Eren Jeager es un joven omega de 18 años, Príncipe de Alemania y al cual sus padres quieren comprometer con Mikasa Ackerman, una alfa "heredera" a la corona de Francia y la cual pretende a Eren, sin embargo al joven omega no le interesa en lo más mí...
Hola, mis bellas seguidoras y lectoras, les deseo un feliz año nuevo, muchas gracias por sus estrellitas y comentarios sobre mi fic, realmente me hace muy feliz que les este gustando mucho. Les quiero dar otro regalo, pero ahora la razón es para despedir el 2018 y darle la bienvenida al 2019, espero que este sea un año lleno de felicidad para todas ustedes y que se la pasen muy bien con sus familiares.
Ninguno podía apartar la mirada del otro... era como si el mirarse fuera suficiente para poder respirar y sobrevivir, sus corazones latían con potencia, la respiración de ambos estaba tan acelerada, al fin, después de tanto tiempo anhelándose...
Por fin Alfa y Omega estaban juntos...
Eren estaba confundido, su omega se revolcaba en su interior de la emoción haciendo que soltara feromonas de manera inconsciente...
Llamando a su alfa...
Dando a conocer lo feliz y dichoso que se encontraba por haber hallado finalmente a su pareja destinada, al igual que en el caso de Levi, el instinto omega de Eren era el que se encontraba en ese momento, dejándose llevar por la situación en la que se encontraban los dos.
Sus ojos jamás habían dejado ver un brillo más hermoso en los 18 años de vida de su portador, era como si unas hermosas llamas color verde se avivaran más y más en medio de aquellos bonitos parpados, debido a la adrenalina de la que el omega era víctima, haciendo que su mirada y rostro brillaran más que nunca, quería ir y abrazar a su alfa.
Impregnarse de ese potente olor a madera y limón, hasta que su olor de omega fuera opacado por completo.
Dando a conocer a todo el mundo que tenía dueño...
Aquel era el olor más delicioso que había percibido en su vida, no recordaba haber olido nada que fuera ni siquiera la mitad de delicioso de lo que podía percibir de aquellas feromonas dominantes que despedía el alfa, un placentero hormigueo le recorrió la piel y se estremeció por la sensación.
Levi se deleitaba con la suavidad de la mano del menor, era como si el omega nunca en su vida hubiera tocado o hecho algo, la piel de sus manos era tan fina y delicada, aún más que la seda o el pelaje del más fino animal, era cálida, parecía como si se hubiese tostado en el sol unas pocas horas, pero no, era un bronceado natural, el menor se había incorporado poco a poco en la cama, para poder apreciar el varonil y atractivo rostro del azabache, sus cejas eran delgadas y negras, una nariz fina al igual que sus labios, los cuales eran pálidos, sus ojos finos y pequeños, pero se podía distinguir el brillante color azul metálico que poseía.
En ese momento el alfa no tenía el ceño fruncido como de costumbre, al contrario su rostro se veía tranquilo y aliviado, algo que no era muy común ver en el rostro del azabache, siempre mostraba un rostro de total desinterés, fastidio, aburrimiento o molesto. Su tripulación nunca había visto una sonrisa en el rostro del imponente alfa, o percibido la más mínima alegría en su faz.
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