Dimensión Paralela

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Nadie del equipo Voltron entendía exactamente cómo habían terminado así, con una niña de 13 años y dos niños de Ial parecer 8 años, idénticos cómo dos gotas de agua, sentados en la plataforma que usualmente Allura usaba para pilotar el castillo.
Uno de los niños intentó bajar de la plataforma, pero la mayor de los 3 se lo impidió.
—Leo... —murmuró—. Ahora no.
El mencionado frunció el ceño, pero se quedó en su lugar.
—Muy bien, ¿qué secede aquí? —preguntó Lance.
Allura se inclinó un poco hacia adelante y les sonrió a los tres menores.
—Hola, soy la princesa Allura de Altea. ¿Quiénes son ustedes?
—Sabemos quien eres, tía Allura —dijo al parecer Leo.
—¿Tía? —repitió esta con confusión. El niño asintió con entusiasmo.
—¡Leo! —volvió a llamarlo por su nombre la que parecía ser su hermana mayor—. Sabes lo que papá dijo si cruzábamos por accidente a otra dimensión. Nada de hablar con las personas del otro lado.
—¡Pero Karoline! —protestó este—. No hay nada extraño sobre este lugar, es igual a cómo es nuestra casa.
—Nuestros padres siempre dicen que escuchemos a Karoline cuando ellos no están —dijo el otro niño, que hasta ese momento había estado cayado.
—¿Ves? Lían lo hace, deberías seguir su ejemplo, Leo —reclamó Karoline.
—¿Son de otra dimensión? —preguntó con curiosidad Hunk, interrumpiendo aquella clase de pelea que se había formado entre los hermanos.
—Sí, una igual a esta —contestó Leo.
—¡Leo! —Karoline soltó un suspiro.
—¿En serio? ¿Son completamente iguales? —preguntó ahora Pidge.
—Síp... Aunque ustedes son más... Viejos ahí.
—Mencionaste que soy tu tía —interrumpió Allura—. Y dijiste algo sobre tu padre, ¿quién es él?.
Leo apuntó a Keith con su pequeño dedo.
—¿¡Qué!? —Keith dio un paso atrás.
—Vaya, Mullet, quien lo diría... —se burló Lance.
—Y tú eres mi otro papá —Leo apuntó ahora a Lance.
—¿¡Qué!? —saltó ahora Lance—. ¡No, imposible! ¿Keith y yo...? ¡No, me rehuso a creer eso!
—El sentimiento es mutuo —gruñó Keith.
—Bueno, eso explica el parecido —dijo Pidge, mirando con atención a los tres.
Karoline tenía la piel clara y el cabello negro cómo Keith, pero claramente sus ojos azules eran los mismos de Lance. Ambos gemelos eran, sin embargo, idénticos a Lance. Compartían el color de ojos de su hermana, y los demás rasgos eran igualmente los de Lance. Desde el tono de piel y el cabello hasta algunos de los rasgos faciales de ambos.
—Leo —volvió a decir Karoline en tono de regaño.
—Ellos querían saber —se defendió Leo, cruzándose de brazos.
—¡Pero no se suponía que se los dijeras! —Karoline comenzó a regañar a su hermano menor mientras que el otro sólo se cruzaba de brazos con expresión neutral.
—Okay —interrumpió Pidge—. ¿Porqué no nos cuentan un poco más de ustedes? Quizás así podremos ayudarlos a regresar a su dimensión.
Karoline miró a Pidge algo recelosa.
—Nuestros padres dicen que...
—Sus padres también están aquí, ¿cierto? —Pidge apuntó con la cabeza a Lance y Keith, que seguían murmurando cosas sobre el otro—. Entonces no veo ningún problema, prometo que no les haremos daño.
Los tres niños intercambiaron miradas y finalmente Karoline asintió, indicando que hablaría.

Un rato después, habían descubierto que al parecer la diferencia entre sus dimensiones no era mucha, bueno, de echo parecía la misma dimensión, sólo que unos 15 o 14 años en el futuro. Y con la diferencia de que Keith y Lance tenían 3 hijos.
—Me niego —volvió a decir Lance una vez Karoline terminó su historia, con los brazos cruzados sobre el pecho y una expresión entre desagrado y enfado en el rostro—. Jamás me casaría con alguien cómo... Cómo... ¡Cómo Keith!
—No tengo muchas ganas de casarme contigo tampoco, Lance —murmuró Keith, molesto.
—No están casados —interrumpió Karoline—. No aún, al menos. Están comprometidos desde hace 7 años.
—¿Y porqué no se casan aún? —preguntó Allura, curiosa.
—Papi le prometió a papá que se casarían cuando regresaran a la tierra —contestó Karoline. Para ese punto, ya habían entendido que "Papi" era Lance, y "papá" era Keith.
—¡Papá dice que lo harán en la playa! —saltó Leo, emocionado—. Porque papi extraña mucho la playa.
Keith miró a Lance y después desvío la mirada algo incómodo, Lance haciendo lo mismo e intercambiando miradas con Keith por un segundo.
—Bueno, investigaré un poco para descubrir cómo terminaron aquí y una manera de regresarlos a su dimensión —dijo Pidge mientras se acomodaba sus lentes sobre el puente de su nariz—. Mientras tanto, sus padres pueden cuidarlos, ¿verdad, chicos? —dijo Pidge con malicia.
—No pienso... —Hunk le dio un codazo a Lance para callarlo y éste lo miró mal, Hunk hizo una ceña en dirección a los niños, los cuales lo miraban con atención. Lance frunció el ceño y aclaró su garganta—. Digo... Claro —contestó de mala gana.
Keith, ni si quiera se molestó en contestar.
—Muy bien. Hunk, Coran, ¿pueden ayudarme? —los mencionados asintieron y se fueron con Pidge.
—Yo iré a la sala de entrenamiento —Shiro se retiró también.
—Y yo tengo que revisar algunas cosas del castillo —Allura igualmente se escabulló, dejando a Keith y Lance solos con los niños.
Keith rodó los ojos con fastidio cuando notó la "estrategia" de sus amigos para dejarlos solos con los niños.
—Entonces... —Lance se aclaró la garganta y se sentó frente a los tres menores—. ¿Porqué no nos cuentan sobre ustedes? —Lance sonrió levemente, podría no gustarle el futuro alternativo del que venían esos niños, pero igualmente eso no significa que debiera tratarlos mal. Eran sus hijos después de todo... Bueno, sus hijos y de Keith, por más que a Lance no le gustase eso.
Lían y Leo intercambiaron miradas antes de mirar a Karoline. Al parecer, ella al ser la mayor era la que tomaba las decisiones por sus hermanos aveces. Karoline miró a Lance y asintió con una leve sonrisa.
—Muy bien.

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