Capítulo 20

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-Katherine, soy el Dr. Robinson. Te llamaba por aquello que hablamos.

-Si doctor lo siento, es que se me había olvidado que esperaba su llamada.

-Más lo siento yo querida, lo que paso fue que yo pedí las pruebas, ayer me dijeron que estaban ya listas, pero ayer era mi día de descanso, así que hoy en cuanto he tenido tiempo te he llamado para decírtelo.

-No tiene que disculparse doctor. Bueno, por favor dígame que aparece en las pruebas.

-Claro, a ver déjame que las lea- después de varios segundos esperando que se hicieron eternos respondió- pues hay buenas noticias, en el tac que le hicimos no aparece ninguna lesión cerebral y en la resonancia tampoco, así que no tiene que preocuparse, Dani tiene la memoria en perfecto estado.

-Pero ella dijo que no me recordaba. - dije totalmente desconcertada, creándome miles de situaciones en mi cabeza.

-Pues eso no se debe a ningún daño cerebral, ya le he dicho que está en perfecto estado. Puede ser que sea shock por el accidente, pero a estas alturas, el paciente lo tiene que recordar todo. Bueno Katherine le dejo que tengo consulta.

-Gracias doctor por todo. - intentaba procesar todavía la información que me había dado y no me di cuenta de cuando me había colgado. Lo único que pasaba en ese momento por mi cabeza después de esa "buena" noticia era a lo que yo más temía, pero no me lo podía creer, ya que no encontraba motivo ni tampoco algún sentido.

Me baje del coche haciendo como si esa llamada nunca hubiera ocurrido. Quería comprobar si lo que yo pensaba era cierto o no. Me acerque a la puerta y la golpee con los nudillos suavemente, aunque Susan me había dejado las llaves por si hubiese ocurrido algo, no quería invadir su intimidad por lo que preferí llamar antes.

-Ya voy!!!- escuche al otro lado haciendo que mi pulso se elevara notablemente. - Ah...eres tú.

-Presiento que no sabías nada de que iba a venir a recogerte, espero que no suponga ningún inconveniente.

-Por supuesto que no, solamente que esperaba que viniera mi padre, pero bueno, ya que estas aquí, me alegro de verte- dice acercándose para darme un abrazo. Hundo mi nariz en el hueco de su cuello y aprovecho para aspirar ese olor tan característico de ella, una mezcla de menta con canela. - entra no te quedes ahí que hace frio fuera.

-Ya hemos recogido todo lo tuyo de allí de piso, pero he encontrado esto y he preferido traértela en persona, para evitar que con el transporte se perdiera o se rompiera. - dije sacando la foto de las dos en la playa. Lo que Susan no había observado era el mensaje que había detrás de la fotografía. Ese era una de las razones para coger la foto y dársela en persona. Se la entregue y cuando la mira cierra los ojos, aspira profundamente y veo como se le escapa un lagrima en lado opuesto de la cara, pensándose que no lo había notado, se gira rápidamente disimulando.

-Muchas gracias, aunque no recuerde mucho. Esto me ayuda para ver lo que nos apreciábamos. - Le dio la vuelta a la foto y vio el mensaje que ponía, "Te amo". Aquella dedicatoria me la había dedicado ella, me regalo la foto para que me la quedara yo, pero le dije que la pusiera en su habitación de decoración ya que en la mía ya había fotos de las dos. - Esto...?

-Eso fue una foto que nos hicimos en la playa, y si lo que te refieres es a la dedicatoria, la escribiste tú, ya que en un principio esa foto era para mí, pero preferí que se quedara en tu habitación. - dije respondiendo a su duda, buscando algún gesto con el que recordara.

-Qué bonita, voy a dejarla en mi habitación cojo unas cosas y ahora vuelvo. - dijo yéndose rápidamente.

Cuando bajo me encontraba viendo una estantería que tenía un montón de películas, algunas clásicas y otras muy diferentes entre sí. Escuché que se acercaba lentamente y decidí hablar.

-Estábamos las dos viendo esta película- levante la película indicada- en el sofá, ese día hicimos un piedra, papel y tijera muy reñido he de decir, para decidir quien elegía las palomitas, ya que yo prefiero las dulces y tu prefieres las...

-Saladas- dijo interrumpiéndome- continua lo siento.

-exacto, y tu preferías las saladas, al final ganaste tú, pero sin ningún motivo dijiste que no querías las saladas, que querías las dulces, cosa de la cual me alegre. Estábamos a mitad de la película y podía escuchar como tus respiraciones bajaban de velocidad y te pregunté, "Dani cariño ¿Quieres que nos vayamos a dormir y mañana la terminamos de ver?, cada una estaba en extremo diferente del sofá- dije explicándole, pero mantenía mi mirada fija en la caratula de la película- Y tú me dijiste, "No de verdad, que no me estoy durmiendo" te cambiaste de extremo del sofá y te acostaste encima de mi abrazándome, seguimos viendo la película hasta que note que te habías dormido del todo, hice el gesto de levantarme, pero te quejaste tanto que decidí quedarnos ahí en el sofá las dos a dormir, he de decir que al día siguiente me dolió la espalda, pero nada eso se compara al dolor de espalda al dormir en sillón del hospital por casi un mes.- escuche como estaba llorando plenamente. Intentaba controlarse, pero no podía.

-Lo siento- susurro entre las lagrimas

- ¿Porque?

-Lo siento- volvió a repetir, rompiéndose más aún si era posible.

-Que sientes exactamente, el estar mintiéndome todo este tiempo sobre tu falsa pérdida de memoria, o sientes fingir nuestra relación. Si querías cortar conmigo no tenías que fingir pérdida de memoria, me lo podías haber dicho antes, me ahorraba noche totalmente despierta, dolores insoportables de cabeza pensando en si ibas o no a volver a despertar, y yo aquí como una tonta sintiéndome culpable por pensar en la oferta del Sr. Jones. Y tu simplemente disfrutando de ver lo demacrada que estoy. - en ese punto no era ella solamente la que lloraba, yo también lo hacía, me sentía totalmente traicionada.

-No, no, no, no fue así, déjame que te lo explique...-la pare de inmediato.

-No hace falta que me expliques nada, no es como si fuese tu novia o algo parecido para recibir explicaciones, simplemente te hubiera pedido algo de misericordia y antes de hacerme pasar por lo que he pasado, haberme dejado antes. - dije de camino a la puerta- recoge lo que tengas que recoger te espero en el coche, hagamos como que esta conversación no ha existido- dije limpiándome las lágrimas que me quedaban, dispuesta a no derramar ninguna más. 

Razones para aprender a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora