A Priss la dieron de alta dos días después del accidente. Salió de la habitación en silla de ruedas, aunque podía usar muletas, algo que ya le había tocado vivir ese mismo año. Lo primero que hizo fue ir a ver cómo estaba Anne. Adriano ya le había comentado lo que sucedió con el aborto y sin poder evitarlo Priss se puso a llorar. No quería sentirse mal, no tenía sentido. Y aun así una parte de ella sentía culpa, pensó que si Anne acabó metida en ese accidente fue porque se acercó a auxiliarla. Intentó evitar ese pensamiento, la única responsable de todo era Sandra.
Solo se calmó cuando fue a ver a Anne. La chica aún estaba muy sensible y era difícil para todos verla así, estaban acostumbrados a su fortaleza y a verla siempre sonriente. A comparación del día anterior lucía más tranquila. Cameron no la abandonó toda la noche, y solo cuando Adriano insistió en que vaya a dormir un rato a casa y que trajera ropa limpia aceptó moverse de ahí. Le dio la semana libre en The Oak Room, le dijo que ya otro de los capitanes de mozo se encargaría en su ausencia. El día en que dieron de alta a Priss, esta decidió quedarse haciéndole compañía a Anne hasta la noche. Hablaron de varias cosas, en especial de lo que pasaría con Sandra.
Sabían que Sandra estaba detenida, no les habían dado más detalles. Les contaron que la noticia salió en los medios a nivel nacional, cosa que estuvo a punto de opacar lo bien que les fue en la reinauguración del restaurante. Fue inevitable que los sucesos no fueran cubiertos, algunos lo veían como la culminación de la historia, aunque quizá la historia terminaría definitivamente cuando Sandra estuviera sentenciada. Todos sabían que había enloquecido de verdad, que intentar asesinar a dos personas había sido demasiado y que no había forma que quedara en libertad. Y de eso se iban a encargar los abogados, de que no le dieran la libertad provisional, que se quedara en la cárcel hasta el inicio del juicio.
El restaurante tuvo que abrir con normalidad, no podían dar una imagen de desorganización, y además ya tenían tres meses de atención reservados. El regreso de Adriano a la gastronomía había sido todo un éxito, y al día siguiente se hicieron reservas completas para un mes más. Adriano tenía mucho de que ocuparse, no podía detener su trabajo, y tampoco podía dejar de lado a Priss. Ella decía que no era necesario, que estaba mejor, que solo iba a cojear un poco, pero que pronto estaría bien. Él intentaba no preocuparse, cosa imposible claro. No dejaba de pensar en ella y en qué hubiera pasado si es que el impacto hubiera sido mayor, si es que Priss no hubiera reaccionado a tiempo para escapar de Sandra.
Tampoco era fácil para Cameron. Anne pasó unos días más en el hospital. Cam solía ser una persona muy fuerte, cuando tenía problemas y preocupaciones seguía trabajando y procuraba que nadie note lo mal que la pasaba. Pero su trabajo requería que se esforzara por sonreír, por ser amable, elocuente y simpático para los clientes cuando por dentro se sentía morir sabiendo que su amada estaba sola, quizá llorando por la pérdida del bebé. Adriano le ofreció darle más días libres, pero sabía que no era suficiente, en ese tipo de trabajo no se podía parar. En el Hotel Plaza estaban acostumbrados a guardarse las lágrimas y seguir adelante.
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Calidad Total
Ficción GeneralPriscila ha encontrado el trabajo de sus sueños, su nuevo jefe hará su vida miserable y ella tendrá que demostrar que es una chef de calidad total. Secretos, intrigas y amores inesperados... Es lo que encontrará en El Plaza. *** Priscila Hudson sue...