FIRST LOVE ; bts TERMINADA

Capítulo 7. «Quiero olvidar»

Todo esto era demasiado raro.

— ¿¡Cómo que te he copiado la pose!? Llevo haciendo esto desde... —Me quedé callada unos segundos. Para ser sincera, no recordaba en qué momento empecé a hacer esto de la "V". Suponía... que llevaba toda la vida posando de tal manera en las fotos.

Aún seguía un tanto aturdida por aquel dolor repentino en mi pecho y la música que proyectaban los altavoces no eran de gran ayuda puesto que sentía retumbar los bajos en mi corazón.

— Oye... —dije cambiando de tema.— Voy a ir al baño un segundo.

— D-De acuerdo. —Contestó rápidamente. Aún seguía cerca de él, por lo que pude notar como sus hombros se encogieron, separándose unos pocos centímetros de mí.— ¿Te encuentras bien? ¿Necesitas que te acompañe?

Simplemente ignoré aquello último y me di media vuelta. Si quería conseguir un lío de una noche aquí, no sería conmigo. Sin embargo... su rostro denotaba cierta preocupación y supe perfectamente que no quitó su vista de mi espalda hasta que desaparecí de aquella sala.

En mi búsqueda de un cuarto de baño encontré de todo: chicos y chicas de la universidad, algunos incluso ya graduados, bebiendo y fumando, bailando y llorando. Alguno de ellos incluso tomando sustancias psicodélicas. Este era un barrio caro así que supuse que todos ellos estarían hasta las orejas de cocaína. Aquello me repugnó, pero no tanto como cuando abrí la puerta de lo que parecía un baño y vi a un par de chicas y un chico teniendo sexo encima del WC.

— Ew... —Fue lo único que salió de mi boca antes de cerrar la puerta. Ellos me miraron con el mismo asco por haberlos interrumpido que yo por haberlos descubierto.

Segundo intento, arriba en la segunda planta. Con mi mano derecha sujeté el trapo que llevaba por vestido para taparme el trasero a medida que subía por las escaleras. Allí arriba había muchas puertas. Dos a la izquierda, todas cerradas. Volteé mi cabeza hacia la derecha y...

Estaban Jungkook y Lisa. Ambos, sentados encima de una cama. Riendo. La mano de ella sujetaba la de él.

— ¿Q-Qué...?

Podía ver reflejado en los ojos de "mi chico" un brillo especial, incluso a tanta distancia. Era fácil de reconocer, porque ese mismo brillo que poseía era el que yo tenía siempre al mirarle a los ojos.

Estaba nuevamente aturdida, sin saber qué hacer ni a dónde ir. Solo quería irme, abandonar aquella casa y la ciudad. Con cuidado de no tropezarme y rodar, bajé las escaleras limpiándome las lágrimas que me impedían ver el suelo con la misma mano con la que me protegí el trasero anteriormente. Una vez abajo, intenté encontrar la puerta. Al divisarla entre la multitud, corrí hacia ella y con fuerza agarré el pomo, pero una idea un tanto peligrosa cruzó mi mente por un segundo.

Ver a tantas personas divirtiéndose en aquella fiesta, bebiendo o fumando, bailando o llorando, me hizo pensar... ¿por qué? ¿Por qué debía estar así por él? ¿Por un chico? Soy una mujer fuerte, preciosa y no merecía esto. Ni aunque fuera por... Jungkook, el mejor imbécil del mundo. El imbécil del que estaba irracionalmente enamorada. Él había elegido al parecer a aquella chica y no podía hacer más que ¿llorar?

Estaba equivocada.

Solté con fuerza el pomo de la puerta y apreté con fuerza mis puños. Mis dientes rechinaban y con el índice sequé las lágrimas restantes que habían caído sobre mis mejillas. Era hora de pasar un buen rato.

Me dirigí a la cocina y agarré el primer vaso que vi. No sabía que contenía pero sabía que era fuerte. Acabé con él de un trago, causando que las personas del alrededor se giraran a mirarme con una sonrisa ladeada en su rostros, algunas incluso aplaudieron. Aquello era algo que me hacía sentir demasiado bien.