Get Away || KookGi

Capítulo 12

YoonGi le agradeció adecuadamente al rubio por haber ido a buscar a su pequeño al colegio.

Una vez que los tres estuvieron sentados en la característica mesa de aquella conocida marca de comida, los dos mayores entablaron una amena charla, jugando de vez en cuando con el infante que estaba sumido con sus pequeños juguetes.

--- ¿Por qué llegaron tarde? --- cuestionó el azabache mientras bebía un poco de su vaso.

--- Tuve algunos inconvenientes.

--- ¿Te perdiste, NamJoon? --- la sonrisa que ahora tenía era de completa burla.

--- No, no eso... sólo que pensé que Akemi tenía tu mismo apellido.

Las tersas mejillas del pálido tomaron un leve color carmesí. Dio un gran mordisco a su hamburguesa y llenó su boca de comida, evitando hablar del tema.

--- Él es Jeon... --- dijo con cuidado el hombre más alto --- pensé que su padre no sa-

--- Su padre no lo sabe. --- lo cortó.

--- ¿Entonces como Akemi tiene su apellido? --- el tono de voz de ambos iba disminuyendo, tratando de no llamar la atención del castañito. --- para tenerlo él se lo debe haber puesto su padre.

--- El que le puso su apellido fue el abuelo, o sea, el padre de su padre. --- contestó con nerviosismo.

--- ¿Y cómo es que su abuelo si sabe de su existencia pero no su propio padre? --- preguntó algo alterado.

--- Las cosas hace 8 años atrás fueron un caos. Algún día te contaré con detalle, ahora sólo concéntrate en comer, Kim.

--- ¿Y Akemi conoce a su abuelo?

--- Lo conoce.

--- ¿Y ése hombre nunca piensa en decirle a su hijo que tuviste a su bebé?

--- No lo sé, él murió hace dos semanas. Si tenía planeado decírselo, ya no podrá, y particularmente, no quiero tener vínculos con ése Jeon.

NamJoon, aún con más dudas en su cabeza decidió no preguntar más.

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--- Bien, bebé, vendré a buscarte a penas salga del trabajo.

--- Está bien, papi. --- besó las mejillas del azabache. --- ¡Te amo!

--- Te amo mucho más.

YoonGi con mucha pena dejó a su bebito en la casa de sus padres. Cada vez sentía que le costaba más desprenderse de su lindo niño.

Emprendió camino hasta su trabajo, donde asumía, NamJoon ya debería estar allí.

Le había costado demasiado olvidarse de todo lo sucedido en los primeros años, y creía que aún no estaba listo para recordarlo.

Las cosas habían tomado un rumbo tan inesperado que hasta le daba miedo pensarlo. Había días en los que Min se sentaba sólo con sus pensamientos y temía, llegaba a pensar que tal vez todo sea un sueño y él jamás hubiera tenido a su solecito.