El Cumpleaños De Lance.

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Ya sé que ya pasó su cumpleaños, shhhhh. Basado en un posible futuro en el universo de mi fanfic "My Blood".
PD. Acabo de ver que no actualizo esto desde navidad. Ups.

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Lance estaba exhausto. Y no sólo físicamente, se sentía completamente drenado en todos los sentidos posibles.
Desde que se había convertido en rey de la Nueva Altea, su vida no había hecho más que volverse más y más ocupada. Las obligaciones de un rey de verdad nunca terminaban, más aún cuándo junto a Coran y Allura se veía en la obligación de reconstruir la civilización Alteana desde 0.
Sin embargo, Lance no se arrepentía de haber aceptado el trono luego que Allura se lo pidiera, argumentando que, después de todo, él era el hijo del verdadero heredero al trono, Allanon. Coran se lo dijo la noche de su coronación, pero una parte de Lance ya lo sabía- su padre estaría orgulloso de saber que había ayudado a liberar al universo de Zarkon como un paladín de Voltron (y el Paladín azul, ni más ni menos, que Allanon también fue alguna vez), y que había asumido la responsabilidad del trono.
Sin embargo, no era el único que tenía que encargarse de una civilización entera ahora- su hermano, Lotor, también había asumido el trono, y ahora era el nuevo líder de los Galras.
Era algo irónico, considerando que en algún punto, ambos fueron de la realeza. Pero para los dos, esos días parecían muy lejanos. Hacía mucho que habían dejado atrás las comodidades de la realeza y habían tenido que viajar, por sí mismos, a planetas a años luz. Cada uno con un propósito: Lotor con el propósito de encontrar a Lance, y Lance con el propósito de sobrevivir y, algún día, regresar a Altea. Pero ahora podían relajarse y regresar a vivir entre comodidades y responsabilidades que venían con ser un Rey.
Lance se preparó para dormir y se metió en la cama junto a un ya dormido Keith. Sin embargo, sólo segundos después, Keith se removió, acurrucandose contra Lance. Este dio una leve risa y rodeó a Keith con su brazo.
—Creí que ya estabas dormido —murmuró Lance.
—Lo estaba... —Keith sonó adormilado, aún sin abrir los ojos.
—Lo siento, no quería despertarte.
Keith negó levemente con la cabeza.
—No lo hiciste. Ahora cállate y duerme, sé que haz estado durmiendo poco toda esta semana.
Lance volvió a reír, pero no contestó. Keith tampoco dijo nada.
—Buenas noches —Lance besó la frente de Keith, rodeándolo con su brazo mientras Keith acomodaba su cabeza en el pecho de Lance.
—Buenas noches... —murmuró Keith.
Y no mucho después, ambos estaban profundamente dormidos.

Lance despertó a la mañana siguiente, dando un bostezo y estirándose, dándose cuenta de que Keith ya no sé encontraba por ningún lugar en la habitación. Lance revisó la hora aún adormilado, saltando de la cama al notar que ya se le había hecho tarde para su reunión matutina con Coran y Allura. Keith debió decidir dejarlo dormir, y probablemente le había pedido a los sirvientes del Castillo que tampoco lo despertaran.
Su prima iba a matarlo.
Lance corrió en dirección al baño, dándose una muy rápida ducha y pasando a cambiarse tan rápido como pudo, apenas teniendo tiempo de arreglar su blanco cabello en el espejo antes de salir apresurado de la habitación.
Para Lance aún era extraño el hecho de que ahora no tenía necesidad de ocultar su cabello y sus marcas Alteanas, pero de vez en cuándo se sentía con ganas de hacerlo otra vez, aunque solamente cuando se encontraba con sus amigos cercanos.
Lance caminó a paso rápido a la sala de reuniones, en este punto, ya no tenía tiempo ni de desayunar antes de reunirse con Coran y Allura. Lance maldijo por lo bajo el tener un novio tan considerado que decidía dejarlo descansar. Aunque se sentía mucho más descansado que el día anterior, ya le agradecería a Keith por eso, pero a la próxima, al menos podría despertarlo antes de la reunión.
Lance entró al salón, una disculpa lista para salir de sus labios, pero quedándose atascada al ver no sólo a sus amigos Paladines ahí, sino que también a su familia. Su familia de la tierra, a quienes no veía desde su coronación.
Rosa, la mujer que lo había adoptado años atrás y a la que Lance llamaba orgullosamente "mamá" fue la primera en llegar frente a él, dándole uno de sus sofocantes abrazos marca McClain.
—¡Lancy, tanto tiempo sin verte, hijo!
—Ma... ¿Qué hacen aquí?
Rosa se separó de él, dándole un leve golpe en la cabeza. Ahí estaba, los cambios de humor repentinos que a Lance en parte le recordaban a su padre.
—¿Cómo que qué hacemos aquí? ¡Es tu cumpleaños, claro que íbamos a venir!
Lance parpadeó confundido.
Su cumpleaños.
Había estado tan concentrado con sus deberes como rey que había olvidado su propio cumpleaños...
Rachel fue la siguiente en aproximarse, y Lance casi se golpea a sí mismo, porque no podía creer que había olvidado su cumpleaños también.
Cuando Lance llegó a la tierra, él y Rachel tenían la misma edad. Extrañamente, el cumpleaños de ambos era el mismo día, y los dos tenían un aterrador parecido, así que, después de un tiempo, Rosa y el resto de la familia sólo empezaron a decir que Lance y Rachel eran mellizos. De todos modos, era más fácil que explicar que habían encontrado a Lance en una cueva y lo habían adoptado.
Rachel prácticamente se colgó del cuello de Lance, haciendo un puchero.
—¿No me digas que olvidaste nuestro cumpleaños? ¿¡Tan poco te importa tu hermana!?
Lance sonrió divertido.
—Tengo cosas más importantes que hacer que recordar nuestro cumpleaños, Rachel.
—¿Ah, sí? ¿Cómo qué?
—Como reconstruir la civilización Alteana y ayudar a mi hermano a hacer lo mismo con el imperio Galra —Lance recalcó la palabra "hermano", ganándose un suspiro indignado de parte de Rachel.
—¿¡Insinúas que yo no soy tan importante para ti como Lo...!?
—Suficiente —los cortó Rosa, empujándolos a ambos en dirección a los demás.
Keith fue el siguiente en aproximarse. Rachel soltó a Lance, dejandole a Keith el camino libre para poder abrazarlo.
Lance miró a Keith con los ojos entornados.
—Tú tuviste algo que ver en todo esto, ¿verdad?
—Coran, Allura, Lotor y yo lo planeamos —Keith se encogió de hombros—. Con lo ocupado que estabas, no me sorprendió que olvidaras que era tu cumpleaños.
Lance hizo un puchero, causando la risa de Keith. Pero antes de que pudiera contestar, el resto de los Paladines y de su familia de la tierra tomaron su turno para abrazar y felicitar a Lance (y Rachel) hasta que finalmente sólo quedó Lotor.
—¿Qué, no vas a felicitar a tu hermano mayor? —se burló Lance.
Lotor fingió una mueca de asco.
—Aún es difícil de creer que seas mi hermano. Y más aún que seas el mayor —Lance le sacó la lengua a Lotor en un gesto infantil—. Por eso dudo de tu madurez, hermano.
—Si tanto asco te da, te tengo buenas noticias: sólo somos medios hermanos, Lotty.
—Qué maravillosa noticia.
—¿Lotty? —interrumpió Allura, divertida.
Ambos se hecharon a reír, y finalmente Lotor se acercó a abrazar a Lance.
Entonces la festividad realmente comenzó. Todos marcharon al gran salón que se usaba para celebrar fiestas. Coran al parecer había hecho que lo decoraran en mitad de la noche;  Hunk había tomado posesión de la cocina y había preparado un gran pastel tan sólo horas antes; Shiro había ayudado a traer a la familia terrestre de Lance; Pidge había ayudado a Coran con la decoración; Lotor, Allura y Keith eran los encargados de distraerlo.
Las siguientes horas fueron todo risas, bailes y diversión.
Lance sonrió, observando a toda su familia junta en un lugar. Su familia Alteana, su familia terrestre, y los Paladines, que también se habían convertido en su familia.
Sus cumpleaños en Altea solían ser muy grandes, después de todo, era el príncipe. Por costumbre, se celebraba un banquete al que asistía todo el reino, pero la persona que más le importaba a Lance era su padre. Lance podría celebrar su cumpleaños solamente con Allanon y estaría feliz, pero él siempre insistió en que Lance se merecía la fiesta más grande.
Después, cuando llegó a la tierra, no sólo sus cumpleaños se volvieron celebraciones mucho más pequeñas, sino que ahora debía de compartir su día con Rachel. A decir verdad, fue un cambio agradable.
Los cumpleaños que había pasado con los Paladines eran aún en menor escala, pero no por ello menos acogedores y agradables. Además, había hecho más amigos en sus viajes salvando planetas de los Galras.
Y ahora, los tres mundos se habían juntado en uno sólo, con toda su familia reunida en un salón del Castillo que vio a Lance crecer, pero ahora el salón no estaba abarrotado de personas, todo lo contrario, era demasiado grande considerando cuántas personas estaban ahí.
Keith lo sacó de sus pensamientos, acercándose a Lance mientras el resto seguían ocupados en la celebración.
—Luces pensativo —comentó.
—Sólo me perdí un momento —Lance le dio una leve sonrisa a Keith.
Este dio un sonido de afirmación, mirando a los demás también.
Ambos se quedaron en silencio un par de minutos, observando a los demás gozar la fiesta.
Pidge y Hunk habían de alguna manera empezado a hacer sonar música en el salón.
Los padres adoptivos de Lance bailaban alegremente al compás de la canción. Coran se encontraba en una esquina de la pista, aplaudiendo alegremente ante la música. Matt había logrado arrastrar a su hermana a bailar con él, muy para disgusto de Pidge. Shiro y Adam bailaban a paso lento junto a ellos, Adam riendo ante los ridículos pasos de Matt. Hunk se encontraba divertido ante la expresión de pocos amigos de Pidge, aún haciendo el papel de DJ. Rachel también había arrastrado a su hermano mayor, Marco, a bailar con ella. Y finalmente estaban Lotor y Allura, que se mecían suavemente al ritmo de la música.
A Lance aún le costaba un poco entender cómo es que esos dos terminaron siendo pareja, especialmente considerando cómo empezaron las cosas entre Lotor y Allura. Pero de nuevo, era la misma historia que la suya con Keith. Ambos empezaron odiandose, y ahora...
Keith se apego a él, una sonrisa traviesa en su rostro.
—¿Sabes? Aún te tengo otro regalo. Pero tendrás que esperar a esta noche...
Un escalofrío recorrió a Lance.
—No puedo esperar...
—Por ahora... —Keith tomó su mano, jalando a Lance en dirección a la pista de baile— Vamos a unirnos a la fiesta.
Lance dejó a Keith arrastrarlo a la pista junto a los demás, un sólo pensamiento en su mente: ese era de sus mejores cumpleaños de toda su vida.

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⏰ Última actualización: Aug 04, 2020 ⏰

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