Despertar

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-Hyung

-Hyung

-Jin hyung

-Despierta...

-Jinnie, despierta- sentía una suave mano acariciar su cabello con sutileza y el olor a almendras entrar por su pacimonica respiración mañanera. Él sabía quién era la persona que lo acariciaba tan suavemente, él siempre era así de amable con todos.

-¿Nam?- preguntó con su voz dulce, tan característica.

-Buenos días Jinnie hyung, cómo amaneces.

-Bien Nam.... un poco cansado, estos últimos días han sido muy agotadores- pronunció el mayor con su rostro triste.

-No te preocupes, ya casi volvemos a casa y verás que podremos descansar y hacer otras cosas que nos guste, como ir a pescar con Yoongi hyung o de compras con Tae, incluso podrías acompañarme a un museo- sonrió Namjoon haciendo desaparecer sus ojos y mostrando sus característicos hoyuelos, mientras acariciaba las mejillas de su adorado hyung.

Y fue en ese momento que el corazón de Jin pareció haberse detenido, los sentimientos que tanto intentaba ocultar y negar a lo largo de los años estaban volviendo a surgir, pero no, él no podía sentir eso, no puede enamorarse, porque el está sucio, es un simple muñeco, es de otra persona...

Se enteró por Namjoon que la noche anterior lo habían llevado cargado al apartamento, pues según le contó el hombre que lo trajo, se había pasado de copas y por consiguiente, se había desmayado en una salida propuesta por el señor Michael. Qué mayor mentira que aquella, de solo recordar todo lo que pasó, todo lo que sufrió. Quería morirse....

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-Jiminnie, dime por favor qué fue lo que pasó, encontrarte vomitando no es normal- decía el castañito acariciando la espalda de su mejor amigo quién no quería salir de las cobijas.

-Jiminnie, puedes confiar en mí, sabes que te ayudaré con lo que sea que te esté pasando.

-Tae, realmente no es nada- se volteó el pequeño chico, el cual tenía unas ojeras marcadas, una palidez poco usual y marcas de lágrimas en sus cachetitos.

-¿Cómo puedes decir eso? Te ves cansado y me preocupa que hayas recaído.... ¿Es eso?- preguntó con calma el castaño, mientras Jimin se encontraba en una encrucijada ¿Qué debería decirle a su mejor amigo?

"Si le dices a alguien no dudaré en buscarte y torturarte de todas las formas posibles, esto no es nada a comparación de lo que te haré"

-Si Tae, he recaído- Jimin no aguantó más, debía mentir si así su vida y la de los demás no corría riesgo.

-Jiminnie, pero ya lo estabas superando, hicimos una promesa con el meñique de que ibas a alimentarte bien y no volver a la bulimia, tú eres hermoso, en todos los sentidos.

El pelirosa asintió levemente no del todo convencido, el hecho de que lo estuvieran utilizando, ultrajando de tal forma, solo lo hacía pensar que el no era un ser humano, que su vida, sus sentimientos no tienen valor en absoluto. Solo es un objeto, inanimado y con buen cuerpo.

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-¡Eres un completo inútil!- escucharon gritar a un adulto a penas ingresaron al área donde están estudios de baile en la empresa. Todos se sorprendieron y corrieron en dirección a los gritos, quizás alguien necesitaba ayuda. Finalmente llegaron al estudio C y la imagen que vieron los dejó congelados.

Dentro había un grupo de siete pequeños que no superaban los 15 años, uno de ellos se encontraba en un rincón con las piernas recogidas y la cabeza escondida entre ellas probablemente llorando. Otros dos se encontraban abrazados, el más alto consolando al pequeño quién se aferraba buscando protegerse, tres mirando aterrorizados la situación y por último, un pequeño notablemente lastimado, quien se estaba ahogando en sus propias lagrimas, tenía la mejilla enrojecida y el labio roto. Justo en frente de él se encontraba el único adulto de la sala, quién volvió a alzar la voz contra el más lastimado de los niños.

-Espero que no te vuelvas a equivocar con ese paso Taehoon, o este golpe solo será el inicio de un largo sufrimiento.

-P-pero no me siento bien...por favor déjeme descansar un rato- susurro el chico nombrado Taehoon -quiero a mi mami- empezó a llorar sin control, sus emociones eran un completo caos.

-Y encima tienes el descaro de responderme, de esta si no te salvas- con fuerza, el hombre levantó su mano dispuesto a golpear al chico, pero alguien más fuerte la detuvo a tiempo y evito el desenlace trágico.

-Deje de hacer esto, no es correcto, ¿no ve que el chico está aterrado?- pregunto con molestia Namjoon, el cual seguía sosteniendo la mano contraria. Por un momento el mayor palideció, pero después cambio su expresión a una sonrisa.

-Ya ya tranquilo, solo estaba enseñándole un poco de disciplina a este mocoso, y no te molestes en avisar a alguien, tengo la autorización para hacer estas cosas. Ahora largo antes de que me enoje con ustedes y tengan que asumir las consecuencias de ello.

No muy convencido, Nam soltó al hombre y se dirigió a la puerta donde vio a sus compañeros igualmente asustados, Jungkookie estaba escondido detrás de Jin mientras se aferraba a este y cerraba sus ojos con fuerza, de igual forma, Hoseok abrazaba a JImin y Tae para que no empezaran a llorar y Yoongi, él estaba muy enojado, quizás a punto de lanzarse sobre aquel horrible hombre. Pero eso no era buena idea, Nam lo sabía, así que antes de cerrar la puerta vio con pesar y culpa a los pequeños que dejaban atrás, mientras detalló como el hombre se acercó al menor de los niños y lo acariciaba de forma indebida.



Sueños robadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora