Capítulo XXII

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Me levanto del suelo con la boca manchada de sangre. Mis ojos seguramente deben estar de un rojo tan intenso como esta. El ultimo deseo de Nicolas es que viviera y lo voy ha hacer, pero antes acabare con todos dllos. Toda la rabia, el dolor, el odio y el miedo contendido se han juntado y han estallado provocando en mi una tremenda sed de sangre y venganza. Una venganza que se servira dulce.

Fin del flash back

Sacudo mi cabeza para alejar todo aquellos recuerdos de mi mente.

-- Escape y decidí alejarme completamente de todo lo que tuviera que ver con ellos. -me alejo un poco de él algo incomoda.

Aun no entiendo muy bien porque he accedido a contarselo pero ahora ya no hay nada que hacer.

-- Después de aquello tuve una época algo mala en la que no me importaba nada. Mataba a todo el que se me ponía delante. Ya fuera humano, vampiro o licántropo. No me importaba. La rabia y el dolor me consumían. -explico- Y entonces vino la plaga de niños inmortales. Aldeas masacradas por ellos, pueblos quemados hasta los cimientos. Y el instinto protector de Alas Negras se  de nuevo en mí. Me dediqué a darles caza y matar a todos los que tuvieran algo que ver. Y cuando creía que en mi vida solo había oscuridad me encontré con Gwen y Nicolas. -miro a Jake y no puedo evitar esbozar una sonrisa ante el recuerdo de mis dos angeles- Y ellos lograron hacer que mi humanidad apareciera de nuevo. Me sacaron del pozo oscuro en el que me había hundido.

Sus labios están apretados. Sus ojos abiertos como platos. Parece en estado de shock. Supongo que no se esperaba un pasado tan tormentoso. Veo como aprieta los nudillos con fuerza. Esto ya me empieza a asustar.

-- Jake, ¿estás bien? - le pregunto a notar las compulsiones. No pensé que se lo tomaría así. Aunque debí suponerlo, los metamorfos tienden a descontrolarse fácilmente. Además sabiendo la relación que tiene conmigo, saber todo lo que he sufrido por culpa de las criaturas que más odia debe enfadarle mucho más- ¿Jacob?

Se levanta de golpe de la cama haciendo que pegue un salto del susto. Sale disparado por la puerta dirección a la salida más cercana. Su cuerpo entero se compulsiones, está al borde del descontrol. Le sigo preocupada y veo como sale de la casa corriendo.

-- ¡JAKE! -grito des de la puerta.

Se aleja corriendo hacia el bosque. Mierda, ahora toda la manada se enterara de lo que me paso.

-- ¿Qué le pasa? -me pregunta Billy poniendose a mi lado.

-- Le he contado mi pasado. -susurro. Billy me mira sorprendido y a la vez veo en su mirada una punzada de dolor además de una reprimenda- Ya se que me he equivocado.

Muerdo mi labio inferior sintiendome culpable. Suspiro y me apoyo en el marco de la puerta.

-- Meg, será mejor que te vayas a dormir. Puede que no vuelva hasta mañana. -miro a Billy y asiento imperceptiblemente. Estoy cansada, cansada de todo.

Me retiro a mi habitación y me echo en la cama. Me tapo con la colcha y me quedo mirando la nada. Mis demonios me persiguen y seguiran así el resto de mi vida. Cierro los ojos y poco a poco me voy quedando dormida asta que finalmente me sumerjo en el abrazo de morfeo.

>>Corro a todo lo que dan mis piernas. La lluvia cae con fuerza y me empapa completamente. Me persiguen, se que estan cerca. Tengo que darme prisa y despistarlos, solo asi podre escapar de sus oscuras garras. Intento correr más pero poco a poco mis piernas se vuelven más lentas y torpes.

Tropiezo con una rama y caigo al suelo. Estoy demasiado debil, no he tomado sangre y me siento muy debil. Intento ponerme de pie pero algo me lo impide. Miro hacia el suelo y veo una cadena. Un hierro atraviesa mi pie y evita que lo pueda levantar. Duele mucho y mi sangre brota con fuerza.

Holmes "El Angel de la Muerte" [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora