Alocado Matrimonio

capítulo 31: +18

Mis labios acarician los suyos para que mi lengua salga y se pasee de manera lenta. Inuyasha sujeta mi cintura y es quién muerde mis labios buscando un beso real. Mis labios besan los suyos de manera lenta y pausada. Una de las manos de Inuyasha suben a mi cuello y luego suben para hundirse en mi pelo. Ladea la cabeza para besarme con más profundidad, dejando que su lengua dance con la mía en un baile erótico que no hay más que encender la pequeña chisma que necesitamos para incendiarnos como hace tiempo queremos hacer. Sonrío en medio del beso y él chupa mi labio inferior, me aparto para mirarlo. Sus ojos están oscuros como supongo deben estar los míos.

—¿Estás segura Kagome?—pregunta mirándome—porque dudo que pueda ser tierno y dulce—mueve sus caderias y jadeo al sentir su erección en mi entrepierna.

—Estoy segura, ya deja de hablar y hazme tuya—Inuyasha hace un giro rápido y me deja acostada en el mueble con él sobre mi. Mis piernas se abren para que él encaje mejor entre ellas.

—Es bueno tener tu consentimiento—sus labios vuelven a los mios y le respondo con total desesperación, en mi mente solo tengo a Inuyasha. Necesito sentirlo, sentir todo de él contra mi.

Mis manos se envuelven en su pelo y muerdo sus labios. Él lame los mios y sus besos hacen su camino viajando lejos de mis labios. Comienza su recorrido por mi cuello donde se encarga de volverme nada. Lame, chupa, muerde y besa toda el área.

Sin decir nada se detiene y se levanta. Lo miro confundida, pero luego me tiende la mano y me levanto tomándola. Él me acerca y toca mi trasero con deseo. Me besa ubicando sus manos para alzarme. Enredo mis piernas en su cintura y dejo que él nos guíe, espero que por su calentura no nos deje caer. Él me sigue besando y un grito de horror sale de mis labios al casi caer por las escaleras.

—Mierda, eso estuvo cerca—murmuro y él se recupera.

—En las películas parecía mucho más sencillo hacer esto—comenta y me carcajeo viendo como él continúa subiendo conmigo encima.

Cuando estamos arriba nos conduce a la habitación y sentándose conmigo ahorcadas de su cuerpo me besa. Sus manos inmediatamente quitan mi blusa y me muerdo los labios al ver la mirada oscura que tiene. Su dedo indice recorre desde mi cuello hasta mi ombligo, me pone nerviosa, excitada. ¡Este hombre me pone como él quiera! Sus labios curvan una sonrisa peligrosa. Me besa los pechos sobre el sujetador, para luego quitarme el sujetador y ver cómo sus ojos se oscurecen más.

—Mi fantasía adolescente—comenta y abro los ojos para mirarlo—fantaseaba mucho con tus pechos Kag—ruedo mis ojos.

—¿Y con mi culo también?—pregunto irónica.

—No tenías nada de culo antes, ahora tienes un culo decente—me regala una sonrisa burlona y quiero partirle la cabeza, pero entonces sus dedoa tocan mis pezones y muerdo mis labios.

Sua labios sustituyen sus dedos y siento la calidez de su lengua rodear mi pezón izquierdo. Echo la cabeza hacia atrás cuando las sensaciones me hacen gemir. Inuyasha es implacable y chupa, lame y luego muerde. Miro como mi pezón se pierde en sus labios y eso hace que me humedezca cada vez más. Mis manos recorren su cuerpo y al sentir la tela lo aparto de mis pecho para arrancar su camisa. Lo hago caer e inmediatamente beso su cuello bajando por su pecho. Inutasha palmea mi trasero y eso solo me enciende más, siento mi cuerpo caliente.

Me encargo de su pantalón y bajo de la cama para quitárselo. Cuando lo quito estoy bajo Inuyasha con un movimiento rápido quien quita con desesperación mi pantalón. Quita mis bragas y me tiene desnuda frente a él. Me detalla, cada espacio de mi cuerpo, no me avergüenzo de mi cuerpo, desde temprana edad mi madre nos enseñó a amar nuestro cuerpo antes de dejar que otros lo amaran. Respiro agitada cuando él besa mis rodillas y sube hasta la cara interna de mis muslos.