Enseñando al Nerd (HopeV)

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El pelinegro estaba acostado en su cama con el cuerpo extendido, su frente estaba llena de gotas de sudor con algunos cabellos pegados allí, sus ojos estaban cerrados suavemente disfrutando de esa dulce sensación y sus labios abiertos emitiendo bajos sonidos de satisfacción. Estaba vestido de pies a cabeza de forma casual, excepto la parte baja donde el cierre estaba abierto y la ropa corrida mostrando un pedazo de carne sostenido por una mano, específicamente siendo acariciado de arriba hacia abajo. Quedó atónito en la orilla de la habitación.

—Aaah —dio un paso atrás dejando caer parte de su mochila por su nerviosismo, no debía estar allí escuchando.

Estaba atrapado en su mundo embellecido de placer cuando el leve ruido le hizo abrir los ojos lentamente para ver la fuente del reciente e inoportuno sonido, miró por los lados aún con la mano en su miembro hasta detenerse en medio donde estaba un chico pasmado en la puerta.

"¿Taehyung?"

—¡Mierda! —se levantó de golpe con el dolor de no haber terminado para guardar su pedazo de carne y cerrar su pantalón de mezclilla, con la otra mano se llevó los cabellos hacia atrás para disipar un poco el calor en su frente y su agitada respiración. Observó al castaño que se quedó estático en su puerta y quién sabe cuántos minutos viéndolo masturbándose —¿Hace cuánto estas allí mirando?

—Yo-yo... no... eh... lo si-ento... —no sabía si responder, huir o quedarse ante la mirada excitada del pelinegro, era raro y la primera vez que lo veía de esa forma —Creo que es mejor que me vaya...

—¡No! —se incorporó de su respiración agitada para sonreír burlonamente, daba risa que específicamente Taehyung lo encontrara auto satisfaciéndose —Esto es algo normal de un chico de mi edad, no te asustes, iré a bañarme y vuelvo ¿Sí?

El menor asintió, no tan convencido de quedarse. El pelinegro desapareció de allí en dirección al baño cercano, él fue hacia la silla del escritorio para sentarse y dejar sus cosas. No estaba asustado porque no era un tabú saber de masturbación, solo estaba avergonzado. Avergonzado de que sus ojos se fueran más a la imagen del pelinegro, curioso del inmenso placer que mostraba su rostro y el cuidado con lo que lo hacía. Era diferente cuando lo veía en una página de adultos donde no les importaba la calma y solo era moverse hasta correrse.

Para él tener relaciones sexuales deberían ser lentas, sin prisas de correrse y sobre todo sin sentirse indefenso. Esperaba que ese día llegara sintiéndose bien por lo que hacía y no por compromiso, realmente entregado a ese acto.

¿Era realmente muy placentero tener sexo? Podía saber esa respuesta. No tenía prisa, pero creía que en cualquier momento Minho se daría cuenta que su corazón y alma no estaba completamente estregado a él y ya no esperaría más por él, porque actualmente estaba agotando su paciencia, no quería tampoco perderlo.

¿Sería lo mismo entregarse ahora, cuando su corazón no este totalmente con él? Aún si no estaba listo.

"Si él me ama, me esperara ¿Verdad?"

De nuevo los enredos en su mente llegaron en él complicando su existencia, lo odiaba. Movió su cabeza para esperar a Hoseok salir del baño, sonrió después a ese repentino encuentro que nadie esperaba, todo estaba bien.

Las gotas frías de agua caían en su cuerpo bajándole la notable temperatura de hace minutos atrás. Con los ojos cerrados acariciaba su miembro con lentitud, si no lograba venirse, iba a ser peor y doloroso. Empezó a aumentar el ritmo de sus caricias llenándose de escenas sexuales, de calientes cuerpos y de antiguos acostones de gente sin rostro logrando por fin poder correrse. Se pegó en la fría pared esperando recomponerse antes de salir a ver al menor. Para nada fue su intención mostrarse de esa manera, estaba un poco avergonzado, pero quién iba a saber que el menor llegara sin avisarle que estaba en camino o iría a determinada hora.