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Su cama se sentía muy reconfortante, no porque estuviera cubierto con suaves sábanas y esponjosas almohadas, ni que fuera sábado en la mañana sin evidentes pendientes, sino porque en esas revueltas sábanas llenas de dobleces, aún guardaban el suave perfume de un chico con cabellos castaños. Su nariz se deslizó de nuevo sonriendo de que hace solo unos minutos Taehyung haya despertado a su lado.

Su ánimo estaba por los cielos a primeras horas del día por ese castaño, por lo que se dispuso a levantarse con esa actitud para limpiar toda la casa.

Uno de los tantos hábitos adquiridos en el orfanato fue ser una persona limpia, por eso no le costaba realizar esa tarea y podría decirse que era bueno en ello. Aparte de otros hábitos como lavar su ropa, preparar sus alimentos y cuidarse a sí mismo. Todo lo aprendido allí fue para ser alguien independiente y lo agradecía, porque pudo hacerlo después de salir del orfanato, se sostuvo con su primer trabajo y pudo remodelar esa casa, un orgullo para él.

Se dio un rápido baño y fue a la cocina para desayunar un fácil cereal con leche. Recordó el primer día que llegó a esa casa.


Al abrirla se había sorprendido por el gran espacio; aunque estuviese todo vacía, llena de polvo y telarañas, fue emocionante apreciarla. Rápidamente exploró el lugar viendo lo increíble que era, aún con la imagen de un sucio tenebroso lugar. Estando allí no quiso regresar al barato departamento que rentó, sino que quería limpiarla de inmediato para convertirla en su lugar. Mientras se deshacía del polvo y organizaba los pocos objetos se topó con una soga que daba al techo, curioso que hubiera otro lugar jaló la soga que desplegó unas viejas escaleras, subió cuidadosamente temiendo que los escalones se rompieran, más arriba se encontró con una puerta que no dudo en girar y lo que vio lo dejó con la boca abierta. La luz y la verde vegetación entraba por la transparente ventana dándole un aspecto acogedor y hogareño, lo decidió en ese instante, ese lugar sería su habitación. En segundos estaba limpiando el cargado polvo, fue el único lugar que logró dejar libre de suciedad en ese día, no fue por los demás lugares, solo se pegó junto a la ventana admirando su trabajo. Observó a través de la ventana y regresó su vista al espacioso lugar, tal vez fue el destino o la suerte, pero estaba feliz. Era la primera vez que tenía algo solo para él, mostró una sonrisa para después darse cuenta que estaba llorando, tocó sus mejillas secando sus lágrimas con sus manos.

Eres un marica Hoseok... sonrió de nuevo Pero al fin tienes un hogar.



Con la cuchara del cereal en la boca miró los alrededores admirando los objetos, la remodelación llevó un buen dinero de la herencia, pero valió la pena. El sentimiento de sentirse solo apareció en ese instante, lo había atribuido a la falta del escandaloso orfanato llenó de niños, pero ¿Qué pasaría sí en lugar de una compañía estaba buscando a alguien?

¿Era eso?

Puso los trastes sucios en el lavabo, no lo había pensado de esa forma, había estado cogiendo con medio mundo, pero ¿Para qué?

¿Simplemente para buscar la idea del amor? No, estaba buscando a ese alguien, sin que tuviera éxito en ello, las causas del fracaso se debían a su corazón endurecido por el miedo y del porque estaba haciendo mal las cosas desde el principio. Era obvio que no iba a encontrar algo en ese lugar, a nadie, ya que no podía forzar al amor y enamorarse de alguien, no se trataba de eso.

Se dio cuenta ahora, cuando ese chico se coló en sus sentidos, en su vida, en sus pensamientos sin alguna razón, las partes que ocultó de todos las fue mostrando poco a poco a esa persona, tampoco supo cómo lo hizo, solo pasó.

Enseñando al Nerd (HopeV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora