Ya no eres un niño

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Después de la pelea, Namjoon salió corriendo, se sentía debilitado, incluso más débil que en sus peores momentos de enfermedad, en el camino a su cuarto se estrelló con Yoongi quién lo miró confundido, pero no se detuvo a hablar y se encerró un rato a intentar reparar su corazón.

Pasada media hora y un poco más tranquilo, la voz de Hoseok lo sacó de su trance para recordarle que ese día tenían el compromiso de celebrar el cumpleaños de kookie en la casa de Michael, también le comentó al moreno que al ir a recordarle al hyung mayor sobre dicho compromiso, este se había mostrado triste y se había negado a salir de debajo de sus cobijas, por lo cual el sol del grupo había llegado a la conclusión de que su hyung no iría, pero más allá de eso, le preocupaba ver a Seokjin tan desanimado.

-Nam, ¿Sabes qué le pasa a Jin hyung? Lo veo muy mal últimamente, ya no es el mismo de antes…- comentó preocupado el chico de sonrisa radiante.

-No tengo idea Hoseok- respondió de forma seca el moreno.

-Pero ustedes son muy unidos, ¿No te preocupa verlo mal?

-A decir verdad, no, lo que él haga con su vida es su problema. Ahora, si me permites, voy a arreglarme para ese estúpido compromiso- Las respuestas groseras no eran típicas en Nam, por lo que Hoseok se encontraba muy confundido, pero pensando que el chico quizás tuvo un mal día se retiró del cuarto y se dispuso a avisarles a los demás.

Una vez Hoseok, Nam, Tae, Yoongi y Jungkook estaban reunidos en la sala listos para salir, la falta que hacía el mayor y Jimin, sumando la tensión en el ambiente, todos se sentían fatal, como si faltaran piezas en un rompecabezas.

-¿Jin hyung no va a venir?- preguntó un tanto triste el menor de todos.

-No kookie, todavía se siente mal por la caída, lo mejor es que se cuide- se animó a responder Hobi mirando la reacción del menor pues sabía que él y el mayor eran muy unidos.

-Y-yo quería que estuviera conmigo en mi cumpleaños- hizo un adorable puchero el pequeño mientras todos veían con lástima.

-Para eso estamos el resto de hyungs Jungkookie, nos vamos a divertir, ya verás- animó el de sonrisa cuadrada a la vez que rodeaba un brazo por los hombros del mencionado.

Eso era algo que esperaban todos, pero dada la situación actual y el hecho de que nadie quería ir, garantizaba que esto no iba a salir bien. El viaje fue un poco largo y aburrido, así que cuando llegaron fue un alivio, la gran casa estaba perfectamente decorada, había mucha comida y alcohol de distinto tipo.

-Por fin llegaron chicos, estaba preocupado de que no vinieran, pasen y disfruten como si fuera su casa- aunque no lo demostrara, Michael se encontraba sorprendido de que solo vinieran cinco chicos, esto facilitaba su plan de forma abismal, sobre todo porque justo faltaron los chicos que conocen sus verdaderas intenciones.

El día se convirtió en tarde y luego en noche, todos habían comido hasta explotar a pesar de que les pedían comenzar la dieta por las actividades futuras, pero como Seokjin les enseñó,  para ser feliz hay que mandar a la mierda la dieta.

Como era tarde y ya tenían el estómago lleno, los que podían beber destaparon una botella de vino y empezaron una charla amena, Jungkookie veía atento las copas con vino tinto y se preguntaba por el sabor de la bebida.

-Lo siento Kookie, tu todavía no puedes tomar, eres nuestro bebé después de todo- comentó burlona y tiernamente Yoongi para después apretar los cachetes del menor que hacía un puchero.

-No es como que quiera probarlo, hyung tonto- respondió el pelinegro menor sacando la lengua, a lo cual todos reaccionaron con un "awww". 

Pero había alguien que estaba muy molesto ante tantos apodos tiernos y toques a su parecer "innecesarios" con el menor del grupo, con quién era su próxima víctima...

Sueños robadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora