Ryuhito se removió incómodo ante el silencio repentino que se hizo en la habitación. Mientras tanto, Dae Hyun miraba al vacío con una expresión lúgubre en su rostro, recordando quien sabe cuántas cosas que le habrán pasado a lo largo de siete años.
— Yo tenía muchos amigos antes — Murmuró con voz triste, volviendo a verlo —. Pero cuando se esparció el rumor, todos se alejaron de mí. La gente suele tener creencias estúpidas ¿sabes? Creen que porque me gustan los hombres me voy a enamorar del primero que se me pase por el frente, cuando no es así. Yo también tengo criterio de elección, a veces solo quiero tener un amigo.
— Por eso no me lo dijiste — no fue una pregunta, fue una afirmación.
Asintió.
— Me puse muy feliz cuando supe que vendrías — dijo con una sonrisa triste —. porque no me conocías en absoluto, así que pensé que si no te lo decía, por fin podría tener un amigo.
Sonrió con suavidad luego de asentir, podía entender fácil sus motivos. Tantos años sin contacto humano era muy difícil, él lo sabía a la perfección, aunque las circunstancias fueran distintas.
— ¿Qué paso cuando acabaste el servicio militar? — inquirió curioso y Dae Hyun hizo una mueca.
— Dong Wan se encargó de esparcir el rumor a cada lugar al que iba, estudiamos en la misma universidad, la misma carrera e incluso hicimos las pasantías en el mismo lugar. Se ha encargado por siete años de esparcir los rumores para atormentarme y atormentar a mi padre.
Ryuhito frunció el ceño, tratando de imaginarse por qué tanto odio. Por alguna razón, estaba seguro que el ensañamiento de Dong Wan no era causado por simple homofobia, ahí había algo más que ni el mismo Dae Hyun sabía.
— Nada de eso justifica que tu padre te golpee ¿lo sabes, no? — señalo de pronto y Dae Hyun salto en su lugar, para luego agachar la cabeza con vergüenza.
— Lo sé — murmuró mirando sus pies —. pero a pesar de todo, mi padre no me alejo de él, Ryuhito. Ha seguido en contacto conmigo, no me niega, aún me habla como a su hijo. No puedo alejarme de él nada más o recriminarle nada. Es mi padre, el hombre que me dio la vida, el hombre al que decepcione.
— No lo decepcionaste — refutó firme— se decepciono él solo, Dae Hyun. Tú siempre has sido así, ser diferente no es malo. Es su problema si él no lo acepta, no el tuyo.
Su amigo emitió un suspiro lastimero, sin dejar de mirar el suelo. En ese momento, supo que por más que lo repitiera no iba a lograr nada en absoluto. Había veces que a las personas les repetían tanto una cosa que aunque fuera por completo equivocada, acababan por creérsela. A pesar de ser lamentable, ese era el caso que tenía en frente en esos momentos, una persona mancillada por completo a causa de su orientación sexual.
Sin embargo, sabía que no podía dejar que esa situación continuara de esa forma y quizás si tomaba la iniciativa él mismo, las cosas podían cambiar. No iba a negar que enfrentar a Young Woon le causaba un miedo indescriptible, pero si no lo intentaba, Dae Hyun iba a vivir ese calvario por el resto de su vida, cosa que por supuesto, no iba a permitir.
— ¿Qué ha pasado con el chico con el que... eh...? — ¿Qué definición exacta podía darle a la relación de unas personas que estaban ¨tonteando¨? Jamás había escuchado ese término en el palacio, siempre era cortejo y matrimonio.
— No lo volví a ver desde que Dong Wan esparció el rumor. Supongo que habrá vuelto a Mokpo, donde vivía.
— ¡Mokpo! — Salto él de repente, haciendo que su amigo se asustara a causa de su repentina efusividad —. ¡Young Mi y yo iremos a Mokpo en unas semanas!
— ¿Y? — pregunto el muchacho viéndolo como si acabara de volverse loco. De un tiempo para acá estaba recibiendo muchas miradas de ese estilo y estaba empezando a considerar la idea de que en efectivo estaba enloqueciendo... o quizás siempre fue un loco.
— Vendrás a Mokpo con nosotros — sentencio sin dar espacio a replica alguna — mientras Young Mi y yo nos encargamos de... eh... nuestros asuntos — ¡Ni que lo amenazaran de muerte pensaba contarle a Dae Hyun que iban a tener una cita! —. Tú iras y buscaras a ese chico.
Dae Hyun se quedó estupefacto.
— Ryuhito, han pasado siete años.
— Lo sé.
— No puedo ir a buscar una persona de la que no he sabido nada en siete años.
— Oh sí que puedes.
Dae Hyun frunció el ceño y se sintió extraño al ver esa expresión dibujada en su rostro, no era nada habitual en él.
— Lo explicare de una manera muy simple — Ryuhito se levantó para acercarse y tomar a su amigo por los hombros —. Si no buscas a ese chico para saber al menos que ocurrió con él, nunca podrás cerrar ese capítulo de tu vida, y si no lo cierras, jamás podrás salir adelante, es necesario.
Dae Hyun lo observó fijo por unos minutos, lo más probable era que estaba considerando la idea. Aparto las manos de sus hombros para evitar cualquier intento de persuasión, era algo que debía decidir por sí mismo.
Un suspiro resignado por parte del muchacho lo hizo sonreír
— Esta bien, iré... aunque sigo sin entender como eso va a ayudarme en algo.
— ¡Ese es mi amigo! — exclamo dándole un puñetazo amistoso en el pecho que hizo reír a Dae Hyun a carcajadas.
— ¿Quién iba a decirlo? El príncipe que vivió toda su vida encerrado en un palacio fue el único que me acepto de buenas a primeras...— murmuró de pronto y él se encogió de hombros, incapaz de darle explicación a su propio comportamiento. Como había dicho antes, eran las cosas que se aprendían cuando empezabas a pensar por ti mismo.
>> Young Mi es una afortunada de que te hayas fijado en ella... — Dae Hyun esbozó una pequeña sonrisa — aunque tú estés completamente chiflado.
Ryuhito rió ante su broma, para luego lanzarle su almohada ¿Qué estaba loco? Puede que sí, puede que no, quien sabe. Lo único de lo que estaba seguro a plenitud era consciente era de que estar loco le encantaba.
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El capricho del príncipe
RomanceLos caprichos de un príncipe mimado y las exigencias de una mujer independiente eran la fórmula perfecta para el desastre. -PRIMERA PARTE DE LA TRILOGÍA: ¨"DESASTRE" (BORRADOR) Prohibida la copia total o parcial de esta obra. Código de Registro Safe...