Capítulo 3: Un alma solitaria en una gran ciudad

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Esta mañana me desperté muy temprano, el ruido de varios autos me desperto, me lavé, me vesti y baje a averiguar que eran aquellos sonido; cuando baje, pude ver a varias personas llevandose diferrentes tipos de cajas de diferentes tamaños, grandes, medianas, pequeñas; entonces vi pasar a mi madre, la llame y le pregunte quienes eran esas personas y que hacian aquí, entonces mi madre me dijo que ella y papá habían tomado la decisión de mudarse a la ciudad, haci que me pidieron arreglar mis cosas, yo les pedi quedarme, que aqui me sentiria mejor que en la ciudad, pero no me hizo caso y me dijo que nunca iba a lograr nada si vivia apartada de las personas, que debia aprender a convivir con los demás; entonces no me quedo más que aceptar e ir a arreglar mis cosas.

Después de algunas horas, yo ya me encontrba en el auto junto con mis padres de camino a la ciudad, antes de llegar cruzamos por un gran puente, luego me vi rodeada de edificios enormes y llenos de cristales, también vi a varias personas, que se encontraban jugando, comprando o nada mas que caminando; cuando llegue a mi casa, fui la primera en ingresar, las mucamas me ayudaron, y me condujeron a mi habitación, por fin habia llegado a la ciudad, al abrir las cortinas de mi ventana no podia ve más que una calle y varias casas acomodadas en una línea, abrí las ventanas y respire hondo, hay fue cuando me di cuenta que este aire no era el mismo que el del bosque; el aire del bosque era lo más puro que alguien se pudiera imaginar, era tan fresco te daba una sensación de paz, pero muy al contrario de este, este aire era denso, tenia un olor horrible como a humo; cerre mi ventana y me baje de mi cama, sali de mi habitación y me diriji a la calle, pero antes le pedi a una de las mucamas que me acompañara a dar un paseo, cuando salimos oí el sonido de muchos autos, era algo muy irritante, nunca escuche el sonido de tantos autos y como dije antes el aire no era tan puro como en el bosque, entonces le pedi a la mucama que volvieramos, cuando llegamos mis padres me estaban esperando para cenar, ellos me preguntaron como habia sido mi paseo conociendo la ciudad (lo que era raro en ellos) entonces les dije que este lugar no me gustaba y que deseaba volver, mis padres me dijeron que pronto me acostumbraria, yo me senti muy mal por eso (me deprimo fácilmente) y me fui a mi habitación, me puse mi pijama y me eche a dormir, pero antes abrí mi ventana y mire al cielo, deseaba ver el lindo resplandor de las estrllas, pero me fue imposible pues el cielo se encontraba vacio, no habia estrellas solo oscuridad, y con esa pena en mi corazón me dormi.

Han pasado ya cuatro años desde que me mude a la ciudad, recuerdo muy bien que mis padres me dijeron que en mi primaria haria amigos, pero me fue casi imposible incluso en la secundaria, hoy es el día en el que voy a entrar en mi segundo grado de secundaria, ya tengo catorce años y las mucamas me atienden menos de lo que antes lo hacia ya que según ellas y mis padres ya estoy muy "señorita" como para que a cada momento se finjen en mí, esa mañana me levantaron muy temprano, me lave, me vesti y me puse mi uniforme, pero antes de irme le dí de comer a mi hámster, el cual me habian regalado cuando cumpli doce, este hámster era en si mi única compañia que siempre estaba a mi lado, cuando sali de mi habitación no encontre a mis padres pues ya se habian ido a trabajar como siempre, me sente a desayunar, cuando escuche la bocina del carro supe queera hora de irse, salí y el chofer me llevo a mi escuela, la verdad es que más parecia una escuela de modales que una en la que enseñan, porque todos incluso los maestros son muy estrctos con cualquier cosa que pasa, es algo que no me gusta mucho, pero no me importa. Cuando llegue a la escuela, como siempre hicieron una rebición de cuerpo entero incluyendo la mochila para ver que no trataran de meter cosas que estaban prohibidas (osea TODO), cuando ingrese habia una señora que me dio mi número de casillero y por precaución me dio otra revisión, cuando por fin logre salir de esas revisadas fui a mi casillero y guarde mi mochila, saque el cuaderno del curso que me tocaba y me fui a mi clase; eran los mismos compañeros del año pasado, pero como siempre me trataban de indiferente, según yo para ellos era la "cerebrito rara" por lo inteligente pero apartada de los demás. Cuando mi clase termino, fui a mi casillero por mi otro cuaderno, pero en el camino unos niños que son muy traviesos a pesar de su edad, me quitaron mis cosas y se las llevaron, los segui y cuando los alcance les pedi de buena manera que me entrgaran mis libros pero ellos me hicieron muecas, se burlaron y arrojaron mis libros a un tacho de basura y su fueron corriendo, yo fui y los saque, los limpie y me fui a mi clase, algunas personas que pasaban por ahí me decian que debia comunicarselo al director pero yo no les hice caso, porque aunque ellos hayan hecho eso no les guardaba rencor ya que yo nunca aprendi a odiar y no lo iba a hace ahora por algo tan tonto, yo no era un "soplona" y jamás lo iba a ser. Cuando las clases terminaron, sali de mi secundaria, mi chofer me esperaba ahí, me despedi de la portera, salude a mi chofer y me subí al coche; mientras iba de vuelta a casa, me puse a pensar en el lugar en donde viví mi niñez y en lo hermoso que seria volver, al llegar, como siempre mis padres no se encontraban allí y como siempre estaban trabajando, aún recuerdo que me habian dicho que si me mudaba a la ciudad con ellos iba a poder estar más tiempo a su lado, pero ahora se que eso es mentira, pues nunca se preocuparian más por mi que por sus trabajos, no tenia ganas de comer, fui a mi habitación, salude a mi hámster y me puse a estudiar; después de algunas horas ya casi habia anochecido, y con tanto sueño de quedé dormida en mi cama.

Pegaso, guardián de la naturaleza [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora