Sadness Is My Sin [Langst]

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Lance simplemente estaba harto. Harto de ser dejado de lado, harto de no ser tomado en serio, harto de ser una broma para todos...
Harto de ser el que tenía que recoger el desastre de sus compañeros. Harto de haber sido el que tuvo que cuidar de todos cuando Shiro se fue y nadie si quiera le agradeciera. Harto, harto, harto...
Lentamente, se estaba ahogando. No podía más con esto, simplemente era demasiado. Era una parte del equipo pero... ¿Lo necesitaban? Porque Lance dudaba que lo hicieran. Sólo era la séptima rueda.
Jamás pidió que nada de esto sucediera, quería ir al espacio, sí, pero no si eso significaba dejar a su familia de la nada y hacerlos creer que estaba muerto o simplemente que lo haría sentirse más sólo que nunca.
Lance tenía el hábito de escribirle mensajes a su familia, particularmente a su madre, pero estos claramente nunca se enviaban, así que comenzó a usar eso para desahogarse. Era algo así como su diario ahora.

Mamá, el espacio es solitario.

Mamá, te extraño.

Mamá, creo que en realidad nadie me necesita aquí.

Mamá, extraño las pijamadas con Vero.

Mamá, extraño a Rachel.

Mamá, feliz cumpleaños. Te amo.

Ma, oficialmente tengo 18. Nadie recordó que era mi cumpleaños, pero está bien... Ustedes lo recordaron, ¿verdad?...

Empiezo a olvidar tu voz.

Ma, ¿cómo era el rostro de papá?...

¿Cuánto han crecido Nadia y Sylvio ya?

Ma, tengo miedo de no volver jamás.

Nadie me necesita.

Acabo de arruinar la misión.

Keith acaba de gritarme. Por alguna razón, esta vez si me afectó. Pero tiene razón, soy un inútil.

Mami, te extraño demasiado.

¿Cómo está la abuela?

Mamá, ¿cómo era tu cabello?

Lance estaba aterrorizado. Cada día olvidaba más y más algo de su familia. No quería olvidarlos... No debía olvidarlos, pero estaba empezando a hacerlo. Él sólo quería regresar a casa. No quería seguir en el espacio, no quería pelear... Pero nadie jamás le preguntaba qué es lo que él quería, así que no tenía opción.
Pero cada día era más difícil. Cada día le costaba más hacer bromas, cada día le costaba más sonreír, cada día le costaba más estar cerca de su equipo, cada día le costaba más pelear. Pero nadie lo notaba, y si lo hacían, poco les importaba.
La brillante chispa dentro de él comenzó a apagarse cada vez más, y más, y más...
Pronto, no quedaría nada más que un muñeco de trapo, completamente vacío por dentro.
Lance siempre había sido algo sensible, pero sabía actuar como si las palabras no lo hirieran, y aveces lograba que no lo hicieran, pero otras veces... Simplemente lo lastimaban más de lo que deberían. Aveces sólo bastaba escuchar una simple palabra para tirarlo todo por la borda.

Mamá, ya no puedo más...

Tecleó entre sollozos, oculto en su habitación, fuera de la vista de todos aquellos que decían ser sus amigos.
Se estaba ahogando, la presión en su pecho era demasiada para seguir aguantandola, y estaba empezando a considerar el sólo dejar que la corriente terminase de arrastrarlo al fondo.
Era lo mejor, no estaba seguro de si alguna vez regresaría a su hogar, pero si lo hacía... ¿Se habría olvidado su familia de él? Ese pensamiento sólo lo rodeaba cada día, haciendo las cosas aún peores.

Mamá, ¿ya se olvidaron de mi?...

A pesar de no quererlo y de no tener la más mínima fuerza ya para hacerlo, Lance se forzaba a sí mismo a levantarse siempre de nuevo. No veía en propósito en hacerlo, pero una pequeña luz aún quedaba dentro suyo, diciéndole que quizás... Quizás su familia aún lo esperaba, quizás aún lo recordaban.
Así llegó finalmente el día donde regresaron a la tierra, el primer día en mucho tiempo donde Lance realmente se sintió emocionado por algo, pero su sonrisa se fue borrando mientras más se acercaban. Había destrucción por todos lados, los Galras habían llegado antes que ellos.
Una vez en tierra, lo primero que hizo Lance fue correr. Corrió, no importandole cuan lejos iba o si alguien lo notaba. Necesitaba llegar, necesitaba verlo con sus propios ojos...
Finalmente, Lance se desplomó frente a su casa, o lo que solía ser un pintoresco hogar, intentando recuperar el aire mientras observaba en shock como todo no era más que ruinas. Su casa, el vecindario entero. Reducido a cenizas. Temblando, y con los ojos llenos de lágrimas logró alcanzar su celular.

Mamá, estoy de regreso. ¿Dónde están?

Tenía que encontrarlos, no podían estar muertos. Quizás habían logrado escapar. Tenía que hacer algo, tenía que... Levantarse una vez más.

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Sé que esto no es Klance, pero bueno XD escribí esto para un concurso en Amino y decidí publicarlo aquí también :v
Un poco de inspiración vino de esto que vi ayer


One Shots Klance Donde viven las historias. Descúbrelo ahora