Sueños robados

Corazones rotos

Todo es tan borroso, me hace tanto mal, se vuelve peligroso
Sálvame ya, si estoy sin ti no se quien soy
No sé quien soy

Mi corazón puedo escuchar
Tu nombre esta cansado de gritar
Y es que entre tanta oscuridad
Yo me convertí en mi claridad

Dame tu mano ahora y sálvame, sálvame
Necesito tu amor antes de caer
Dame tu mano ahora y sálvame, sálvame
Necesito tu amor antes de caer
BTS "Save me"

Frío. Hacía tanto frío en esa oficina, un frío que llegaba hasta los huesos, hasta el alma del chico tendido en el suelo. Ese mismo frío fue el que hizo a Seokjin despertarse en la madrugada del martes y mirar a su alrededor en busca de su verdugo con la esperanza de que no se volviera a repetir lo que tantas veces había pasado esa noche y por lo cual se desmayó.

El cuerpo joven por completo desnudo y entumecido temblaba de vez en cuando por el dolor en toda su extensión, era imposible pararse y huir a pesar de la intensa necesidad de hacerlo. Esta situación lo hizo llorar una vez más, sentía la impotencia de no tener control sobre su vida, sobre su cuerpo, de hecho, su mayor deseo era poder retroceder el tiempo para evitar tanto dolor, quería volver al momento exacto donde todo el grupo veía películas y se divertía, a las guerras de cosquillas, al inicio del sueño donde a pesar de no tener muchos recursos económicos, eran felices con las pequeñas cosas de la vida.

-Veo que ya despertaste- interrumpió de pronto Michael           -Disfruté hacerte mío una y otra vez bebé y estoy emocionado porque después nadie te va a volver a ver, nadie va a interferir en mis planes- El rubio sonrió al ver el rostro de odio que le lanzaba el menor, le gustaba esa faceta rebelde que aún mantenía Seokjin pues se le hacía provocador destrozar el espíritu del chico y convertirlo en su muñequito.

-Es hora de que vayas a tu departamento o van a sospechar de esto, vas a aparentar que te caíste de las escaleras y por eso estás herido, además no quiero que salgas de tu cuarto ni que el otro mocoso te toque o lo voy a matar con mis propias manos, de ti depende Seokjin, por cierto, esto es tuyo- para terminar de torturar al chico y evitar que hablara, el mayor le pasó una prenda de ropa manchada de sangre, misma que Jin reconoció como el hoodie con el cual había abrigado al pequeño después de salvarlo.

-¿Q-qué le hicieron a ese pequeño? E-es solo un niño, ¿Cómo se atreven?- Habló enojado el castaño mirando al hombre desde el suelo, a la vez que el miedo y la preocupación por lo que ese niño pudo sufrir se instalaron en su corazón.

-Tan solo digamos que se le pasó un poco la mano a Robert, estoy seguro que ese niño aprendió la lección, los niños desobedientes deben ser castigados después de todo….

★★★★★★★

Las palabras y acciones de ese hombre calaron fuerte en Seokjin, era sábado por la mañana y un nuevo día para el que no estaba preparado empezó. Decir que el castaño sentía menos dolor sería una mentira, decir que se podía reparar el daño causado era una mentira, decir que Seokjin se quería morir era la única verdad.

La semana había pasado lenta y tortuosamente, tal y como se lo pidió aquel hombre, el castaño no había salido mucho de su habitación y cuando alguien le preguntaba sobre su situación él se limitaba a decir que cayó por las escaleras, pero tampoco era que muchas personas le preguntaran después de todo, Nam y Yoongi se la pasaron en sus estudios abrumados en trabajo, no habían vuelto a casa ningún día, Hobi, Tae y Kookie tuvieron que practicar baile la mayoría del tiempo y Jimin, el estaba hospitalizado.