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El fin de semana llegó y eso significaba poder ir más temprano a sus asesorías, ahora que estaba aprendiendo a un ritmo muy rápido. Todavía no terminaba de creer que el mayor aceptara, siempre quería compensarlo y por eso, esta vez estaba llevando algunos instrumentos para que aceptará su cambio de imagen que tanto le decía, aunque no quisiera, pero él se había hecho conocer por su persistencia y eso haría con el mayor de nuevo.

Checó su celular viendo que su novio Minho lo llamaba y la tomó contento.

—Amor, que te parece ir a cenar. Estoy ansioso por verte -le dijo el moreno a su novio.

—Min, ya te había comentado que necesito esas asesorías con Hoseok, gracias a él estoy avanzando muy rápido. No creo salir hoy.

—Vamos amor, solo será un ratito y después te llevo con él ¿Sí?

—Está bien -terminó aceptando a su adorado novio.




Se cambió para ir a cenar con su novio y preparó su mochila en la que iría por las asesorías con el mayor. Minho llegó puntual y como siempre fueron a esos lugares caros.

—¿Cómo te va amor?

—Super bien, Hoseok es bueno explicando.

—Ya tienen bastante confianza para decirse por sus nombres.

—No, yo le llamó Maestro Hoseok – el moreno rio-

—Eso es más raro que decirse por sus nombres, sí que es peculiar. Nunca me lo imaginé enseñando y menos contigo, él es bastante serio y amargado, y tu alegre e hiperactivo.

—Amor ya deja de reírte y comamos -no le agradaba que recalcara sus diferencias con su maestro. Por que lo eran.

—Es que me da risa lo diferentes que son, cómo puede enseñarte y tu aprender -Taehyung le dedicó una mirada amenazadora a su novio —Ya me calmo, ¿Todavía quieres ir allí? -el menor asintió —¿Y cómo piensas quitarte de su casa?

—Tomaré el autobús.

—Bien, si quieres que te vaya a buscar solo llámame.

Cenar con su novio le llevó más tiempo del que pensó, Minho no dejaba de besarlo y queriendo una vez más tener sexo, pero Taehyung no se lo permitió de nuevo. Ahora estaba retrasado por una hora y media, y en su mente ya empezaba a rondar la imagen del mayor enojado por su tardanza, también era su culpa porque no tenían sus números para comunicarse.

Si lo estaba, muy enojado que ese castaño no le avisaría que no iría, allí recordó que no tenía su estúpido número, porque no se lo había pedido en ningún momento. Hoseok si tenía un genio, por eso se había desquitado con algunas de sus cosas, no estaba molesto que no lo viera, sino que por su culpa canceló su salida al bar para coger con un chico dispuesto a tener sexo en la noche.



Un auto estacionar y unos golpes a su puerta hizo que bajara de su habitación para ver quién molestaba a esa hora. Miró por la ventana, allí estaba el señorito forrado de dinero y el señorito tengo un novio rico y no me importa avisarle a mi maestro que llegaré tarde. Tragó su enojo para evitar una pelea con el tal Choi y abrió la puerta sonriendo falsamente, misma que le causó miedo al menor.

—Hola Choi, hola Kim. ¿Hoy tomarás asesorías? -preguntó haciendo su mejor sonrisa mientras que sus ojos estaban cerrados tenebrosamente.

—Si, Maestro Hoseok. Una disculpa por llegar tarde, pero quiero tomar las asesorías también hoy ¿Se puede?

Enseñando al Nerd (HopeV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora