Enseñando al Nerd (HopeV)

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Estaba nervioso por lo que acababa de hacer, desde que su amigo le dijo que podían escribir esas notas, él se ofreció voluntariamente a redactarlas. La noche anterior estuvo haciendo un sinfín de borradores, no sabiendo si decir algo amigable, romántico o casual, ni tampoco supo que salió en la nota final, pero ya estaba hecho.

—Deja de mover esas piernas Jimin – se susurró a sí mismo. El chico pelinegro se mordió las uñas, pero las quitó de inmediato por el dolor al tenerlas muy cortas —No es como si fueras a salir con él, solo estas ayudando a Tae -suspiró sintiéndose un poco triste a eso, movió la cabeza para sacar esos pensamientos en los que no estaba hecho.

—Jimin ¿Todo bien? -le preguntó el castaño sabiendo de lo que se pusieron de acuerdo y al notar el nerviosismo de su amigo.

—Si todo bien, solo hice unos pequeños movimientos y pude entrar -le sonrió con sus ojos, pero al castaño le preocupó.

—No hagas eso Jimin, eso es vandalismo. Hazlo de otra manera y ¿Si piensa que entraste a robar? -se sentó a su lado.

—Tendré más cuidado -se sintió regañado bajando su mirada, pero la alzó para darse cuenta de los ojos rojos de su amigo —¿Todo bien? Tienes los ojos hinchados...

Odió que aquellos ojos  lo delataran, no quería hablar sobre el tema —Mi padre no quiere verme. Me pregunto para qué me tuvo si se comporta de esa manera. Sabes, soy su hijo, su único hijo... -se mordió los labios intentando no llorar.

—No podemos cambiar sus sentimientos... solo puedo sentir lastima por ellos que están cegados por el mundo, todavía no abren los ojos.

—¿Hay algo malo en mí? No entiendo...

—No, no todos están destinados a amar y amarnos... pero tienes más personas que te aman, como Minho y yo...

—Lo sé y eso es la peor parte, no me siento amado -sollozó tratando de no derramar sus lágrimas —Soy muy complicado, lo odio... ni siquiera puedo entregarme a Minho...

—No llores Tae...  -lo escondió en su cuello y le acarició la espalda —Todos encontramos a esa persona que nos llenará completamente. Solo hay que esperar.

Una vez que Taehyung se calmó, los dos comieron el sándwich del pelinegro y en un momento ya se estaban riendo de sus conversaciones.

—Jimin... Ayer estuve en casa de Hoseok.

—Creo que ya no me sorprende -sorbió su jugo de manzana en una cajita, como un niño —¿Qué hicieron? -se recostó en la mesa para ponerse más cómodo.

—Estudiamos como siempre y le hice la cena... ayer pasó lo de mi papá. Hoseok me vio, él me abrazó, pero... se sintió algo raro, aquí adentro cuando me tocó -sobó su pecho con una cara perdida y confundida —¿Es posible tenerle confianza a alguien tan rápido? Porque se lo pedí de nuevo, no podía relajarme si no lo hacía.

Jimin abrió la boca y miró seriamente a su amigo —Puede ser posible... solo conócelo un poco más... él no me da mucha confianza.

La influencia del ambiente.

—Si lo estoy haciendo. Hoy de nuevo cenaremos juntos, pero no tengo su número. Soy muy distraído, debí pedírselo cada vez que lo veía.

—Tengo su número Tae -de inmediato le envió el contacto en su celular —No suelo guardar estos datos, pero desde que estuviste medio acosándolo para que te enseñara lo conseguí por ti.