Capítulo 25. «El amor de mi vida» Segunda parte.

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Fue ahí cuando tomé valor para juntar por primera vez mis labios con el amor de mi vida.

Sin embargo, no fue el beso que siempre había imaginado: este sabía a sangre, era frío y brusco, acontecido por el miedo cruel que sentía de oír el nombre de otra persona en los labios de Jungkook. Un beso robado a mi mejor amigo. Un beso... cargado de terror.

Mis manos agarraban con fuerza su cuello, pues sabía que si lo dejaba ir, este sueño que tantas noches había tenido encontraría su fin. Mi cuerpo se pegaba a él y mis labios se sentían doloridos por el repentino apretón que proporcioné contra su boca. Para nada fue un beso de película.

Tenía miedo de separarme de él pero era algo que debía hacer, solo para comprobar que aquel beso que robé tuvo un mínimo de consentimiento. Me aterraba hacerlo, así que fui despegándome de sus labios con lentitud, saboreando todo lo posible la dulce miel de su boca. Mientras lo ejercía, pude sentir lo suave y bien que sabían cuando por fin encontré la distancia indicada. Mantuve los ojos cerrados todo el tiempo, pues encontrarme con una reacción de asco o miedo acabaría con la poca cordura que quedaba en mí.

Mis mejillas y labios por fin contactaron enteramente con el aire. Fue muy triste. No tuve valor de soltar su cuello, de verdad la piel de Jungkook era mucho más suave que cualquier animal de peluche.

"¿Qué se sentirá al tocar sus labios? ¿Serán iguales de agradables?" Aquella era la pregunta que por tantos días había rondado en mi mente. Por fin tenía respuesta, aunque no pudiera disfrutar al completo de aquel tacto esponjoso.

Necesitaba más de Jungkook.

Con lentitud, abrí mis ojos. Tenía miedo de vislumbrar a un chico asustado y aturdido. Y por desgracia, aquello fue lo que encontraron mis ojos lagrimosos. Con cada gota de agua salada que luchaba por deslizarse a lo largo de mi rostro, se perdía la esperanza de seguir a su lado por el resto de nuestras largas vidas. La mía se acortaba.

Lo próximo en abandonar su cuerpo fueron mis manos. Lo hicieron despacio, aprovechando lo que pensaba que sería el último contacto con el chico al que amaba. Las yemas de mis dedos se deslizaban como lo hacía un collar con la abertura rota. Mi cabeza estaba hacia abajo, así no tendría que preocuparme de tener su vista sobre mí, no deseaba que pudiera ver mi rostro desbordado de vergüenza. Ya solo el dedo corazón de mi diestra era el contacto que me unía a su cuello. Tomé aire y con osadía, decidí aceptar la decisión más difícil de mi vida: separarme de Jungkook.

Pero no me hizo falta, pues él me había detenido. Su mano había tomado mi muñeca con algo de fuerza, evitando de esta manera que dejara de tocarle. Es más, hasta me acercó el brazo a él para que mi mano pudiera agarrarle nuevamente. Aquella reacción para nada esperada me dejó totalmente sorprendida, teniendo por consecuente que subir la cabeza para poder mirarle.

Y ahí estaba él. Con su sonrisa de siempre. O eso me pareció... pues aquella mueca jamás la habían conocido mis ojos: su boca, levemente torcida en una sonrisa ladina y su cabeza, torcida. La sangre de su labio adornaba de buena manera la sensualidad que su mirada entrecerrada desprendía. El aura negra se cargó en su cuerpo.

Noona...

No dijo más. Su susurro me heló por completo. Jungkook jamás me había llamado así, jamás había usado honoríficos, era algo que detestaba. Sin embargo, que tras aquel brusco beso salieran de sus labios malheridos aquella palabra... aquella palabra que me recordaba que yo era mayor que mi Kookie, palabra que demostraba que quien realmente tenía el mando de esta situación era yo, subida sobre los muslos de Jungkook, hizo que las mariposas que siempre sentía en mi estómago, bajaran rápidamente a mi bajo vientre.

FIRST LOVE ; bts TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora