Capítulo 21. «Miedo»

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Realmente a sus oídos, mis palabras sonaban en un idioma extranjero. Al principio, parecía confundido. Pero, a medida que pasaban los segundos, el rostro de Taehyung se tornaba en pesadumbre, pues sabía a qué me refería.

— Y-Yo no te he mirado con asco... —Dijo en un tono de voz casi inaudible, aunque capté a la perfección sus palabras, ya que, desde que comencé a mirar su figura, no le había quitado el ojo a aquellos labios carnosos.

— No me engañes, Tae. —Contesté enojada.— Sé que nos conocemos desde hace muy poco pero tengo un don para los embusteros. Y tú, querido amigo, mientes fatal. —Coloqué las manos a ambos lados de mis caderas, aguantándome por unos breves momentos el frío que sentía al tener la ropa empapada, solo para poder mostrarle al rubio una pose de enfado. Acompañé la figura con un incordiante y seguido puntapié.

El chico se atrevió a darme la espalda, a lo que aproveché para volver a abrazar mi cuerpo para mantener un poco de calor. Oí como suspiraba, metiéndose las manos en los bolsillos. Luego, pronunció mi nombre con gran pesar, consiguiendo con esa voz erizar mi piel.

— No te he mirado con asco...

— ¿Entonces cómo me has mirado? —Le interrumpí.— ¿Te sirve más la palabra «desprecio»? —Mi voz denotaba hastío pero realmente lo que sentía era ansia por una explicación que no me hiriera. Suficiente dañada estaba por culpa de Jungkook.

— ¿Recuerdas la sensación que tuviste cuando te mostré la cicatriz de mi brazo? —Dijo volteándose al fin. Se tocaba la muñeca, ahí donde se encontraba la sucia bandana roja. Sus ojos estaban entrecerrados y me miraban con compasión desde arriba.— Pues yo he sentido lo mismo al verte la espalda.

Mi espalda. Mis cicatrices.

Tras el accidente, se me quedaron ciertas marcas que, tristemente, permanecerán en mi cuerpo para siempre: algunas de ellas eran simples puntos que los médicos colocaron en su día para cerrar las heridas más grandes, esas cicatrices no eran un problema, son fáciles de tapar. Las peores eran la de la cabeza -que por suerte mi melena tapaba- y tres que se situaban a lo largo y ancho de mi espalda. Cuando salí disparada, chocando contra la luna delantera del vehículo, tuve la mala suerte de caer sobre los mismos trozos de cristal que se reventaron con el golpe.

Qué imbécil había sido al pensar que un vestido de transparencias me quedaría bien, teniendo marcas tan fea como aquella... ¿Habría sido entonces la sonrisa de Kookie una mentira?

Imposible. Aquellas cicatrices no eran nada nuevo para él. Ya me había visto antes en bañador, incluso las había tocado. Fue él quien me enseñó a verlas como "marcas de supervivencia". Marcas que me recordarán toda la vida la suerte que tuve al salir con vida de aquel accidente. El que me enseñó a dejar de verlas como la mayor torpeza que me había sucedido.

Entonces, ¿por qué los ojos de Taehyung me traían a la memoria aquellos malditos recuerdos?

— Oh... cierto. A veces se me olvida lo grotescas que pueden ser para algunas personas... —Supe contestarle en un suspiro, quitándome un gran peso de encima pero sumando otro mayor.— No debería haberme puesto este dichoso vestido...

Aquello lo pronuncié lo más bajito posible, mirándome el pliegue de la falda que se me pegaba a los muslos. Resultaba muy incómodo tener aquel tipo de tela mojada sobre la piel. Bufé. Nunca he sabido tomar decisiones acertadas con la ropa, a pesar de lo bonita y lo bien que me quedara.

— No, no es eso. —Por desgracia, el rubio tenía el oído de un elefante, todo lo que susurrara sería escuchado por él.— No me parecen grotescas, ni mucho menos siento repulsión.

FIRST LOVE ; bts TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora