Capítulo XV

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Jake está profundamente dormido en el sofá. Seth se ha levantado de mañana para hacer la ronda. La verdad es que lo único que le apetecía era quedarse, pero ha sido una orden de Jacob.

-- Nos tendremos que mudar dentro de poco -dice Emmet-. No podemos quedarnos mucho más o la gente empezará a sospechar.

Rose tiene a la pequeña entre sus brazos. Aún está profundamente dormida.

-- Lo he pensado mucho y he decidido que viviré con vosotros. Quiero ver como la niña evoluciona.

Rose me mira sonriente.

Esme, Alice y ella me han estado intentando convencer para que me quede con ellos una larga temporada. Al final han conseguido su deseo.

-- Me alegro. Me encanta tenerte aquí. Y estoy segura de que a Nessie le encantará que vengas con nosotros -de repente Jake se levanta del sofá y sale por la puerta como alma que lleva al demonio.- ¿Y a esté qué le pasa ahora?

-- No lo sé.

Me parece que ha escuchado lo que he dicho y eso le ha cabreado. Pero tendrá que aceptarlo, mi vida no se puede estancar porque él se haya imprimado de mí.

Nessie se revuelve en sus brazos y luego abre poco a poco sus ojos de chocolate. Sonríe y le pone la manita en el cuello.

-- Tranquila, ahora viene -dice Rose a la pequeña.

Y nada más decirlo Bella y Edward entran por la puerta.

-- Buenos días -saluda Bella toda sonriente.

-- Bella date prisa, Reneesme exige que vayas. Esme está sacrificando su segunda mejor cuverteria por tener contenta a esa fiera -explico sonriendo.

Subo rápidamente a la habitación para asearme. Necesito una ducha o mejor un baño. Lleno la bañera y me preparo rápidamente un baño de espuma. Realmente me apetece uno. Me desnudo y me meto. Es tan relajante. Me pongo a pensar en todo. De ahora en adelante mi vida está ligada a la de una pequeña. Nunca pensé que volvería a repetir el ritual. Ya fue sorprendente que lo hiciera con los chicos, ahora encima con ese bebe medio vampiro. Suspiro cansada, todo esto me está sobrepasando. Hundo la cabeza en el agua. Al cabo de pocos segundos emerjo buscando aire. Jacob no tendrá más remedio que o venirse con nosotros o quedarse y olvidarse de mí. Sería lo mejor para ambos. Miro la puerta del baño. Quizás estoy siendo injusta con él y debería darle una oportunidad, al fin y al cabo, ellos solo se impriman de sus almas gemelas. Pero, ¿qué estoy pensando? Es un niño de dieciséis años, ni siquiera tiene la mayoria de edad. Aunque lo parece. Y lo conozco desde siempre, no puedo creer que de verdad haya pensado eso.

Enfadada conmigo misma por tales pensamientos salgo de la bañera y me enjuago el cuerpo. Me envuelvo en el albornoz y abro mi armario. Pronto necesitaré un vestidor como el de Bella, para toda mi ropa. Cojo unos pantalones baqueros ajustados, una blusa gris y una chaqueta de cuero negro, me lo pongo y me seco el pelo con el secador. Lo dejo a lo natural, tampoco es que vaya a una gran fiesta de etiqueta.

Salgo de la habitación y comienzo a bajar las escaleras. Hasta ahora he ignorado todas las charlas de la casa.

-- ¿Te das cuenta de lo que has hecho? ¿Del daño que sufrirá Bella? Suponiendo que consiga controlarse sentirá como si le hubieran puesto un hierro ardiendo en la garganta -brama Edward. ¿Qué pasa?-. Ya sin contar con el peligro en que nos pones.

-- Jake no te das cuenta de que has puesto en riesgo la vida de Charlie. Sin contarme a mí, los Vulturis no permitirán que siga viviendo sabiendo el secreto -Bella está enfadada, mucho.

-- No le he contado nada de vosotros, solo mi secreto. No lo he puesto en peligro. Sin contarte a ti, claro -se defiende el chico-. Pero tienes una especie de supercontrol, ¿no?

Holmes "El Angel de la Muerte" [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora