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Hoseok tenía una gran paciencia para enseñar, se tomó la molestia de investigar y aprender los temas para enseñarle de una manera muy fácil al castaño.

Pasó dos horas con el menor explicándole los procedimientos de varios ejercicios, mientras degustaba de las golosinas que le trajo hace unos minutos.

—No entendiste ¿No es así? Debes de usar estas fórmulas.

—Pero... Pero... es mucho...

—No hay peros, hazlo... De aquí no te vas si no lo terminas. Apúrate, que tengo cosas que hacer...

—Me estas corriendo, pero quieres que termine esto, ¿Cómo quieres que me vaya? Además, esta zona es peligrosa y el último autobús esta por dejarme. Por favor, Hoseok...

—Maestro Hoseok...

—Maestro Hoseok. Por favor -juntó sus manos para rogarle al demonio de Hoseok.

—Esta bien, vete. Ya me aburriste.

El menor sonrió, agarró sus cosas y las metió en su bolso que trajo.

—Gracias Hoseok... ¿Nos vemos mañana?

—No lo sé, si estoy de humor y dime "Maestro Hoseok".

Bajó de las escaleras sin que el mayor lo siguiera y contento de haber aprendido algo en esas dos mínimas horas. Ya era de noche y algo llamó su curiosidad al salir, en esa casa no había nadie excepto por el mayor, tal vez era como su madre que llegaba en las noches para cenar con él solamente.


Se desplomó en la cama del ático, esta vez no quiso molestarlo mucho, por eso lo dejó irse temprano. La casa se sentía vacía, más de lo que era, recordando que solo él llenaba todo el lugar. Bajó hacia la cocina para prepararse algo de comer,  poder bañarse e ir coger con quién sea después.

Esa había sido su rutina, no había alguien que lo regañara o esperara, hacía lo que quisiera y lo que quería.




Después de tomar el último autobús miedoso que lo asaltaran llegó a su solitaria casa, entró sin poder ver a su madre, ya que faltaba unas horas para que llegara del trabajo. Se cambió de inmediato para preparar su cena, puso música a todo volumen para que llenara el lugar y se dispuso a hacer esa noche más amena.

Su madre no llegó para cenar con él, era normal que lo dejara esperando. Se subió a su habitación para darse una ducha y terminar sus trabajos de la universidad, incluyendo los apuntes de las asesorías. Le gustaba tener buenas calificaciones, aunque le resultaba complicado, porque debía que repasar una y otra vez los temas para no olvidarlos, en cierta forma admiraba a Hoseok por comprender con facilidad y no olvidar nada como a él le pasaba.

Cerró su computadora dispuesto para dormir, revisó sus últimos mensajes encontrando los de Minho deseándoles buenas noches, sonrió porque su novio se preocupaba por él, le contestó con muchos mensajes y emojis. Se quedó un momento en línea pensando en si hacerlo o no.

Hola papá, buenas noches, espero que estés bien.... ¿Cómo te ha ido en el día?

Borró aquel mensaje y volvió a escribir.

Hola papá. Buenas noches.

Sin esperar alguna respuesta a sus tantos mensajes, lo dejó.



*

Ese chico de cabellos negros sedosos y mejillas regordetas caminaba solo por la universidad, le gustaba estar allí sin que nadie le moleste, tampoco tenía problema en ello, porque nadie se le acercaba.

En la mañana se compró un paquete de galletas de chocolate, sería estupendo que las comiera con leche, pero no la tenía en ese momento, así que tuvo que resignarse en comerlas solamente con sus manos, se sentó en un lugar estrecho para comerlas allí, le gustaba ese tipo de lugares.

Mientras llevaba a su boca esas dulces galletas un par de chicas empezaron a murmurar cosas acerca de los chicos de último grado, de los jugadores de fútbol y de los de la facultad de arte donde él iba, si él estaba estudiando danza.

Se movió un poco de su lugar haciendo algo de ruido con sus zapatos, que hizo que el grupo de chicas se sorprendieran y abrieran los ojos al verlo, por lo que decidieron quitarse rápidamente de él. No es que fuera chismoso y se pusiera a investigar a todas las personas, él no hacía eso, pero ese tipo de situaciones eran constantes, en sus incontables ocasiones cuando estaba en la universidad para pasar el tiempo fuera de casa y degustaba algún manjar a solas en sus lugares estrechos podía escuchar la conversación de varios grupos de personas, no entendía que se traían todos en criticar y saber de la vida de otros, por eso al verlo huían, porque sabían que él escuchaba todos sus secretos.

Aunque él nunca se pondría a criticar y usar toda la información que sabía para chantajear a alguien o para que hicieran algo por él, bueno había sus excepciones con su amigo que le ayudaba a convencer a Hoseok y un rubio de piel blanca, del que si quería saber.

Allí estaba Min Yoongi, conocido como "Suga", aquel chico era muy popular entre las chicas, pero no era de salir con ellas, y por lo que se enteró solo algunas habían tenido sexo con él, confirmando que era bueno en la cama. Lejos de eso, también era muy carismático y bromista, responsable con sus estudios de Derecho, aunque haya reprobado una asignatura y que Hoseok lo haya ayudado. No podía negar que ese chico le era atractivo tan solo verlo al caminar con esos pantalones negros y camisa de color.

Era uno de los pocos diferentes de la universidad y casi misterioso como él, porque tampoco aquel chico hablaba, criticaba y quería saber de la vida de los demás. No, él se mantenía callado a su vida personal y respetando la de los demás.

No se dio cuenta que sus pensamientos le distrajeron demasiado viendo que él mayor se acercaba hacia su lugar rápidamente, lo único que podía hacer era ocultarse en ese estrecho lugar y esperar que terminara de pasar.

Calculando el tiempo que caminara se quedó en ese lugar, posterior salió sintiendo esa rara sensación en su estómago y quería saber si eso se trataba de gustar de alguien.

—Jimin -volteó para ver a su amigo Taehyung sonriente como siempre, parece que le fue bien con el castaño obscuro.

—Hola Tae.

Taehyung logró observar que al nombrar el nombre de su amigo otro volteara también hacia ellos, se había dado cuenta que su amigo era temible por lo que sabía y varias veces era rechazado e incluso le habían apodado "Pequeña rata", algo despectivo para su amigo que no hacía daño a nadie. 


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Un poco de la vida secreta de Jimin

Paz

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Rabitta

Enseñando al Nerd (HopeV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora