Mi Unico Propósito (Harry Potter y tu)

10| El viaje ✓

Después de la despedida Ron y yo entramos al tren. Los gemelos se habían separado de nosotros al encontrar a sus amigos sentados en uno de los cuartos con los que el tren contaba.

Mi hermano y yo caminábamos de la mano buscando un lugar vacío. Todos estaban llenos, lo que se me hizo sorprendente porque incluso los de primero ya comenzaban a tener sus propios amigos, y, Ron y yo aun no socializabamos.

   —Disculpa —escuche decir a Ron asomándose a uno de los últimos cuartos, había soltado mi mano—. ¿Podemos sentarnos aquí? El tren está lleno —se quejó él entrando.

   —Claro —respondió alguien desde adentro. No espere más afuera y entre. El compartimento era lindo, tenía sillones aterciopelados y cortinas atadas a los costados de la ventana para apreciar la vista.

Tome asiento al lado de Ron sin siquiera ver a la persona que nos había permitido entrar.

   —¡Harry! —lo nombre sorprendida, pues no creía encontrarmelo al menos hasta la selección—. Que bueno verte —exprese sonriendo, a lo que Harry correspondió de igual forma.

   —Lo mismo digo Catherine...

   —¿Ya se conocían? —nos interrumpió Ron intentando sonar de lo más normal, pero sabía que no lo estaba.

   —Cierto —susurre—. Harry, él es Ron, mi hermano gemelo. Ron, él es Harry, era mi vecino.

Harry abrió los ojos de par en par y comenzó a analizarnos. Sentí como el calor subía a mis mejillas al sentir su mirada recorrer cada parte de mi que tuviera parecido con Ron, no le había hablado de él cuando se quedo en mi casa.

   —¡Eres Harry Potter! —anuncio Ron subiendo la voz y acercándose a Harry. Me relaje al no sentir más su mirada sobre mí y me acomode en el sillón.

   —El mismísimo, hermanito —sonreí uniendome al inicio de la conversación.

Ron no había apartado aún la mirada de Harry, su impresión era mucho más grande. Incluso olvido lo que mamá nos había pedido.

  《 —Sí encuentran a Harry Potter, no lo agobien con preguntas y trantelo como un igual.》

La emoción de Ron era más grande como para obedecer a mamá, aunque sabía muy bien que ella no se daría cuenta. Yo no lo delataria, además, cualquiera aquí actuaría así, supongo.

   —Entonces dime. ¿Es cierto? —pregunto Ron dejando de sonreír y haciendo una mueca. Me apenó un poco el atrevimiento de mi hermano y de inmediato pase mis ojos sobre Harry, quien no entendía nada de lo que Ron decía.

Codee a Ron en la costilla ocasionando que se quejara por lo bajo, pero no logre que apartara la mirada curiosa que tenía puesta en Harry.

   —Lo de la...

   —Ron —le regañe llamando la atención de ambos. El día que Harry se había quedado en mi casa le había parecido algo incómodo hablar del tema por lo que considere que en esta ocasión sería igual.

   —¿La qué? —pregunto Harry sin prestar atención a la reprendida que le hice a Ron e incitandole a continuar.

   —La cicatriz —respondió Ron mirando de lado a lado. Lo mire de forma desaprobatoria y él tan solo desvío la mirada.

Harry entendió abriendo su boca en forma de o y acto seguido levantó su flequillo dejando ver su cicatriz con una perfecta forma de rayo, verla me había causado un escalofrío, como si una tarántula con las patas mojadas recorriera mi espalda.