Sinceramente no sé cual demonios es el problema con mi familia de levantarme temprano. ¡Hello! Odio las mañanas, odio que me despierten y odio esos gritos de retrasadas que tienen mis hermanas.
Abro los ojos maldiciendo desde temprano a todo lo maligno que me haya enviando a Rin y a Kikyo. La puerta de mi habitación se abre y una melena roja como el fuego aparece en mi campo de visión.
—Kagome, Dios mio, lo siento—miro a mi prima Ayame Higurashi quien está llorando como la retrasada que es.
Pero mi pregunta es ¿por qué de disculpa? Mi apestoso mal olor de boca por las mañanas me acompaña. Me quito la lagaña mañanera mientras bostezo y me estiro. Lo único que tengo a mi alcance es una mini bocina que Rin dejó anoche luego de que me acompañara a escuchar canciones corta venas.
No lo dudo y se lo lanzo a Ayame quien se abaja y me mira horrorizada.
—Sabes que odio que me levanten—la señalo con mi dedo y mi voz es asquerosamente ronca.
—Pobrecita está sufriendo—la miro raro—ya Rin y Kikyo me contaron todo—ella sorbe su nariz—siento tanto que Inuyasha te halla rechazado—abro mis ojos como platos.
—¿Disculpa?—murmuro sin dar crédito.
—Ay Dios, el dolor la está volviendo loca—rasco mi nuca mientras analizo sus palabras.
—¿Quién me rechazó?—ella solloza y maldigo para mis adentros por la anormal familia que tengo.
—Inuyasha—sonrío y me levanto como poseída. Tomo dos tacones y camino fuera de la habitación—¿Kagome?—antes de que ella pueda reaccionar miro a Kikyo y a Rin reír. Lanzo un tacón a cada una que esquivan con esfuerzo.
—Así que me rechazaron—digo como una loca psicópata.
—¡Mamá Kagome enloqueció!—el grito de Kikyo me sobresalta.
—Esta vez ni mamá te salvará perra miserable—gruñó corriendo escaleras abajo, pero como soy yo, termino rodando por ellas—mierda—termino en el primer piso—joder—murmuro al sentir dolor.
—¿Ya moriste?—pregunta Rin—di que si para Kikyo y yo compartir tu fortuna—Kikyo la mira mal.
—Si ella te responde es porque sigue viva Rin, mejor que ni responda así aunque este viva, estará bajo tierra y nosotras con su fortuna—Rin sonríe.
—Eres una genio—ella chocan sus puños.
—Lo sé cariño, me siento única y especial—me siento gimiendo de dolor.
—Malditas escaleras que me odian—gruñó molesta.
—Por cierto Kag, Akitoki Hoyo está en la cocina hablando con mamá—mis ojos se abren—al parecer quiere invitarte a salir—menciona de manera distraída.
El mundo gris que traigo desde la palabras dedicadas por mi padre e Inu No desde hace días desaparecen para que se abra uno lleno de mierda de unicornios y focas retrasadas.
—¿De verdad?—pregunto feliz.
—De verdad, de verdad verdades—dice Rin haciéndome rodar los ojos por las pendejadas que dice.
—Claro, eso es igual a la lógica logística—golpeo mi frente al escuchar a Kikyo.
—Me iré a quitar la mugre—corro más rápido que flash para mi habitación.
Cuando entro veo un lindo vestido sobre la cama y a Ayame buscando zapatos.
La ignoro, luego le agradezco. Entro al baño y hago todo a tiempo récord. Me cambio y me hago una trenza para luego bajar las las escaleras con estilo.
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Alocado Matrimonio
FanfictionKagome odia a Inuyasha ¿Por qué? Porque él la dejó por una española que en realidad no es española ya es que japonés. Una broma algo pesada es lo que desata que los padres de ambos adultos finjan perder ganancias y de esta manera inventar algo total...