Capítulo XIV

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Buff... He tenido que resumir toda la primera parte en apenas dos capítulos. Viva por mí. Je je je. Espero que os esté gustando la historia. Si es así votad y comentad.

Eso me ayuda mucho.

Noto que alguien me zarandea el brazo. Molesta me doy la vuelta y la ignoro. Resopla.

-- ¡Meg! -grita en mi oído.

Del susto me caigo de la cama. Ella se empieza a reír.

-- No tiene gracia, Alice -bramo mientras me desperezo. Estoy muerta de sueño.

-- Bella va ha despertar -dice con una sonrisa.

-- ¿Cuándo? - pregunto ya despierta del todo.

-- En un minuto. -dice levantándose de la cama. ¡¿Qué?!-. Oye la que no se quería despertar eras tú. Así que no me metas la bronca.

Me levanto de golpe y me hago una coleta alta. Tengo el pelo enredado. Me pongo las zapatillas y salgo corriendo detrás de Alice. Mierda con tan poco tiempo no puedo vestirme. Bajo al salón a toda prisa. Voy con unos pantalones de pijama super cortos y una camiseta de estar por casa que me va enorme y se me cae por el hombro. Jacob está ahí, últimamente se ha quedado aquí. Me mira de arriba a abajo sorprendido por mi aspecto y sonríe. Le fulmino con la mirada y me pongo bien la manga de la camiseta. Rosalie está discutiendo con Seth para ver quién coge a la niña.

-- Desde luego, es la pequeña más consentida del mundo -digo riendo ante la escena. Rosalie se gira y me sonríe.

-- Buenos días dormilona -en su sonrisa hay un tono de burla.

Lo ignoro y voy a la cocina. Me sirvo una taza de café y luego vuelvo a la sala para sentarme en el sillón.

Me he enterado de que Jake se ha imprimado de mí y Seth de la pequeña Nessie. Ese es el apodo que leh a puesto. Cuando hablé con Seth sobre que a Jake le iría bien imprimarse no pensé que sería conmigo. Por el amor de dios, soy miles de años mayor que él. Ya podría haberse buscado a una de su edad. Desde luego le encantan las mayores.

-- Vaya palo -digo-. Tengo que quedarme para no tentar a la nueva neófita.

Rose se gira y me mira burlona. Ella no tiene el problema de provocar sed en los demás. Aunque mi olor no les atrae, el bombeo de mi corazon es suficiente para que comiencen a babear, tenemos que tener cuidado. No quiero que me salte a la yugular.

-- No te preocupes. En cuanto se entere que tu sangre es veneno para nosotros no creo que se le pase por la cabeza provar ni una sola gota -dice.

-- Mujer, veneno veneno no es. Si es una dosis pequeña puede hacer que la sed se le pase completamente. Una grande ya sería peligroso -ella pone mala cara.

Miro a la niña que descansa en sus brazos.

-- Es increíble que a la pequeña no le pase nada por beber de mí  -digo.

He comprovado que mi sangre no le hace nada. Es más, al parecer le gusta tanto como la humana. Irónico. Ya que para un vampiro normal sería letal. Supongo que ser medio humana le protege de las substancias del veneno que corre por mis venas. Pues a los humanos tampoco les hace daño.

La pequeña me mira y sonríe dejando ver sus dientes. Pone la mano en el cuello de Rose y ésta suspira.

-- Quiere que la cojas. -murmura.

Sonrío y extiendo los brazos para que me la dé.

-- ¿Estás segura que no la confesaste? -es la tercera vez que lo prenguntan-. El apego que te tiene no es normal. Cada vez que te ve salta a tus brazos.

Holmes "El Angel de la Muerte" [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora