Capítulo XXXI

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Llego a casa des de La Push y observo lo que hay en un lado de la pared del garaje. Una sonrisa aparece en mi rostro, estoy deseando conducirla. Mi Harley completamente negra. Veo como los ojos de Jake se abren de par en par al verla y luego me mira a mi sorprendido buscando explicaciones.

-- Es mia. Me la han traido desde Londres -respondo contenta.

Escucho su silvido y luego me mira con una sonrisa suplicante.

-- Ni de broma. No hasta que cumplas 18 como mínimo -escucho su bufido y rio.

Mi moto no se toca. Ni siquiera se la dejo a Nicolas o Gwen. Mucho menos a Jake.

-- Eres malvada. Ponerme enfrente de las narices una belleza así y no dejarme dar siquiera una vuelta con ella -murmura.

-- Bueno dejame pensarlo -digo. Veo como su rostro se ilumina-. Esta bien, pero solo una vuelta.

-- Hecho -dice.

Me tiende la mano para zanjar el trato. Alzo una ceja y niego con la cabeza. No tiene remedio. Estrecho su mano calida y sus ojos dejan los mios para posarlos en la moto. Creo que ha encontrado su autentico amor verdadero. No sé si ponerme celosa.

Bajo del coche ya parado y me acerco a la moto. Tiene las llaves puestas. Perfecto. Examino si hay algun arañazo y miro si las ruedas estan bien. Después de hacer una inspección le hago una seña a Jake.

-- Como le hagas algo te dejo sin descendencia -le advierto. Su sonrisa no se borra, me mira tan intensamente como siempre pero ahora va de la moto a mi. Creo que me quiere más solo por la moto. No me extrañaria viniendo de él- Pero hoy no. Es tarde y supongo que debes irte a casa.

Hace una mueca y asiente. Supongo que no hay más remedio. Yo he vuelto de nuevo con los Cullen, no quiero molestar más al viejo Billy. Aunque parecía que se fuera ha echar a llorar cuando se lo he dicho. Imagino que extrañara mis comidas. No lo culpo. Soy realmente buena cocinera.

-- Que lastima, justo cuando tenemos un momento para estar a solas -murmura Jacob. Sonrio y agarro su mano.

-- Anda ven -le guío hacía el bosque rápidamente.

Suelto su mano y salto el rio para evitar mojarme. Jacob salta, pero como no puede llega tan alto con su cuerpo humano aterriza en una roca en medio y luego vuelve a coger impulso para llegar a mi posición.

Miro hacía la casa y no veo a nadie. Espero que nadie nos haya visto llegar y luego marcharnos. Emmet ya me da suficiente la murga con que soy muy buena con Jake y que debería replantearme eso de salir con él. Al parecer se llevan bien. Incluso Emmet se rie de los chistes que hace Jake sobre rubias y que molestan tanto a Rosalie.

Caminamos por el bosque en silencio el uno junto al otro. Lo miro de reojo y veo como tiene las manos en los bolsillos y la mirada en el suelo.

-- He decidido quedarme a vivir aquí -él me mira sorprendido y un poco desconcertado.

-- Ness llegara a la madurez en unos 7 años. No me necesitara. Además. Podemos estar hermanadas y una lejos de la otra. Después de todo ahora mismo es como estoy con Gwen y Nick. No es algo nuevo. El caso es que le pedire al consejo quileute que me dejen construirme una casa en lo alto del acantilado. Siempre he querido una allí. De esa manera no tendre que quedarne en casa agena cada vez que venga -explico.

-- Eso seria genial -murmura Jake-. Quiero decir. Seria genial tenerte aquí con nosotros.

Le miro y sonrio.

-- Has cambiado en muy poco tiempo -comento. Él me mira interrogante y sonrie.

-- Imagino que para mejor.

Holmes "El Angel de la Muerte" [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora