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Vivir es lo mejor que puedes hacer, festeja todo lo que pueda ocurrirte porque significa que estás vivo y sientes, y vives y no estás muerto, con vida, sin muerte. Pleonasmos, pleonasmos, me encantan los pleonasmos. Eres algo cojudo, lo sabes, sí que lo sabes porque yo lo soy y lo es la persona que se entere de nuestra historia, lo gracioso es que solo es momentáneo. Alguna vez harás algo grandioso y si no, no importa. Hay personas que crecen por inercia, porque los años pasan y la naturaleza sigue el plan de acción así te metas en la caja de Schrodinger. Y si decides salir de la caja estarás vivo y no en ese estado vivo-muerto de la maldita paradoja. Qué ganas de hacernos pensar en todo. Que detrás de un tic nervioso se esconde una fisura psicológica que se debe enfrentar y vencer con kilos de terapia y hablar del problema es lo mejor y saberlo todo es mejor que no saber nada y bendita la ignorancia que los parió. No estoy loca, pero mi personalidad es contagiosa, te atrapa como una ameba asesina. Y si estás inmune, solo espero que me entiendas, también sufro como todos, también me muero por dentro a diario, en cantidades equilibradamente superiores a la media. Soy un barril atiborrado de secretos que están allí, huecos, por donde transcurre el aire sin tocar nada. Estoy sola y triste amigo mío, sola y triste y más sola cuando hablo sola y muy triste cuando me da más tristeza el notarme hablando sola sin una persona con quién compartir todo mi tristeza y soledad. Me cansé tan solo de pensar en eso. No me temas, por favor, solo experimento mi voz, trato de ahogarte en verbos porque si tú callas entonces seguiré hablando y como soy mala cantando solo puedo decir y decir. Cuánta verdad habrá en mis pulmones, no lo sé, solo expulso el aire. Me he vuelto un poco demente, la soledad en malas cantidades me convirtió en ansiedad. Y qué demonios puedo hacer para no estar loca, no lo sé, solo un día me desperté con la mente bañada en tristeza y se contagió mi alma al punto de enfermarse. Veo una sonrisa en tu rostro, eso es bueno, no pienses que sonreír está mal, regálame más de tus sonrisas, me curan del ser que soy, no dejes de quedarte lejos de mí, porque he encontrado un amigo en ti. Pero no hablas... Caray, no dices nada y me obligas a seguir parlamentando. No soy de leer mucho, soy más de ver películas que me enseñen de la vida, como sabes, algunos aprenden leyendo, otros viendo cómo se hace, otros simplemente imaginando. Yo aprendí con cocachos de la vida que me dejaron chichones en el cerebelo. Me pica la angustia. Debes creer que estoy dañada, debes creer que debo ir a un loquero con urgencia. Tal vez estés en lo correcto, tal vez tomo decisiones malas porque soy una imbécil y me saboteo a mí misma. Es curioso que sabotee todo menos mi sabotaje. Y no estoy dañada, solo trato de seguir adelante. No estoy quebrada, soy más fuerte de lo que crees. He pasado por mucho y de ello sigo viva. Al menos no traté de matarme comiendo pepitas de manzana. Qué trucazo por cierto, no es de mi estilo porque preferiría algo no tan rebuscado. Preferiría morir durmiendo luego de empanzurrarme con pastillas para dormir. Digo, nada tan dramático, no soy una drama queen. Ah, por fin hablas, tu voz es como no la soñé, es rara, eres raro, soy rara, somos raros, lo siento. No te interrumpo más.
