiendo ver el espectáculo de esta noche hay omegas que podrían ser de su interés - Mila trataba de mantenerse tranquila pero estaba alerta, Otabek la ponía nerviosa.

Otabek con disimulo harto de seguir el juego se agachó para tener el rostro de la omega cerca del suyo para susurrarle.

- Dame la habitación de Yurio, voy a sacarlo de aquí - se parto tan rápido como se acercó

Mila quedó pasmada por varios segundos antes de asentir rápidamente y darle la llave, le vio con súplica en sus enormes ojos azul cielo, que por favor sacara a Yurio de ahi, depósito su confianza e incluso su vida por darle la llave y una oportunidad, ya que si llegaban de descubrirlo ella sería fusilando enseguida, claro sin antes de que divertirán con su cuerpo en un par de horas pero por su pequeño Yurio aquel niño que llegó hecho pedazos después que su padre lo vendiera... Podía más que cualquier cosa, dudó sí pero la determinación de ver a su Yurio feliz pudo más con ella, al menos el pequeño Omega podría vivir lo que ella no puedo.

Otabek miro el número de habitación que indicaba la llave, siendo sigiloso se se escabulló por los pasillos del edificio se lo había aprendido de memoria el plan que consistia en sacar a los omegas en caso de extrema urgencia, necesitaba que conociera el lugar como la palma de su mano, fue facil llegar a su destino, Pichit se encontraba vestido de negro con arma en mano luciendo intimidante. Otabek se le acercó haciendo un gruñido como aviso tal y como habían acordado Pichit oyendo la señal sacó del bolsillo de su pantalón una tarjeta, con mucho cuidado la tarjeta se desplazó de la mano de Pichit a la mano de Otabek el movimiento fue tan preciso y tan rápido que ni la cámara con la más alta tecnología habría apreciado tal movimiento.

Con la sonrisa en los labios Otabek avanzó a la verdadera habitación de Yurio desplazándose sigilosamente, se acomoda la corbata del traje, ajustó el reloj en su muñeca pero no podía estar tranquilo con los pensamientos de su cabeza, no podía dejar de pensar en como Yurio había sufrido, pero no mas, hoy mismo acababa con eso, hoy mismo sacaba Yurio de de ese lugar.