Amapola
Qué buena vida he vivido. Dios siempre me ha protegido, ha estado en cada paso conmigo. Soy una bendecida y una agradecida por todo lo que soy y he vivido.
Soy una privilegiada pues aprendí desde muy, muy chiquita que era única y especial, especial para mí misma y para los demás. Siempre sentí esa presencia invisible que me acompañaba y acunaba. Esa presencia que me hacía entender, de antemano, las cosas que pasaban, las actitudes, las palabras y las miradas. Esa presencia que aun hoy me acompaña, que me ha dado esta vida y las mañanas.
Me siento plena y feliz, teniendo todo y no teniendo nada. Me siento así, como si flotara... Eso no quita que el llanto a veces me atrapa, envuelve mi mente y nublan mi mirada. Es que sigo sin entender algunas cosas que pasan, por qué puedo ver y sentir lo que otros sienten haciendo de mi panza un fiel termómetro de sensaciones claras.
¡Ay Amapola, bien lo sabes tú, que conoces mis sueños y esperanzas!
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Cartas a mi Amapola#fictionalworldawards2019
PoetryMi Amapola roja... te regalo mi vida en palabras. espero, al leerme, sepas que fue escrita con amor que nadie borra, con ese amor que trasciende el tiempo y el espacio, porque ese amor de madre es inherente a nosotras.