Razones para aprender a amar

Capítulo 21

-No, de aquí no te vas hasta que escuches la explicación que te tengo que dar- dijo cerrando la puerta con llave y guardándosela.

-Danielle por favor nos tenemos que ir, nos están esperando para comer.

-Me tienes que escuchar lo que te tengo que decir. Tienes que entender por qué fue que te mentí acerca de lo nuestro. Por favor escúchame.

-Dame la llave- negó con la cabeza- dame la llave y te doy cinco minutos a los cinco minutos me voy a ir y sabes que lo haré- me la doy no muy convencida y se quedó callada mirándome- el tiempo corre. - dije metiéndole prisa.

-Si era verdad que tenía pérdida de memoria, por eso la primera vez que te vi era verdad que no sabía quién eras, luego estaba yo en la habitación durmiendo cuando escuché unas voces, eran mis padres hablando, cuando puse más atención me di cuenta que me tenía que seguir haciéndome la dormida, ya que estaban haciendo conjeturas sobre que éramos, mi madre creía que eras buenas compañeras de piso, pero mi padre no lo creía tanto pensaba que teníamos algo, él estaba como nervioso y furioso, ya que mi padre no es que apoye mucho las relaciones homosexuales, es decir la tolera, pero no sabía cómo iba a reaccionar a si yo le decía que era homosexual, y pues al final vi que reaccionaba muy mal. El no dejaba de decirle a mi madre que si nosotras teníamos una relación, que iba a dejar de sustentarme económicamente, mi madre intentaba hacerlo entrar en razón, decirle que era algo normal, se dieron cuenta del jaleo y por miedo a que me despertara se salieron, y ya no se nada más de la conversación. Me entro miedo, yo amaba la vida que tenía, amaba mi coche, la carrera que estudiaba, el piso que tenía, la relación que tenía con mis padres, con mis amigos, pero también te amaba a ti. No sabía que hacer no quería perderlo todo, no sabía cómo se iban a tomar mi familia y mis amigos que fuese lesbiana así que fingí que no recordaba nada de lo nuestro, pensé que así te haría menos daño que si te dejaba con un motivo como este. Pensaba que te ibas a rendir, que ibas a dar lo nuestro por concluido.

- Pero no fue así. A ver si lo he entendido. Por miedo a que tu familia te repudiase, te rechazara por lo que sentías. Preferiste dejarme engañándome, pensando que nada de esto me haría daño. - dije en tono de cuestión

-Más o menos, se podría decir que sí.

-Se podría decir que sí, es decir. Has preferido cortar conmigo cuando ni siquiera sabias lo que iba a decir tu familia, has dicho que tu padre no tolera a los homosexuales, pero que hay de tu madre, yo he estado compartiendo mucho tiempo últimamente con ella y pondría la mano en el fuego sabiendo que ella no opina como tu padre, luego lo de tus amigos igual, Dani tú no sabes lo que piensa la gente, no puedes leer mentes.

-Ya, ya lo sé, pero simplemente ponte en mí situación, estaba completamente aterrada y aun lo sigo estando, miedo de separarme de ti. Por favor perdóname, intentare arreglarlo, tienes razón, no sé cómo piensa la gente y puede ser que no todo el mundo piense igual de cerrado que mi padre

-No hace falta. –respire profundamente- Te perdono, entiendo tu situación y te perdono, aunque me haya dolido muchísimo todo lo que me has hecho, te perdono, te perdono porque te amo- vi algo de luz y tranquilidad en su mirada. – pero por encima del amor que te tengo, está el mío propio. Necesito dejar curar la herida no seguir hurgando, ser por una vez en la vida egoísta. Por eso comparto la idea contigo de terminar esta relación. Aunque técnicamente ya rompimos, pero esta vez lo hago sin mentiras.

-Pero si ya te he dicho la verdad, tenía miedo no sabía cómo actuar, por favor Kate.

-Dani, esto no es un castigo ni una venganza, esto es porque te conozco, se cómo eres, se lo mucho que te importa tu familia, tus amigos, terminar la carrera que tanto amas. Yo te amo y sé que tú me amas, pero no puedo ver como pierdes todo eso por una decisión de la que te puedes arrepentir fácilmente.

-Kate de verdad, yo te amo, que te hace pensar que yo tomare una decisión y luego me arrepentiré, te quiero a ti en mi vida, me da igual la carrera y todo. Te amo a ti. - me acerque a ella, puse ambas manos al cada lado de su cara y le limpie las lagrimas

-Dani cariño, ya tomaste una decisión así y luego te arrepentiste. Pero eso no es el caso, no quiero echarte nada en cara, ya que estando en tu situación no sé cómo hubiese reaccionado, así que te admiro por eso. Así que, creo que lo mejor es que lo dejemos aquí, cuando las cosas están dichas claramente, y ya después de un tiempo si todo está mejor, si seguimos amándonos pues lo podemos volver a intentar.

-Pero yo no quiero dejarte, me parece una tontería, si las dos nos amamos porque no seguir adelante, lo afrontamos las dos juntas.

-Por muy tentadora que parezca la idea, creo que acabaremos haciéndonos más daño. Hay que esperar a que las aguas se calmen, eso no quiere decir que no podamos ser amigas. Ya que yo tampoco quiero perderte- cerro los ojos y lloro más fuerte asintiendo susurrando un "tienes razón"- siempre la tengo- dije susurrando cerca de ella, cerrando el espacio que quedaba entre nuestros labios, sellando probablemente el último beso que nos daríamos en muchísimo tiempo. Disfrutando el sabor de la otra. La tomé de los muslos y la recosté con mucho cuidado en el sofá, besándonos apasionadamente maldiciendo la falta de aire. Y una cosa llevo a la otra y tuvimos una preciosa despedida. Cuando nos recuperamos nos vestimos y nos dirigimos a la comida, ambas íbamos con un ánimo de estilo funeral, no era para menos claro.