Capítulo 20

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Siete meses después...

Ha pasado muchísimo tiempo desde todo lo que Brendon tuvo que pasar.

Todo marchaba muy bien, Spencer y Linda esperaban a una bebita, a Evelyn le iba genial en la compañía, Jayden había vuelto de su viaje luego de dos meses y Brendon pensaba que moriría si pasaba otro mes y este no llegaba. No podían faltar Josh y Tyler, quienes se iban a casar dentro de un par de meses.

Brendon, por otra parte, claramente se traía lo suyo con Jayden. Realmente no eran nada aún, ni novios, ni amigos con privilegios. Se lo estaban tomando con mucha calma, sin nada de prisa.

En cuanto a Dallon Weekes, digamos que no la estaba pasando del todo bien.

No se sentía feliz, ni siquiera por su propio hijo que vendría al mundo dentro de dos meses y no sabía la razón.

Él castaño no había podido dejar de pensar en Brendon y de aquel día en aquel ascensor.

Durante estos largos meses le había hechado de menos, lo entrañaba y aún lo sigue extrañando.

- Mi amor, necesito ir a la compañía de Evelyn, tengo que ir por la ropita de James...-

Así es, esperaban a un varón, quien se llamaría James Weekes.

- Si quieres voy yo en tu lugar, así te quedas en la casa descansando. Recuerda que debes mantener reposo.-dice con la esperanza de que su esposa se lo permitiera.

- Me harías un gran favor, hoy no me siento muy bien.-

- Por eso me ofrezco, quiero que te sientas bien.-le dice sonriente.

Se acerca a esta y le da un corto beso en los labios.

-Te avisaré en cuanto tenga la ropa de James en mis manos.-

Ruth asintió y finalmente él castaño se retiró.

Por otro lado,  Brendon y Jayden se encontraban almorzando en el auto del rubio.

- Me encanta, creo que es algo más personal, más privado para ti y para mi...-dice él pelinegro antes de darle un mordisco a su hamburguesa.

- Nunca lo había pensado de esa manera. Comer en un auto, siempre lo vi como "apuros", pero tienes razón. Comer en un auto lo hace aún más privado, me gusta.-dice para luego darle un sorbo a su refresco.

Brendon asiente, ya que tenía toda su boca llena debido al gran mordisco que le había  dado a su hamburguesa.

Él rubio se quedó contemplando al contrario con su mirada.

Le encantaba verlo de esa manera, tan tierno y contento, tan tranquilo.

- Me encantas...-dice Jayden.

Brendon termina de masticar y tragar, para luego mirarle.

- Eres hermoso de cualquier manera en la que estés...-

El sonrojo no tardó en recorrer las mejillas de él pelinegro.

Jayden soltó una pequeña risa.

- Sonrojado te ves aún más lindo...Eres perfecto...-

- Ya basta Collins...Me haces sentir vergüenza...-dice mientras sonríe tímidamente y aleja se mirada del contrario.

- Mira un tomatito, mira que precioso.-dijo para luego seguido acercarse al menor y hacerle cosquillas en el cuello.

- ¡Noo Jay!...¡Basta!...¡Vomitare el almuerzo!...-decía entre risas.

En cuanto a Weekes, había llegado a la compañía de Evelyn.

Pero no había visto aún a Brendon y no iba a mover ni un dedo hasta ver al menor.

Así que tomó asiento en una de las sillas que daban vista al ascensor, justamente cuando clavó su mirada en el mismo vio salir de este a Spencer.

Él contrario al ver la presencia del castaño rápidamente puso un semblante serio.

Dallon no perdió ni un segundo cuando se levantó y se acercó al mejor amigo de su ex-amante.

- Spencer...-

- No, sea lo que sea no...-dice evitando que Dallon dijera alguna otra palabra.

- Solo quiero saber si Brendon está, no le diré  nada. Solo quiero verlo aunque sea de lejos...Por favor Spencer...-dijo suplicando.

Spencer lo miró fijamente a los ojos y se podía notar a leguas la tristeza en sus ojos.

- Él está aquí, llegó hace media hora...-dice resignado.

Él más alto lo miró extrañando.

- Pero pasé por su escritorio y no se encontraba allí...-

- Debe estar en la oficina de Evelyn...-

Dallon asintió.

- Gracias Spencer...-

Spencer asintió poco convencido.

Dallon se dirigió a la oficina de Evelyn, pero mientras lo hacía vio algo totalmente inesperado.

Tal escena hizo que él más alto frenara en seco, comenzando a sentir diferentes emociones.

Viendo como él pelinegro rodeaba con sus brazos el cuello del contrario mientras le sonreía tiernamente.

Como en un pasado le hacía a él, pero claro que eso no fue lo que le partió el corazón,  si no la siguiente acción del menor.

Viendo como se acercó a los labios de él contrario para juntarlos en un beso.

Eso había sido el golpe de remate en su pecho.

Quería ir allá, romperle la cara al rubio y tomar a Brendon,  quien una vez fue suyo.

Pero claro que ninguna de estas dos cosas podía hacer, Brendon no le pertenecía hace mucho tiempo, lo había perdido y aún no lo superaba.

Sé odiaba así mismo por no tener el valor de expresar sus sentimientos y decirle a todos quien era en realidad, eso lo aterrorisaba.

- ¿Qué te trae por aquí Weekes?-preguntó Evelyn detrás del mismo, sacándole de sus pensamientos. - ¿Vienes por la ropa del bebé?...-

Dallon asiente con su mirada pérdida.

- Ven, acompañame...-

Dallon antes de seguir a la pelinegra miró por última vez a Brendon, quien ahora le acariciaba el pelo al otro.

Finalmente se retira, siguiendo a Evelyn hasta un cuarto de ropas.

Esta busca en unos bolsos hasta que encuentra la indicada para extendersela a Dallon.

- Hechos como tú esposa lo pidió, quedaron preciosos...-

Dallon no dijo nada y se dedicó solamente a tomar el bolso, se acercó a la puerta decidido a marcharse pero es detenido por la voz de la mujer tras él.

- Les va muy bien hasta ahora, así  que por ninguna razón vayas a dañar lo que han logrado Jayden y Brendon. Merece ser feliz junto a alguien que no le avergüence ser homosexual, alguien que tiene el valor de decirle a todos que lo quiere.-

Él castaño cerró sus ojos fuertemente ante tales palabras, vaya que había sido un error ir por la ropa del bebé.

Antes de que pudiera abrir la puerta, la misma se abre dejando ver a ambos chicos antes mencionados.

Brendon al ver al castaño se quedó inmóvil, perplejo, hace muchos meses que no le veía.

Pero los ojos azulados del más alto se iluminaron por completo al ver al pelinegro, vaya que lo extrañaba con intensidad.

Quería abrazarlo, besarlo y acaricearlo.

No podía ocultarlo, lo amaba, Dallon amaba a Brendon con todas sus fuerzas, con todo su corazón. Se había convertido en su perdición.

He Like That [Brallon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora