Sueños robados

Conocerse personalmente

El viaje a estados unidos resulto demasiado largo para los pobres chicos que bajaban del avión un poco mareados y con dolor en la espalda, pero nada podía quitar la felicidad que sentían de poder estar en aquel país, a punto de firmar con una compañía grande de entretenimiento, la cual hace pocas horas se les había informado se trataba de International Star. Era un punto de no retorno para el grupo, el momento que tanto habían esperado, la oportunidad más grande de su carrera. En pocas horas, después de descansar un poco irían a conocer la empresa y a firmar un contrato por dos años, dos tormentosos años, claro que esto no lo sabían.

Al llegar a la gran empresa, los siete chicos no pudieron evitar sonreír hasta que sus ojos desaparecieron en dos líneas, era un lugar realmente hermoso: oficinas bien distribuidas y decoradas, estudios de canto y baile con los equipos más modernos, cafetería y un parque recreativo para descansar y divertirse, un lugar perfecto para ellos.

El edificio en su totalidad estaba monitoreado por cámaras de video, detrás de ellas, un hombre observaba con una sonrisa ladina y pensamientos sucios corrían por su mente "no hay nada como la carne fresca" la mente de un hombre maduro cegado por el dinero puede llegar a ser de lo más repúgnante, Michael estaba dispuesto a destrozar a cualquier ser humano que le llamara la atención, ya sea por su inocencia, su compasión, sus ilusiones, los elementos más manipulables de las personas según él.

Bighit ya había firmado contrato con la marca internacional, solo faltaba que cada joven firmara y el trato estaría completo. Los chicos subieron hasta el último piso del alto edificio y entraron a la oficina central, en ella se encontraba un hombre que no pasaba de los 40, tez blanca, ojos azules y cabello rubio, su cuerpo pasaba el metro ochenta y se notaba a leguas que se ejercitaba constantemente por los musculosos brazos y piernas que se marcaban a través de la ropa costosa que llevaba puesta. 

Como todo un caballero, invitó a los menores a sentarse en los elegantes sillones de cuero y empezó a hablar con ellos para contarles todos los requisitos del contrato. La empresa distribuiría el material musical en Estados Unidos y le pedía al grupo pasar más tiempo en aquel país para promocionar las canciones, además debían sacar más sencillos en inglés y seguir algunas reglas sobre su imagen personal. Por último, les comento a los chicos que cada uno debía firmar individualmente y por lo tanto quería un tiempo a solas con cada integrante para conocerlos mejor. Termino diciendo:

-El primero con el que quiero hablar es con Seokjin, los demás pueden retirarse- ante tales palabras, el hombre sonrío de forma escalofriante y fue despachando uno a uno a los demás miembros, quedándose únicamente con Jin, el cual estaba evidentemente tenso.

Una vez afuera, Namjoon no podía evitar estar nervioso, si, quizás esta era su más grande oportunidad, pero los ojos de aquel hombre no le daban confianza, en su interior tenía un terrible presentimiento.