Taehyung es un estudiante de universidad que había reprobado, de nuevo, que ni con asesorías y la ayuda de sus amigos había logrado pasar. Estaba desanimado por tal vez no llegarse a graduar por esa asignatura, pero su sufrimiento fue detenido cuand...
Los sonidos de la mañana llegaron a sus oídos, después que la lluvia cayera toda la noche los pájaros salían felices a cantar donde hubiese árboles y precisamente su casa las tenía, no eran molestos, le gustaban y más si eran cerca de su lugar favorito. Respiró antes de abrir los ojos sintiendo el aroma de unos cabellos y una cálida respiración chocar en su desnudo pecho, adormilado se obligó a abrir los ojos para ver esa bella escena; sus pupilas se toparon con unos cabellos castaños rebeldes ir por todos los lados, bajó su mirada observando esos largos brazos rodear su torso como si fuera una suave almohada mientras que uno de sus brazos lo sostenía y acercaba a su cuerpo. Las sábanas estaban tapando sus cuerpos sin dejar de estar enredadas en sus piernas, una pierna del menor estaba sobre las suyas de una manera curiosa por la que solo pudo emitir una sonrisa. Aun cuando una de sus manos lo sostenía, la mano suelta tuvo la necesidad de tocarlo y acariciarlo, así lo hizo, sus dedos pasaron por las mejillas, haciendo suaves círculos allí provocando que el castaño se removiera sin despertarse, de pronto sus labios se unieron a la apreciación depositándose en la frente del menor dejando un delicado beso al mismo tiempo que su mano se deslizara por los brazos deleitándose de esa acanelada piel hasta ubicarse en la cintura que acarició de igual manera, estaba dichoso por tener un hermoso genio durmiendo en sus brazos.
Se sentía realmente bien despertar con alguien que lo abrazara fuertemente como almohada, su corazón estaba feliz si se trataba de Taehyung y emocionado por esas sensaciones surgir a tempranas horas de la mañana.
—Amor —susurró bajo, besando de nuevo esa frente que solo se removió un poco ante el sonido, esta vez también estaba durmiendo como un tronco. Podría quedarse todo el día apreciando y amando ese cálido chico, pero en unas horas tenía que ir a la editorial y dar presencia de su duro trabajo de varias semanas, hoy haría su primera publicación y no debía faltar. Con molestia ante sus responsabilidades dedicó un momento para acariciar esa acanelada piel y darle un beso en sus hombros apreciando en sí a la persona; su brazo acomodó al castaño en su cama tapándolo con la camisa que se enredó en sus cuerpos y posterior las sábanas que los cubrían. Tuvo que quitar el brazo en su torso lamentándose por esa acción y en poco se había deslizado en la orilla de la cama dejando ese cálido cuerpo, le dio una mirada no sabiendo por qué se veía tan lindo con una imagen desaliñada.
No iba a dejarlo, solo tenía que apresurarse a darse una ducha y bajar a la cocina para que por fin pudiera prepararle un delicioso desayuno que desde hace tiempo añoraba, un significativo alimento hecho por sus propias manos. Siempre quiso llevárselo a la cama, pero las veces que Taehyung se quedaba terminaba por irse o huir antes que le demostrara su genialidad ante él, eso le llegó a molestar varias veces, pero hoy el castaño estaba allí.
Un desayuno hecho con dedicación y cariño, sin importar lo que fuera alegraría los corazones caídos del día anterior empezando de cero el nuevo día, era lo que pensaba.
Sacó sus ropas de los cajones para ir a la ducha sin dejar de ver al chico que estaba en la cama. En el baño abrió la llave del agua para que las frías gotas cayeran en su cuerpo y rostro refrescando su piel. Su ánimo estaba por los cielos, en un tipo de sueño con su sonrisa tonta salir en cada segundo y solo se debían a una persona. Al terminar secó su cuerpo con una toalla al igual que sus cabellos negros, agarró su suéter blanco de mangas largas y los shorts de algodón para ponérselos, se miró en el espejo emitiendo una gran sonrisa mientras se cepillaba, la alegría destilaba en sus poros.
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