Amapola
Varios años vivimos como extraños en una patria que al principio nos cuidaba.
Ahí nació mi tercer hermana, chiquita, prematura, la porteñita, le llamaban. Papá trabajaba como dueño de un súper y también de peluquero oficiaba.
Tenían buenos amigos que siempre les acompañaban, hasta el día del regreso que fue marcado a las disparadas. Recuerdo días de nervios, de locas correteadas, pedían documentos en las calles, y hete aquí que estábamos indocumentadas.
Tuvimos que regresarnos, solas con mamá y una bebe en brazos. Cruzamos el Río Uruguay en una lancha, tan bajita que podía tocar el agua marrón del Río con la mano. Aún suena en mi memoria el golpear del agua, el canto de las aves y la voz de despedida de mi padre.
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Cartas a mi Amapola#fictionalworldawards2019
PoesíaMi Amapola roja... te regalo mi vida en palabras. espero, al leerme, sepas que fue escrita con amor que nadie borra, con ese amor que trasciende el tiempo y el espacio, porque ese amor de madre es inherente a nosotras.