Sueños robados

En búsqueda de la justicia parte 2

El 20 de septiembre, los chicos presentaron oficialmente la denuncia contra Michael, adjuntando la cantidad de pruebas y evidencias que recolectaron esos días: la ropa, grabaciones, exámenes físicos y psicológicos. Ese mismo día, Jungkook presentó su testimonio acerca del caso de Seokjin, negando todas las acusaciones y explicando lo que realmente ocurrió el día en que le dispararon a su hyung, dicho testimonio también se adjuntó a la denuncia contra Michael.

Una semana después, el caso de Seokjin fue cerrado por falta de evidencia y por el testimonio de Jungkook, por lo tanto, el departamento de policía empezó a investigar lo ocurrido ese día con mayor profundidad y así determinar porqué el castaño había terminado herido de bala, en especial, entender con exactitud qué había pasado antes de ese suceso.

Poco a poco se fue limpiando el nombre de Seokjin, mientras que por el contrario, el caso de Michael se volvió cada vez más grande, pues también se adjuntaron los resultados de abuso sexual reiterado hacia Jin a la lista de evidencias del caso. Por primera vez desde que se dió a conocer lo ocurrido con los chicos, BigHit empezó a apoyarlos, contrató guardaespaldas y se ocupó de los gastos de la terapia psicológica. Además, rompió los lazos con la empresa de Michael y prometió a los chicos una remuneración por todo lo que vivieron. Todas estas acciones resultaron siendo un alivio para ellos, pues por fin se sentían protegidos y respaldados, era una sensación inigualable.

Algunos días después de que se cerrara el caso de Jin, este "despertó" y el tan esperado reencuentro entre los chicos y su hermano mayor por fin se dio. Todos llegaron al hospital en la mañana y al ver a su hyung que tanto extrañaban y amaban en un buen estado de salud los hizo llorar como hace tanto no hacían. Durante el tan esperado reencuentro, el grupo se la pasó disculpándose unos a otros por cosas que realmente no eran su culpa, Jin por no poderlos proteger y los demás por no haber notado todo lo que estaba pasando. Era una escena realmente desgarradora, más aún por el hecho de la lejanía que estaba marcando el menor de todos quien se encontraba en una esquina lejana. Sin embargo era una situación esperable, después de todo, la relación entre el mayor y el menor sufrió una ruptura muy fuerte marcada por el terror, pero no se odiaban, ese era imposible. Alguien tenía que dar el primer paso hacia la sanación, y ese paso lo dio Seokjin.

-Jungkookie, ven, acércate- Llamó el mayor sorprendiendo al pequeño chico, quien abrió grande sus ojitos brillantes y caminó lentamente hasta estar al lado de Jin, el cual tomó las manos del pelinegro entre las suyas y las apretó -Kookie, pequeño, yo l-lo siento tanto, nunca en la vida te lastimaría, t-tu eres mi hermanito- Y ahora los ojos de Jin se empañaron de lágrimas -Una de las personas más importantes de mi vida, el hermanito que la vida me dió, que elegí y volvería elegir eternamente. P-por eso lo lamento, n-no pude protegerte y solo te cause más dolor del que ya cargabas, p-por eso entenderé si no quieres perdonarme o volver a verme, p-pero a-al menos quería disculparme- Nuevamente, las lágrimas fluían creando un océano, y el más pequeño negaba con su cabeza ante lo dicho por su hyung.

-No, no Jin hyung, no d-digas eso, jamás podría odiarte, t-tú siempre me has cuidado y-y lo o-ocurrido solo fue u-una encrucijada fatal, y-yo te quiero como a nadie en el mundo hyung- Jungkook hacía un esfuerzo en vano por limpiar sus lágrimas mientras hablaba.

-Ven aquí kookie- El mayor abrió sus brazos y recibió entre ellos al pequeño en un fuerte abrazo. El pelinegro escondió de inmediato su rostro en el cuello de Jin y rompió en un llanto que ninguno de los presentes había escuchado salir del menor en anteriores ocasiones, con hipidos y gritos suaves -Ya ya pequeño, todo está bien, hyung está bien, tú estás bien- Decía Jin a la vez que acariciaba los suaves cabellos contrarios.