Holmes "El Angel de la Muerte" [Libro 1]

Capítulo III

Forks, 21 de abril de 2006

En estos tres mil años solo he dejado que un grupo reducido de personas sepan de mi existencia, aparte de Nicolás y Gwendolyn. La familia Cullen, por ejemplo; Carlisle, Esme, Rosalie, Emmet y Edward. Aunque hace muchos años que no se de ellos. Carlisle fue un buen amigo, me ofreció que me quedara y me adaptara a la dieta vegetariana.

Sin embargo, a los Cazadores no nos sirve la sangre animal, debe ser sí o sí humana. Por suerte, el hecho de trabajar en un hospital ayuda a conseguir toda la sangre de donaciones que quiera. Mientras me la pague yo. Y si no, siempre puedo morder a alguien. Eso sí, nunca los mato. Solo los dejo medio atontados por la perdida de sangre, y si veo que les he sacado demasiada los curo dándoles de beber de la mía.

Me encuentro de camino a su casa.

-- Pare aquí -le digo al taxista.

Observo la oscura entrada del camino que lleva a su casa y sonrío. Huele a vampiro.

-- ¿Está segura señorita? -pregunta desconcertado.

Siendo de noche no es recomendable ir por ahí, pero hay que ser muy estúpido para atacarme.

-- Sí.

Extiendo el dinero y me bajo. Cojo las maletas y a paso humano comienzo a caminar por el camino. Cuando me percato de que ya se ha ido, salgo disparada a toda velocidad. No quiero perder ni un segundo más.

Corro a todo lo que dan mis piernas y en menos de un segundo ya estoy allí. Carlisle, Esme, Rosalie y una chica, que no conozco, me esperan en el porche. Tiene el pelo corto con puntas y castaño. Es pequeña y muy ágil. Me mira con una gran sonrisa.

-- Hola Megara, soy Alice -dice. ¿Cómo sabe mi nombre?-. Es un placer conocerte por fin.

-- Gracias supongo -susurro confundida.

--- Megara me alegro de verte, ha pasado mucho tiempo -me dice Carlisle

Se inclina y me estrecha en sus firmes y duros brazo. A pesar de carecer de calor, ese gesto está repleto de calidez.

-- Hola viejo amigo -saludo-. ¿Cómo habéis sabido que venía?

La chica llamada Alice suelta una risilla. Ella tiene algo que ver.

-- Alice tiene un don. Puede ver el futuro. -dice Esme.

La miro sorprendida. Eso puede ser bueno y malo a la vez para mí.

-- Ver el futuro. Vaya increíble es un talento muy raro. Aunque debe de ser un palo saber todo lo que va a pasar, nada te sorprende -digo.

Ella ríe ante el comentario.

-- A veces es moledto, pero está bien --responde.

Entramos en la casa y me encuentro con una humana que está con Edward, su olor es muy... dulce. Mmm... No me importaría hincarle el diente.

-- ¿Y esta humana?

La observo fijamente. Ojos color chocolate y cabello oscuro y ondulado. Tanto su figura como su rostro no sobresalen mucho, está dentro del registro normal de los humanos. Una chica común a simple vista. Sin embargo, su aroma denota mucha calidad en sus venas.

Edward se pone delante, entre ella y yo. Vaya así que es la novia de Eddy. Así que el eternamente virgen ha encontrado a un bocaditos al que amar. Bueno, solo por eso no probaré su suculenta sangre.

-- No te preocupes Ed, ya sabes que no bebo sangre fresca. Solo de donaciones

Él se relaja ante mis palabras. No he venido a causar tensión, si así fuera sería mejor ir directamente a Volterra a ver a los Volturis. Eso sí que provocaría tensión.