De vuelta al infierno

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Dos semanas pasaron entre caricias y palabras bonitas entre Nam y Jin, se podría decir que este último se encontraba más tranquilo, sentía que sus heridas iban cerrando poco a poco y estaba decidido a empezar a entregar su corazón a la persona que le gusta desde hace ya varios años, siendo el primer recuerdo que tiene de él, aquel tropiezo en la sala de prácticas cuando el menor decididamente fue a buscarlo para invitarlo a tomar un café y platicar acerca del grupo que iban a crear. El inicio del sueño...

Seokjin sonrió levemente mientras ese recuerdo se esfumaba, habían pasado varios años desde esa situación tan adorable y actualmente, estaban lanzando su nuevo material, un álbum que en definitiva estaba siendo muy popular gracias a su arduo trabajo de los últimos meses y lastimosamente para el mayor, debido también, a las influencias de cierto empresario norteamericano.

-¿En qué piensas tanto Jinnie? hay que terminar de arreglarnos para salir al escenario...

-Oh Nam, no te vi- sonrió tiernamente el castaño -Estaba pensando en la primera vez que nos conocimos...

-Dios no me lo recuerdes ¡casi me mato!- los colores empezaron a subir por las mejillas del menor- Yo que siempre he intentado mostrar una faceta cool, pero la mayoría de veces fracaso en ello.

-No digas eso, tu siempre me has mostrado ser muy cool, solo que al mismo tiempo eres muy adorable.

-Pero no más adorable que tu Jinnie- las mejillas de ambos chicos estaban tan sonrojadas que demostraban que cuando los dos se juntaban, se perdían en su propio mundo...

-¡CHICOS SALEN EN CINCO!

Todo el grupo se reunió al borde del escenario, hoy era la presentación de algunas de sus nuevas canciones, así que sin más preámbulo juntaron sus manos e hicieron el ritual previo a todos sus espectáculos. Uno a uno fue subiendo, hasta que todos se ubicaron para empezar la coreografía, las luces apagadas, las respiraciones agitadas, el sonido del público, las sensaciones siempre eran las mismas, la inmensidad los iba a tragar, pero su única arma y la más poderosa para evitar eso, era su infinito talento.

Fueron cinco canciones las que performaron, todos se bajaron del escenario sudando y muertos de cansancio, pero el haber visto a sus fans en tan alto nivel de euforia era la mayor recompensa. Sin embargo, lastimosamente, no todos se encontraban felices, el pequeño pelirosa se encontraba en el piso llorando desconsoladamente pues varias notas en la canción principal no le habían salido de forma correcta y para rematar, toda su espalda punzaba de dolor.

-Tranquilo Jiminie, no llores, estamos contigo- hablaba Tae mientras sobaba suavemente la espalda del mayor.

-Cariño respira despacio, no te angusties, todos podemos cometer errores, es normal, ya verás que la próxima vez saldrá mejor y no lo digo por ti, sino por todos- decía Yoongi mientras acariciaba los cabellos del menor, pero este se resignaba a mirar a los demás chicos, se sentía tan inútil y adolorido.

-Chicos abran paso al personal médico, ellos se van a llevar a JIminie para revisarlo- llegó el líder ayudando a cargar la camilla para posteriormente subir a su menor en ella y ver cómo se lo llevaban.

-Él va a estar bien, no se preocupen- Pero lo que los chicos no sabían era que tras firmar el contrato con la empresa norteamericana, Michael exigió que la mitad del personal de los chicos fueran de su empresa, siendo en muchos casos amigos de él, personas horribles que disfrutaban maltratando a los jóvenes artistas. Sin querer, habían mandado a Jimin de vuelta al infierno...

-Park Jimin ¿cierto?, mi nombre es Will y te voy a revisar, avísame cuando te duela- sonrió ladinamente aquel hombre mientras el pequeño lo veía aterrado, era como los otros hombres que la habían hecho daño, esto no podía pasarle de nuevo, no de nuevo.

El hombre autodenominado como Will empezó a recorrer con sus frías manos desde los talones hasta los glúteos del pequeño, mirándolo encantado pues ese chico era tal y como se lo describió Michael, era perfecto.

-Es una lástima que ya estés tan usado, me hubiera encantado ser el primero en tomarte y quitar la inocencia, aunque para mi fortuna aún veo un poco de ella en ti, tienes la clásica mirada de un chico enamorado. Eres adorable y te aseguro esta será una gran experiencia, quizás podamos estar juntos por siempre.

"Jiminie, hyung cuidará siempre de ti, eres muy importante para mi, te quiero muchísimo y por eso debo decirte que he estado muy preocupado por ti últimamente, por favor cariño, puedes contarme todo lo que te pase, puedes buscarme siempre que me necesites, hyung tendrá los brazos abiertos para protegerte siempre que lo necesites"

Lágrimas escurrían por las mejillas del pequeño mientras recordaba las dulces palabras de su Yoongi hyung, quería escapar antes de que fuera demasiado tarde, no iba a soportar que  volvieran a abusar de él, no ahora que tenía claro quién era la persona que su corazón anhelaba. Fue en ese momento que fijó su mirada en la puerta entreabierta y de un salto corrió hacia ella importándole poco el dolor que antes sentía.

Corrió tanto como pudo y seguro de que ya iba a pasar a través ella, sintió las frías manos que anteriormente lo tocaron, sostenerlo y levantarlo firmemente de las caderas.

-¡NO! ¡SUÉLTAME! ¡QUIERO IR CON HYUNG! ¡QUIERO A HYUNG!- gritó repetidamente el chico hasta que su garganta se rompió y sus lágrimas lo hacían ahogarse, mientras luchaba insistentemente por separarse del hombre.

-No bebé, tu te quedarás conmigo y vas a satisfacerme en todo lo que haremos, y te portaras bien porque no quiero golpearte.

Habían tantos pasillos y un silencio tan sepulcral, silencio que se rompió después de que se escuchara un fuerte portazo. 

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Hola queridas lectoras, quería preguntarles cómo les parece la historia, es muy cruel, lo sé. Sorry :(

Dejen su estrella y nos vemos pronto. 

BTSFOREVER1999

Sueños robadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora