Capitulo 25

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El pequeño camerino que les habían asignado para que pudieran arreglarse para la presentación estaba lleno a totalidad. Por suerte, su estilista ya no se esforzaba demasiado en hacerle peinados extravagantes, por lo que pudo salir del ajetreado lugar rápido.

— ¿También estabas ahogándote ahí dentro? — Ji Soo le sonrió al verla salir al pasillo, Young Mi rió asintiendo. Por lo menos el pasillo era lo suficientemente grande como para poder pararse a respirar sin estorbar a las personas que correteaban de un lado al otro preparando todo para transmitir el concierto en vivo por internet. Al frente de ellos, había otro camerino del mismo tamaño, donde trece chicas luchaban por estar listas a tiempo.

Vio a una de ellas que gritaba y movía los brazos tratando de organizarlas a todas. Lo más probable es que se tratase de la líder. Sintió especial compasión por ella, si ser líder de Skyfall era difícil siendo solo tres chicas además de ella, no quería imaginarse como era lidiar con tantas, debía ser un suplicio.

Aunque si era sincera, tampoco se veía nada mas como solista. A veces se encontraba con ellos y solía ver como miraban con anhelo a los grupos divertirse juntos, no llego a entenderlos hasta que logro debutar para poder ver con sus propios ojos lo dura que era la industria y agradecer el hecho de que tenía compañeras a su lado, ya que era mejor soportar los golpes en grupo que en solitario.

Sun Hee fue la siguiente en salir del camerino, tenía el cabello rosa recogido con muchas horquillas brillantes, hizo una mueca, a la pobre debe dolerle la cabeza. —. Están haciéndole un recogido con ondas a Haneul — Mencionó con el horror palpable en su rostro, Young Mi casi sintió el dolor en su propia cabeza, causada por el calor del rizador y el montón de adornos.

— Un día de estos nos van a dejar calvas con tantos tintes y mierdas en la cabeza — Las tres rieron por el comentario de Ji Soo, pero fueron interrumpidas por el repiqueteo de un par de tacones seguido de unos vestidos rojos que llegaron al frente de ellas.

Dos vestidos rojo zorra.

— Uy, alguien debería decirle al staff que esto es un concierto, no un asilo de ancianas — Young Mi respiro profundo antes de mirar amenazante a las mujeres que sonreían burlonas frente a ellas. Deeping Love era un dueto conformado por Min Suk y Ji Yoon, ambas ex compañeras de agencia que se burlaban con constancia de Sun Hee por ser demasiado mayor.

Para la gente normal tener veintiséis años era ser joven, pero para el mundo artístico ya era tarde. A ella no le molestaba en absoluto su edad, pero sabía que para la peli rosa era un problema, por eso no iba a callarse — ¡Uy! Alguien debería decirle al staff que esto es un concierto, no un burdel de putas — todos se quedaron en silencio ante su comentario, incluyendo a las chicas del grupo inmenso que habían dejado de gritar para mirar la escena. Min Suk le dedico una sonrisa falsa.

— Young Mi, la verdad es que tú nunca cambias — Su tono desdeñoso ha sido cambiado por uno de disimulada cortesía que reconocía muy bien para despistar a las chicas menores que estaban presenciando aquella escena. Amistad de escaparate, solía llamarlo. Fingir que te llevabas bien con todo el mundo nada más para dar el buen ejemplo que como persona mayor, se supone debías dar.

Esbozó una sonrisa forzada y ambas siguieron caminando. Desapareciendo por el largo pasillo, las chicas del grupo inmenso volvieron a cotillear como si nada pasara y suspiro cansada.

— Pedazo de asquerosas — siseó Ji Soo entre dientes, sabía el odio que sentía por ese par por meterse con sus compañeras. Ella le hizo una señal para que se callara. Haneul ya había salido del vestuario con un peinado espectacular dejando ver su evidente dolor de cabeza, era hora de salir al escenario por fin.

Fueron el tercer grupo en presentarse, luego del dueto infernal. Se hincho de orgullo al ver las lightsticks celestes por todo lo alto que opacaban con creces los otros colores, el público vitoreó cada canción con fervor y casi reclamaron cuando les toco bajar para dar paso a otras agrupaciones. En esos momentos era en los que Young Mi se sentía más segura, libre... feliz.

La felicidad que le daba a Young Mi pararse sobre el escenario a cantar era indescriptible por completo, su corazón latía con fuerza y al contrario de cómo le pasaba en su día a día, le era imposible dejar de sonreír. Todo su mal humor habitual se iba como si fuera un suspiro.

Pero en ese momento había regresado más fuerte que nunca, al volver por el mismo pasillo de antes y ver a Dae Hyun acompañado de Ryuhito en la puerta de su camerino, hablando con el par de mega zorras. Por un momento quiso mantenerse tranquila, aferrándose a la idea de que era una conversación casual que se llevaría con mucha educación, pero cuando vio que Min Suk acariciaba el brazo del principito con evidente seducción, un sentimiento en extremo desagradable que no había sentido jamás nació dentro de ella para final, explotar.

Sus compañeras se quedaron de piedra al verla andar con paso firme y los puños apretados hacia donde estaban los implicados. Si no estuviera tan enojada, se hubiera reído. Lo más seguro era que tenían temor de que se lanzara a insultar o golpear al par de tontas, pero todo lo contrario. Cuando llego a ellos, toco el hombro de Ryuhito para llamar su atención y hacer que esa dejara de tocarlo.

Él sonrió radiante al verla, y para su propia sorpresa, ella hizo lo mismo. Su siguiente acción ni siquiera la pensó; miro a Min Suk con petulancia y luego, se lanzó a los brazos del príncipe.

El capricho del príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora