-¿Ya estás convencido de que te quiero o no?- le digo a Asmodeo estirándome bajo las sábanas.
-Bueno, vale- dice él con una sonrisa estúpida en la cara.
Me río por lo bajo e intento salir de la cama, cosa que es difícil porque Asmodeo no quiere dejarme ir y se abraza a mi cintura como una lapa.
-¿No podemos quedarnos un poco más?- súplica él con cara de cachorrito.
-Tenemos que volver cuanto antes a palacio- le digo tumbandome de nuevo -solo me quedan dos días.
-Mmm, odio esa estúpida norma de no poder teletransportarte a otro círculo por qué sí- dice Asmo -asi podríamos quedarnos otra noche...
Le sonrio y le beso antes de soltarme y salir de la cama. Voy recogiendo mi ropa del suelo y poniéndomela, mientras él me mira desde la cama sin ninguna intención de levantarse.
-Te espero abajo- le digo y le lanzo un beso antes de salir de la habitación.
Bajo las escaleras desenredandome el pelo con los dedos y entro en el saloncito, donde siguen Amón y Gaziel, cada uno sentado en un sillón sin hablarse.
-¿Ya habéis terminado de "parlamentar"?- dice Amón con cara de cabreo.
-Uy, si,unas cuantas veces- le respondo y miro a Gaziel que se está aguantando la risa -vamos a volver ya, ¿estáis listos?
-En cuanto digas, alteza- dice él levantándose.
Las escaleras crujen y Asmodeo baja exultante y más despeinado que de costumbre.
-¿Nos vamos ya?- dice él y yo asiento -pues vamos, que esto va a ser divertido.
Salimos del hostal y echamos a andar hacia el traslador con Amón siguiéndonos a regañadientes.
-Primero vamos a por Noctis y Megara, cruzamos rápidamente todos los círculos y vamos a buscar a Belial, que es de Envidia- digo yo caminando a paso vivo.
-Buen plan, y si no nos encontramos con nadie, mejor- dice Asmodeo -cuando más rápido viajemos, mejor.
Llegamos al traslador y Amón les hace una seña a los guardias para que se aparten. Rápidamente todos nos cortamos las palmas de las manos, y casi sin parar, salimos al círculo de Gula. Los guardias se giran hacia nosotros sorprendidos, y antes de que puedan hacer nada, Gaziel se adelanta y les arranca el alma sin siquiera pestañear.
-Vamos a dejar al infierno sin guardias- dice Amón y yo me río.
-Tranquilo, ya mandarán a más en cuanto nos larguemos- digo yo y me encamino hacia la casa de Megara.
En vez de caminar, echamos a correr haciéndonos un borrón ante los ojos de los transeúntes y en un abrir y cerrar de ojos estamos ante la puerta de nuestra amiga. Llamo a la puerta con los nudillos y espero hasta que la demonio nos abre y nos brinda una sonrisa.
-Ya estáis de vuelta, ¿habéis tenido suerte?- me aparto para que vea a Amón -¿Ese no es...?
-Si, Amón, Megara, Megara, Amón- les presento -tenemos un poco de prisa, así que si puedes llamar a Noctis...
-¿Vamos a ir a Palacio?- dice ella sorprendida -pues déjame que al menos me ponga algo más decente...
Megara vuelve a entrar y llama a Noctis antes de meterse a su cuarto a cambiarse. La pequeña viene corriendo y salta a los brazos de Asmodeo, que por poco se cae por las escaleras, pero la devuelve el abrazo con ganas. Amón le mira con una ceja arqueada y me echa una mirada interrogante.
-Esta es Noctis, es nuestra pequeña diablilla de Pereza- le explico a Amón.
-¿Quién es este tío?- dice Noctis mirando a Amón.
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Los hijos del infierno
FantasiEn el infierno, una lucha silenciosa se cierne sobre todos los círculos, el deseo de crear una alianza, el deseo de poseerlo todo... Pero es ella la que decide el destino de todos...