Cartas a mi Amapola#fictionalworldawards2019

Amores que no prosperan

Amapola

También a mí me llego el día en que me enamoré. Él era compañero de clase de Gaby y yo, que no iba al Liceo, lo vi de pasada y prendada quedé.

Era alto, rubio, enorme, con una sonrisa y un humor de niño grande criado en el campo. Un día fue a la UTU a esperarme y desde ahí hasta casa fue a acompañarme. Me preguntó si quería ser su novia y yo no supe que contestarle. Todo un año pasó en ese trance, me esperaba y me acompañaba hasta casa, eran tres cuadras de felicidad soñada.

Qué loca se vuelve la vida cuando de amor se trata. No fuimos novios, dragoncito lo llamaba. Sólo me daba la mano y así junto a él caminaba. Nunca nos dimos un beso, pero a esa edad, te aseguro no importaba. Bastaba ir juntos y hablar sin parar de lo que nos pasaba.

Mucho tiempo estuve de él enamorada, pero a veces los amores adolescentes no prosperaban... y él, con una amiga se "arreglaba". Ahí terminó, para mí, la historia, pero para él seguiría mi recuerdo intacto a través de los años.

Recuerdo cuando volví a encontrarlo y me dijo que de mí no se olvidaba. Bailamos toda la noche, y otra vez a casa me acompañaba. Pero el tiempo había pasado y en mí sólo recuerdos habían quedado.

Ay Amapola, si hubiera una palabra para transcribir los suspiros... esos que salen al recordar amores del pasado. Me río sola, pues los tres que me enamoraron eran rubios y ninguno duró más de un año.

Después, mucho tiempo después, llegó tu padre y te aseguro que no hubo otro que se le compare. Ya te contaré la historia, con lujo y detalle...

Por eso te pido que no te preocupes de esos amores que se fueron o de aquel que no llega, te aseguro que el indicado, en algún lado, espera el momento exacto que el destino los junte y se vean... mientras tanto, adelante, que nadie muere de amor aunque duela...