FIRST LOVE ; bts TERMINADA

Capítulo 13. «El sonido del tren»

"Verás... hace unos años mi abuelo falleció. Él era una persona muy importante para mí. Básicamente me crió y me enseñó a vivir. No tuve nunca relación con mi padre o su familia, y mi madre estaba siempre trabajando en Daegu, así que puedes imaginar que tan duro fue ese golpe para mí. Es justo ahí cuando comenzó todo... Al poco tiempo de aquello, otro pilar importante para mí se destruyó, llevándose consigo la única manera con la que podía olvidar todo y ser un poco más feliz. Con la mente en blanco, solo podía pensar en cosas negativas que se agigantaban con el paso del tiempo. Mi madre me aconsejó ver a un especialista que me diagnóstico depresión. La verdad, la palabra suena algo fuerte ¿no? Me dijo que viajar me ayudaría. Estados Unidos fue el destino que elegí y, gracias a su tratamiento, supe llevarlo mejor con tan solo unas pocas sesiones. Supongo que es lo bueno de que sea un payaso, siempre intento ver el lado divertido de las cosas. Pero allí estaba más solo aún, y cuando se hacía el silencio... me volvían a la cabeza los mismos pensamientos oscuros. Mis demonios. No fue hasta que hace un año que mi abuela falleció por la pena que tenía a causa de la muerte de su esposo que cometí mi primer acto de suicidio. El no haber podido estar en sus últimas me destrozó más de lo que ya estaba, así que vi como fácil via de escape la de colocar mi cabeza un día de nieve sobre las vías de un tren no muy transitado por la gente. El frío quemaba y fue agradable, pues era lo primero que sentía desde hacía meses. Quizás fue el sonido del tren el que me hizo reaccionar a tiempo o una repentina sensación de arrepentimiento. Pero al poco tiempo, volví a intentarlo. Pensé en otras maneras en las que pudiera estar solo en mi apartamento: ahogarme en la bañera, colgarme del ventilador... pero finalmente me decanté por una cuchilla atravesándome el brazo. Quince minutos antes había llamado a una pizzería y dejé la puerta medio abierta. Alguien tenía que encontrarme antes de que mi cuerpo fuese devorado por los gusanos ¿verdad? Aún no sé como tuve el suficiente valor para hacerlo... pero algo indescriptible volvió a impedir que terminara con mi vida. Tan solo me hice una gran cicatriz aunque no lo bastante profunda. Deberías haber visto la cara de aquella chica pidiendo auxilio mientras trozos de pizza barbacoa volaban por los aires. ¡Para morirse de la risa, y nunca mejor dicho!"

Taehyung terminó de contar su historia mientras carcajadas salían de su boca, como pasó mientras la contaba. En un día normal, sus bromas me parecían algo raritas. Ahora, era un sentimiento de amargura por su extraño sentido del humor tan macabro y bizarro. ¿Cómo alguien que ha intentado quitarse la vida dos veces podía contarlo de tal manera?

Abrí la boca con la intención de mostrarle mi arrepentimiento por realizarle semejante pregunta, pues no supe que sería tan personal. Pero él me paró en el acto.

— ¡Ah! No quiero oír nada al respecto, lo último que quiero dar es pena. Suficiente tuve que aguantar con mi madre cuando se la enseñé. —Parecía algo molesto por mi propósito, pero no borró aquella sonrisa tan dulce de su rostro. Cuando terminó de hablar, llevó su brazo encima de la mesa y ahí lo colocó. Tenía la sucia bandana roja atada en la muñeca como siempre. Comenzó a desatársela como pudo con su otra mano libre, dejando ver luego un trozo de brazo más pálido que el resto. Ahí se encontraba una cicatriz vertical, pequeña pero gruesa. Pasó su índice por esta sin reparo.

Yo giré mi rostro cogiendo aire. No sentía asco pero sí sufrí escalofríos al verla. Le hice una seña sin pronunciar palabra alguna para que se la tapara lo antes posible.

— Vaya... Para ser alguien que ha tenido un accidente de tráfico casi mortal eres bastante débil con las cicatrices. ¿Tú no tienes ninguna? —Atento a mi reacción, cubrió su muñeca con el trozo de tela.

— Las mías no tienen nada que ver con las tuyas. Fueron por accidente y me recuerdan que sobreviví. —Mis palabras sonaron agridulces, pues saber que alguien deseaba perder su vida cuando yo casi pierdo la mía sin quererlo me dejaba con una rabia molesta en el cuerpo.