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La mirada del pelinegro se puso en el celular confirmando que ya era tarde o bien, esperando el aviso del taxi que habían solicitado; su ceño fruncido y ese chasquido salir de su boca le decían que estaba perdiendo la paciencia. Taehyung acomodó el abrigo de su novio tapándose los hombros cuidando que no se le resbalaran, ya que la gran mayoría eran de talla extra grande, aunque sean de esa manera le gustaba portar algo con su aroma y según Hoseok se veía muy bien con su ropa puesta. Sigilosamente avanzó hasta el lugar donde el mayor estaba esperando el taxi y al ubicarse atrás pasó sus manos en su cintura abrazando con un poco de fuerza de esa estructura, cerró los ojos llenándose del calor contrario.

—Odio esperar taxi. Creo que debo de comprarme un auto.

—Yo estoy bien —mencionó siguiendo abrazándolo y colocar su cabeza en la espalda del pelinegro.

Su gesto común le hizo ampliar sus labios siendo consciente de su cálido cuerpo —¿Cuántas veces ya te serví? Primero para satisfacer tus obscuros instintos y ahora ser tu oso humano. Creo que no me está gustando ser novio de un niño bonito.

Quitó las manos de la cintura del mayor para voltearse en otro lado y cruzar las manos en su pecho —Si no te gusta, solo dilo.

Había días en los que Taehyung estaba más sensible, especialmente cuando se peleaba con su madre, estaba enterado que a esta mujer no le agradaba y quería que terminara su relación con él. Su castaño en presión de su progenitora escapaba de casa para ir a correr a sus brazos, él lo aceptaba secando sus lágrimas y escuchando todas esas palabras hirientes que le decían, agradecía que estuviera para él, porque era seguro que Taehyung se lo guardaría en lo profundo de su habitación, sin nadie a su lado. Por eso en cada ocasión trataba que su corazón se quedara con él, que viera en sus ojos el amor que le tenía y se alimentara de su alma, tomara todo de él. Cuando veía una sonrisa dibujar en sus labios sabía que ya había ganado, en ese momento se permitían armonizar al otro y entregarse de nuevo

Se ubicó en frente del menor, viendo su rostro voltear en otro lado ignorando su presencia —Te ves sexy con mi ropa —observó la pequeña sonrisa del castaño por ese cumplido, antes que volviera a esos labios en una línea recta disimulada. Pasó sus dedos en una mejilla observando de nuevo el pequeño rechazo, estaba a punto de carcajearse por no saber disimular estar enojado, porque sus reacciones eran tardadas al rechazarlo, era realmente adorable —Amor, está bien. Me encanta, no. Me super encanta que seas una bolita llena de ternura y sensualidad conmigo, me tienes en tus hilos bonito, porque estoy locamente enamorado de ti y eso que no te he atado en mi ático —extendió los brazos en un falso y burlesco puchero — Tu maestro Ho quiere un abrazo, ven amor.

Trató de abrazarlo, pero el menor no se dejó, con un suspiro y último recurso tomó su cintura por detrás para alzarlo escuchando un grito y una sonrisa que le confirmaba que no estaba molesto.

—¡Ho! ¡Bájame!

—No, no y no — soltó al menor para ver sus pequeños dientes sonreír. Soló fue un respiro para volver a cargarlo sobre sus caderas y robarle un beso, sus cálidos labios lo siguieron terminando besándose lentamente.

El sonido del taxi los obligó a separarse, el pelinegro lo bajó en el suelo terroso de nuevo, enredando sus manos con el menor para posteriormente meterse en el auto que de seguro llevaba tiempo esperándolos.

Taehyung lo rodeó con sus brazos, sonriendo por esas manos que se pasaban en su cintura haciéndole cosquillas —Ho, quieto —dijo en voz baja.

—Incorrecto, soy tu novio, no tu perro genio.

El castaño se colocó en su cuello guardando sus sonrisas y respiraciones, se dejó querer acomodándose en su hombro. En esas semanas era común pasar todo el fin de semana juntos haciendo un montón de actividades que hacían saltar su corazón por estar a su lado. Hoseok en verdad era lo único que tenía, esa persona en quién confiar, colocarse después de un día amargo y sonreír sin tapujos. Ta lvez estaba dependiendo de él, pero no importaba.

Enseñando al Nerd (HopeV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora